EL ESPECTÁCULO DEBE CONTINUAR

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Por: José Díaz Madrigal

Una de las frases más conocidas, del compositor francés Charles Aznavour, fue la que lleva como título esta columna; se le atribuye que la dijo después de haber tenido un desvanecimiento en escenario y continuó con su show.

Los periódicos británicos “The Guardian” junto con “The Times” son dos de los periódicos más antiguos e influyentes a nivel internacional, con sede en Londres. De hecho el primero de ellos, el día cinco de este mes cumplió 199 años de su fundación.

Este periódico de tendencia hacia la izquierda del espectro político, tiene la reputación de tener las primicias en denunciar a nivel mundial, asuntos tan diversos como el hackeo con fines de espionaje de miles de celulares por parte de la administración de Obama, el programa de vigilancia que destapó el exanalista  de la CIA Edward Snowden; actualmente refugiado en Rusia, la investigación de los Panamá Papers; que contribuyó a la caída del premier británico David Cameron. Es decir The Guardian  es un periódico con crédito e influjo global.

Este lunes 4 de mayo, el corresponsal en México de este diario, David Agren, redacta para The Guardian: “Las mañaneras de AMLO, espectáculo sin valor.

Este reportero hace una descripción de la forma sistemática como conduce las conferencias López Obrador, en que pocas veces responde de manera puntual a una pregunta en concreto; esquivando con habilidad, los temas que no se resuelven y al contrario, están empeorando.

Sí dividimos lo que dura esta administración en cuartos de tiempo – recordemos que al sexenio se le redujeron dos meses, para que las tomas de posesión ya no sean en diciembre sino en octubre- los poco más de 18 meses que lleva gobernando este país, representa un cuarto de periodo de la presente administración. Significando con este tiempo ya consumido, que está marcando tendencia pero a lo negativo y, cuando le plantean preguntas acerca de porque no funciona tal o cuál asunto de nueva cuenta recurre a culpar a los presidentes anteriores.

Con tan pobres argumentos que esgrime López Obrador, se le pone de pecho al columnista británico, golpeando y fustigando al presidente diciendo que este lo que hace es solo promocionarse para proyectar una imagen de gran líder, pero tan solo a sus bases compuesta de personas de poco conocimiento; alimentando las con información sin importancia, aparentando – sin serlo- un presidente abierto.

Sin embargo, con más de año y medio que lleva en sus manos las riendas del país, ya no tiene excusa para seguir culpando a sus antecesores. Ya no es poco el tiempo que tiene a cargo su responsabilidad y no se ven frutos tangibles.

Este gobierno ha dado como resultado, en este periodo de cuarto de administración, los peores indicadores; ya sean económicos, cuestiones de seguridad y ni se diga el de salud.

Ya no hay pretexto, ni a quien achacarle los errores, estos sin duda, son de López Obrador. A este presidente le quedó grande el saco y, lo que hace todas las mañanas es, alimentar falsamente a sus seguidores con su show matutino; al  fin y al cabo, él bien sabe que es relativamente fácil aprovechar el instinto de rebaño, de sus fans cada día más disminuidos. Pero mientras tanto: “El espectáculo debe continuar”