El monje macuspano

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Por: Francisco Pérez Medina

Imagino que usted pensará de quién hablaré; no lo voy a defraudar. Seguramente muchos de los que lean esta columna votaron por él hace dos años con la ilusión de elegir un presidente que modificara los errores de los gobiernos que le antecedieron, que erradicara la corrupción lacerante, que mejorara la calidad de vida, generara trabajo, que brindara un sistema de salud digno y que lograra por fin terminar con los asesinatos y la inseguridad que han lastimado millones de familias en nuestro país. La mayoría encontró en la opción que representaba, la alternativa para alcanzar ese anhelo legítimo. 

Ayer, se cumplieron dos años de ese gobierno del que muchos han expresado sentirse defraudados y decepcionados por diversos motivos, sin embargo, también hay otros, que continúan convencidos sin arrepentirse de la decisión, al sentirse identificados con sus decisiones personales, sus discursos, su estilo de gobernar, con la forma en que ha enfrentado la pandemia y hasta con sus contradicciones.

Hay algo de este presidente que difícilmente podemos comprender y justificar; si su historia de vida le llevó a contender por el puesto en tres ocasiones, y en la última logró ese sueño -digno de imitar en la perseverancia y tenacidad- es por qué, una vez consumado, en lugar de ejercer el cargo y gobernar, haya preferido algo para lo que no fue electo: predicar.

No se entiende como, en un Estado laico, quién ostenta el máximo cargo público, no se conforme con sermonear desde el púlpito en Palacio Nacional durante dos horas diarias promedio, ahora, pretenda difundir una “guía ética” llena de prejuicios y falsos valores.

Permítame referirme a uno de los veinte que contiene, del que tengo un poco más de experiencia personal y profesional: la discapacidad. ¿Sabe lo que dice respecto a este sector de la población? Que no tienen derecho ni deben trabajar -así como lo está leyendo- pero no sólo de ellos expresa este prejuicio, también de los adultos mayores enuncia que deben estar excluidos de este derecho. Lo dice en la página 21. Es decir que, en nuestro país, en lugar de ajustarse a lo que establece la Constitución que protestó cumplir y hacer cumplir, está violando flagrantemente el artículo primero en la que prohíbe la discriminación; lo peor es que lo haga con propaganda oficial del gobierno.     

Si como dice -habitualmente con sus propios datos- la gente le aprueba su gestión a lo largo de dos años, la población no quería un presidente, no querían un gobernante y menos un estadista; lo que realmente anhelaban era un predicador, uno que nació en territorio de Tabasco, un monje originario de Macuspana.

Lo correcto sería que, sí ya se decidió a predicar desde el atril de Palacio Nacional en lugar de gobernar, lo hiciera con el ejemplo. No hay peor predicador que aquél que no practica lo que predica. ¿Usted le cree a alguien que le pide que perdone, cuando todos los días se da cuenta de que acusa, juzga y otorga calificativos al prójimo?, ¿le cree a alguien que le pide no mentir, cuando ha expresado que, la pandemia, ya está domada en tres ocasiones?, o ¿que desde ayer el sistema de salud sería similar al de Dinamarca?, ¿que combatiría la corrupción, sin que su hermano haya sido encarcelado por el delito electoral?, ¿que se combatiría la inseguridad, cuando fue él quien dio la orden de liberar al hijo de un narcotraficante? tal vez quién debería leer la “guía ética” en el ámbito privado, debería ser quien la promueve, ¿no lo cree así estimado lector?

Salida

1.- Esta semana se registraron tres decenas de candidatos independientes en nuestro estado para participar en el siguiente proceso electoral como opción fuera de los partidos políticos. Son opciones que el elector tendrá para elegir a quién otorgar su confianza.

2.- La Organización Mundial de la Salud, envió un mensaje contundente sobre la forma en que se está atendiendo la pandemia: “a todos los líderes del mundo les diríamos que es muy importante que sean un modelo en el uso del cubrebocas” (Noticias ONU, Ryan Marco, 30-11-2020). Hoy, el presidente ha dicho que no se pone el cubrebocas porque “me dice el doctor Hugo López-Gattel y el doctor Alcocer que no es indispensable” (Las Mañaneras, AMLO, 02-12-2020). Indudablemente hay algo que no cuadra, estimado lector, usted haga conclusiones.

3.- Ayer, cuando anunciaban los logros de este gobierno informaron algo que, a todas luces tiene características de ser una gran mentira: la venta del avión. Además de no ser cierto que lo hayan hecho, ¿realmente es un logro vender un bien que le pertenece a la nación?