VENTANA POLÍTICA
Por: Guillermo Montelón Nava
Si bien puede entenderse que en una sociedad como la nuestra, tan diversa, tan plural, pero también tan dividida y tan desigual, hay una multiplicidad de intereses políticos, resulta además de interesante, poco sorprendente que a esta fecha se hayan presentado ante el INE por lo menos 28 solicitudes por parte de distintos grupos que tienen la intención de y conformar nuevos partidos políticos nacionales.
Se trata de agrupaciones, organizaciones de la sociedad civil que no ven en los actuales partidos existentes, una opción viable que les represente en sus inquietudes, aspiraciones o exigencias de cambio, sobre todo después del proceso electoral del 2024, cuando no solo se confiaron, sino que permanecieron casi pasivos frente a la elección de estado. Creyeron que bastaría con denunciar las múltiples acciones antidemocráticas y violaciones a las leyes electorales o que con solo señalar reiteradamente las mentiras y los nulos resultados de la 4T, serían suficientes para que Morena perdiera el voto de la mayoría.
En México no hay una oposición bien organizada, articulada y menos unida que pueda contrarrestar la compra de votos, la compra de voluntades y la desinformación que a fuerza de mentiras y de una narrativa manipuladora constante, ejerce un control férreo sobre los votantes, especialmente cuando tenemos a un alto porcentaje de ciudadanos apáticos, desinformados, con baja cultura cívica y escasa formación política, producto del pésimo sistema educativo que padecemos y que, intencionalmente, no forma ciudadanos con capacidad para el análisis, la crítica y el discernimiento, al tiempo que se vale políticas asistencialistas para el control y la manipulación con fines electorales.
Sin embargo, cuando el peso de la realidad se impone y cuando, así sea de manera aislada, surgen voces inconformes, poco a poco se van conformando corrientes de opinión que buscan coincidir en objetivos generales y particulares para tratar de lograr un cambio en las políticas de gobierno o incluso para alcanzar un cambio de régimen.
Hoy, poco a poco se están conformando grupos de ciudadanos que ya se han convencido que Morena resultó un fiasco, que resultó peor que los gobiernos de los partidos que criticó, pues además de ineficaces, resultaron ser un gobierno más corrupto, promotor de la impunidad y cómplice de las organizaciones criminales, un destructor de instituciones y un generador de caos, desorden, polarización y también de más pobreza y desigualdad. De ahí que hoy tengamos más inseguridad, más violencia, más criminalidad, menos garantías en derechos humanos, en democracia, en libertades y menos oportunidades de progreso y desarrollo. El ejemplo más claro lo tenemos en el pésimo sistema de salud, más desempleo, casi nulo crecimiento económico, así como un sistema educativo desvinculado de la realidad en materia científica y tecnológica y cada vez más alejado de los valores culturales que nos dan identidad en cada región y como nación.
Así las cosas, es comprensible que existan por lo menos 28 grupos sociales que están dispuestos a trabajar por un cambio desde una plataforma ideológica y un programa de acción que ayude a la reconstrucción del país, por el rescate de las instituciones, para recuperar la verdadera democracia, las libertades y para generar un nuevo escenario político electoral que despierte el interés de más mexicanos de bien y conscientes de sus responsabilidades cívicas.
Sin embargo, es importante advertir que no será una tarea fácil, no tanto por lo difícil que es reunir la serie de requisitos que exige la Ley General de Partidos Políticos, como realizar por lo menos asambleas en 20 entidades o en 200 distritos electorales; que en cada asamblea haya por lo menos 3 mil afiliados por cada entidad o 300 por cada distrito y que se certifique que en esas asambleas no participan organizaciones gremiales, entre otras condiciones. El principal obstáculo será enfrentar la postura parcial del INE cuya presidente es una incondicional del gobierno junto con varios consejeros.
En consecuencia, esos grupos que quieren convertirse en partidos, deberán definir estrategias que les garanticen, no solo la afiliación de ciudadanos convencidos y en abundancia, sino que sean capaces de configurar una verdadera oposición que vaya más allá de los señalamientos críticos y de los reclamos. Se requieren liderazgos verdaderos que encabecen luchas sociales en defensa de quienes hoy padecen la inseguridad, sufren la violencia, la falta de medicamentos y las deficiencias en el sistema de salud, por citar algunas de las necesidades que tienen la mayoría de los mexicanos de la clase media hacia abajo.
El plazo para presentar solicitudes de intención de formar partidos políticos vence el próximo 31 de este mes. La siguiente etapa vencerá en marzo, cuando el INE determine cuales organizaciones cumplieron con los requisitos básicos en la solicitud y a partir de ahí tendrán un año para celebrar sus asambleas y cubrir el resto de obligaciones.
Así las cosas, esperemos que en el 2027, el escenario político electoral sea el parteaguas que definirá la vida de la 4T y de Morena.
*Las opiniones expresadas en este texto de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles CN COLIMANOTICIAS.