Día de Muertos: entre tristeza y celebración

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Edgardo Zamora|COLIMANOTICIAS

Crónica

Colima, Col.- El panteón de Colima tomó ‘vida’ este 2 de Noviembre al atiborrarse de flores de todo tipo, música, coronas, rosarios, globos y veladoras para celebrar el Día de los Fieles Difuntos.

Dentro del camposanto hubo un intenso movimiento de visitantes para honrar a sus muertos mientras afuera había venta de artículos alusivos a la fecha, alimentos y bebidas.

Al recorrer las calles del camposanto, me encontré con Luis Naranjo, estaba solo, sentado en una tumba.

A pesar de traer gafas y gorra, se le notaba la tristeza tras ir a visitar la tumba donde se encuentran los restos de su madre.

Para él la fecha es importante para platicar con quienes han partido y recordarlos.

“Después de que pasa un año más de que ya no está, tratar de estar con ella un rato, aunque sea un día”.

Dijo que el rescatar esta tradición radica en recordar a quienes han muerto, ya que a pesar de ser triste es una festividad.

En contraste María Calvillo Quiroz, estaba acompañada de otra mujer y dos niños, ella había ido a visitar a sus padres, hermanos y familiares.

Tal vez su rostro se encontraba tranquilo, porque para ella no hay que temer a la muerte, porque es algo natural y eso debe inculcárseles a la niñez.

Además para ella el Día de Muertos debe realizarse todos los días del año.

“Es importante no sólo este día, es como para nosotros celebramos el 10 de Mayo, no es precisamente sólo ese día hacia las madres, sino debe ser todos los días. También es visitar todos los días del año a quienes han muerto”.

A su lado se encontraba su hermana Adriana, quien expresó que sus familiares serán recordados todo el año.

“Ya que nunca se borrarán de nuestra memoria”.

El calor iba en incremento conforme el sol llegaba al mediodía, mujeres caminaban con sombrillas, niños y niñas brincaban por las tumbas, algunos se encontraban solos, otros acompañados, personas llevaban cubetas con agua para limpiar las tumbas, otros más palas o tijeras para podar los árboles.

Pero la música no podría faltar, por doquier se escuchaban conjuntos norteños o mariachis.

Llegué a donde un conjunto norteño, de manera desafinada pero con sentimiento, tocaba y cantaba el tema Amor Eterno, quienes habían contratado a los músicos se encontraban tranquilos era una familia entera, desde niños y algunas personas mayores.

La música terminó, me acerqué a Arnoldo Olivo, uno de los mayores de la familia.

“¿Qué es la muerte para usted?”-le cuestioné.

El hombre bonachón respondió con singular simpatía que la muerte es descansar.

“Aquí uno ya no tiene que pagar rentas ni nada, ni dar el chivo para la mujer, ni los nietos lo hacen enojar a uno, anda feliz allá, eso es la muerte”.

Arnoldo Olivo con bigote cano, gorra negra y playera roja, expuso que el Día de Muertos es una fecha importante porque se une toda la familia.

“Aunque sea en estos lugares (panteón) que no debería ser así, mejor en una pachanga, pero no aquí”.

Tras agradecerle continúe el camino, para buscar otra respuesta; ésta la dio Imelda, una mujer que se dijo habladora, pero que con grabadora se quedaba pasmada porque le daba pena.

Después de tanto insistir, lancé el cuestionamiento: “Qué significa la muerte”.

La respuesta fue singular: “Para mí la muerte es el final de la vida, el cuerpo se queda y el alma se va con Dios y si no, con el Diablo, pero se van”.

La festividad se realizará durante el trayecto del día, que a pesar de la tristeza, se recuerda con respeto a quienes han fallecido.