Don Baldo El Tubero, otro orgullo de la Universidad de Colima

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foto: Carlos García Lemus

Carlos García Lemus| COLIMANOTICIAS

Colima, Col.-  Este año se conmemora el 75 aniversario de la Universidad de Colima, máxima Casa de Estudios de nuestro estado en la que miles de mujeres y hombres se han formado para ser profesionistas que han aportado al desarrollo y progreso no sólo de la entidad, sino del país y del mundo entero.

Diversos festejos se han realizado para celebrar este aniversario de la UdeC, que a lo largo de siete décadas y media ha crecido de manera exponencial y ha destacado en muchas áreas del conocimiento y la investigación.

Pero en esta ocasión no nos ocuparemos de todos esos logros obtenidos por la Universidad, sino de la presencia en ella, durante 67 años, de un hombre trabajador, entusiasta y siempre dispuesto a servir, que ha visto pasar, según sus propias palabras, 50 generaciones de egresados de licenciaturas.

Baldomero Larios Cuevas, originario de Villa Victoria Michoacán. Don Baldo, el tubero, como miles y miles de estudiantes colimenses lo han conocido, vendiendo desde hace 67 años esa deliciosa bebida típica de nuestro estado. Hoy tiene 86 años y sigue trabajando.

50 GENERACIONES DE LICENCIADOS Y DE CONTADORES PÚBLICOS

Encontrar a Don Baldo no es nada difícil, casi a cualquiera que se le pregunte en el Campus central de la Universidad de Colima, da información para encontrarlo.

Así, dimos con él dentro del bachillerato número 1. Le explicamos la finalidad de la entrevista y de inmediato accedió, de manera amable y con gran disposición para narrarnos poco, quizás muy poco, de lo mucho que ha visto pasar por la Universidad de Colima.

”Llevó 50 generaciones de licenciados y de contadores públicos. Allá me tocó verlos en el IUBA; primero fue allá, enfrente del parque, ahí estaban bachillerato, secundarias. Ya después se juntó la Judicial allí, Tránsito y ya empezaron a hacer casas y ahorita ya están desparramadas muchas instituciones”, comentó al inicio de la charla.

Explica que en Villa Victoria hacía trabajó en el campo, puro desmonte. “Me vine en 1946, llegué con mi mamá en el tranvía, a mi papá no lo conocí, él murió antes que yo naciera y soy el único hijo, ya no me trajo hermanos mi mamá, ya no quiso casarse. Empecé a trabajar en las yuntas aquí, en las hortalizas. Fui a sembrar algodón a Tecomán. En 1950 se perdieron muchas pacas de algodón”.

SUS HIJOS, MAESTROS Y UNIVERSITARIOS; SUS NIETOS, DOCTORES EGRESADOS DE LA UDEC 

Con orgullo, Don Baldo nos cuenta que tiene siete hijos, todos ellos con estudios. “Tengo contadores, tres maestras jubiladas ya. Cuando salieron ellas de sus estudios me decían que dejara de trabajar y yo les decía que no, que lo pensaran bien, pues si me quito de tubero, voy a quitarles dinero, mejor que me dejen trabajar”.

Tiene dos hijos contadores que están por jubilarse y un ingeniero agrónomo. Tiene 3 nietos doctores, egresados de la Universidad de Colima. “Tengo como 8 o 7 bisnietos. Es una familia bonita”.

Y enfatiza que todo su desarrollo y el poder darles estudios a sus hijos, es gracias a la venta de tuba. “Viera cuánto dinero da la tuba. Vendiendo de la buena, ya ahorita no vas a encontrar tuba buena, en ninguna parte, más antes agarraban y tiraban la tuba mala o la ponían dulcecita sabrosa, ahorita vas a comprar un vaso y te arde la garganta”.

“RECTORES Y GOBERNADORES HAN SIDO BUENOS CONMIGO”

“Todos los rectores y gobernadores que he conocido han sido buenos conmigo. Conocí de alumno a Mario (Anguiano Moreno), a Gustavo (Vázquez Montes), que en paz descanse, otros fueron a estudiar a Guadalajara, como este que vive en Cuauhtémoc, que fue gobernador. Elías (Zamora Verduzco), aquí estudió nomás secundaria, no sé si estudio en la 1 o en la Corona.

A Fernando Moreno lo conocí estudiando en la Corona y luego me invitaron cuando cumplió 35 años la escuela, me invitaron a que me retratara con ellos, Moreno y todos los amigos de él”.

Al preguntarle qué significa para él que la Universidad de Colima cumpla 75 años, Don Baldo afirma “pues mira. Tenemos rector a toda madre, se portan bien conmigo y así ha sido con todos. Les da una hora de bailes o les hace fiestecitas y aquellos no, puro estudio”.

Recuerda una anécdota:

-En el IUBA no entraba yo. Venían los jugadores de la Crom de Manzanillo, los de Armería y Tecomán y yo llevada una balsa en la tarde, porque iban muchos de bachillerato. Me salió el rector, Mario de la Madrid y me dijo:

-Don Baldo, métase allá, hay mucha gente

Y yo como no sabía quién era el rector le contesté que me regañaban.

-No, yo soy el rector- contestó Mario de la Madrid.

-Entonces me metí y luego luego me salió un canoso, ya estaba igual a mí.

-¿A dónde vas?.

-Pues me dio permiso el rector.

-No nada, nada.

-Bueno. Aquí va esta cosa. Si no es cierto, me das de chingadazos, no te voy a romper la boca a ti, no voy a meter las manos.

-Bueno, pásale pues, pásale pues.

-Pero me le puse así, una cosa. Oye no quería creer que él me había dado permiso.

Recuerda también momentos difíciles de la Universidad cuando “unos querían entrar a base de chingadazos. Aquí se metían y entraban muy malditos, pero yo les decía ‘aquí pórtate bien vale. Quieres vivirla a toda madre, no se metan conmigo’”.

Dice que en ese tiempo Fernando Moreno era “escandaloso y otro que le decían y el Yuyu y otros peleoneros, como uno que apellidaba Santana, y hoy son muy amigos míos, todos. Ya los conocía después, me veían que andaba echando y me arrimaban un coche para que me trajera a mi casa”.

“LA TUBA QUITA LO NANGUITO”

Don Baldo recuerda que en alguno de los varios homenajes que le han hecho, el gobernador Mario Anguiano habló muy bien de él. Dijo “tomen tubita, es buena para la lombriz y amibas, y me decían los diputados de atrás, diles pa’ qué más”.

Esto lo lleva a recordar una anécdota con otro ex gobernador, hoy fallecido, Silverio Cavazos Ceballos:

“Antes de que mataran a Silverio, estaba él y Chapula en el módulo de contabilidad y me habló Silverio y se dirigió a los presentes para decirles que yo les iba a decir para qué es buena la tuba.

-Es buena para lombrices, amibas.

-¿Y qué otra cosa?

-Bueno, pues quita lo nanguito.

Entonces dice el mero chingón del voleibol.

-Mire Don Baldo, nanguito y pendejo es la misma palabra, pero yo prefiero que me mienten la madre, pero no me digan pendejo.

EL NEGOCIO

Sobre cuántas tubas vende aproximadamente por día, Don Baldo no se queja, al contrario, dice que siempre hay forma de salir. “Hay días en que no vendo ni una pinche tuba, porque llegan las tormentas, si está nublado, me queda media balsa, pero en días buenos, cuando como hoy, me va bien y vendo como mil pesos. Traigo vasos de a 5 pesos, con tal de que compren los niños, traigo de a 10, de a 15 y 20”.

Recuerda que en 1948, la tuba se daba a un peso, en vaso de vidrio. “Cuando era mercado, la central vieja que quitaron del centro, yo me ponía al lado norte, llegaban señoras como las esposas de los señores Enrique Ochoa o Rafael Briceño, y me decían ‘hay joven si usted sigue vendiendo esta tuba tan rica, se va a hacer famoso’”.

Pues yo la bajaba- explica Don Baldo- cada palma me daba tres litros en la mañana y tres en la tarde; eran ocho palmas. No enseñé a ningún hijo a bajar tuba, porque yo veía que un profesionista ganaba mucho dinero y ahorita ya no. Ya valió madre.

Precisa que el secreto de una buena tuba es comprarla al pie, pedirla directamente de la bajadora. “Ahí vas a saborear lo que es la tuba verdadera,  pues si se van a la balsa ya se siente desabrida. Si te la llevas a tu casa, entra un esquilincito chiquitito que no puede uno verlo, por cualquier portillito entran a chingarse la tuba. Entonces si te la llevas a tu casa la cuelas, la calientas, y tienes una tuba compuesta. Conmigo cuando quieren tuba dulce van a la casa y viene dulcecita, si  me la traigo cruda usted compra un vaso de tuba en la mañana y para las once ya empezó a fermentar”.

Hoy, a sus 86 años de edad, asegura que seguirá trabajando y lo hará hasta que la fuerza física se lo permita. Con mímica explica que dejará de vender tuba el día que camine como viejito y ya no pueda. “Le pido mucho a mi Dios santo”.

De hecho ya se hace acompañar por un ayudante. “Es licenciado él y no puede encontrar trabajo”.

RECOMIENDA ESTUDIAR

Otra de las características de Don Baldo, es que frecuentemente se le ve platicando con los jóvenes estudiantes, aconsejándolos sobre lo importante de estudiar y disfrutar al máximo la vida. “No entiendo a aquél que anda sufriendo. Si hay muchos (jóvenes) llenos de vida que pueden hacerse. Yo era chamaco pobre, fui arrimado con los tíos, con los padrinos y me chingaron bien y bonito. Fíjate, hoy hasta el cieguito está estudiando. Yo les doy consejo a todos, les digo que ¿cómo voy a creer que un cieguito les va a ganar a ellos que están bien?”.

LA TUBA     

El artículo “Tuba: una bebida fermentada tradicional de Colima, de Joaquín Velázquez-Monreal, del INIFAP, Campo Experimental Tecomán, con la colaboración de Norma Paola Meléndez Rentería, de Raúl Rodríguez Herrera y de Cristóbal Noé Aguilar González, del Departamento de Investigación en Alimentos de la Facultad de Ciencias Químicas Universidad Autónoma de Coahuila, señala que la tuba, ésta es en realidad la savia (también nombrada néctar o agua miel) que se obtiene de la inflorescencia de palmas de coco, que luego de un proceso de fermentado y de cocción queda lista para consumirse como una bebida 100% natural, refrescante, dulce, nutritiva y energética.

Debido a sus características de color, viscosidad, olor y sabor, la tuba puede ser considerada como una bebida semejante al pulque y, al igual que éste, puede ser preparada con diversos vegetales y frutas.

La savia recién obtenida es de color pardo, pero en cuanto comienzan a desarrollarse los microorganismos en ella, se clarifica, adquiriendo un color blanco. Mantiene su color y su sabor distintivo hasta dos horas después de ser cosechada. Después de unas cinco horas se inicia el proceso de fermentación.

Si la tuba es dejada sin moverse durante ocho días, se convierte en un sabroso vinagre muy útil en la cocina local, y excelente para el encurtido de vegetales usados en la famosa sopa de pan, servida en bodas y bautizos.

Recién fermentada es una bebida refrescante, y después de la fermentación sirve para hacer vinagre o aguardiente. Es rica en azúcares, vitamina C, fósforo, aminoácidos y minerales, además es auxiliar contra la gastritis y los parásitos.

La balsa es un recipiente de origen vegetal, que en realidad es el fruto de una especie cucurbitácea con capacidad de 10 litros, mayor que un “guaje” o “bule”, y de diferente forma. Por lo general son dos balsas las que tiene un vendedor: una contiene la tuba natural y otra la preparada.

La tuba se consume de dos maneras: natural, que es de un color blanco lechoso, y preparada o compuesta con frutas naturales y coloreada, conocida como tuba curada.