DESERCIÓN ESCOLAR

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Soy un caminante lento,

pero nunca camino hacia atrás

Abraham Lincoln

Por: Manuel Olvera Sánchez

Si bien es cierto que el sistema educativo en cualquier parte del orbe siempre resulta ser una tarea muy compleja para cualquier gobierno debido a que es a través de él como se transmite el conocimiento a nuestros jóvenes que formaran parte de las nuevas generaciones, también debemos tener en cuenta que en gran medida influyen medios de comunicación, como lo son la Internet, la familia, y las comunidades. No obstante, los centros escolares siguen siendo el único medio a través del cual se puede llevar a cabo un desarrollo humano, en el cual se formen trabajadores con competencias que está demandando hoy el mundo laboral, razón demás, por la cual el Estado mexicano debería de atacar de manera frontal la deserción escolar.

Vale recordar, que no sólo se trata de atacar la deserción escolar, sino que también se debe de reflejar una excelencia en la calidad de la educación, ya que las familias en las cuales se tiene acceso a pagar una educación privada lo hacen, debido a que las diferencias entre una educación pública y privada son exageradamente muy marcadas.

Dentro de las últimas calificaciones que llevó acabo la organización para la Cooperación, el Desarrollo Económico (OCDE), con relación al Estado que guarda la deserciones escolar entre estudiantes de 15 a 18 años, nuestro país ocupó el nada honroso primer lugar en desertores escolares; también el tercer lugar entre los países con mayor población juvenil que no estudian ni trabajan.

Lo anterior ha despertado una infinidad de interrogantes ya que a partir del anterior gobierno federal, los programas sociales y en particular el apoyo a becas para jóvenes de escasos recursos con la finalidad de qué no dejen de estudiar ha resultado un rotundo fracaso, ya que las posibilidades de tener mejores trabajos y bien remunerados no ha sido una realidad.

Y lo anterior tiene sentido, ya que México es de los países donde a menor educación es mayor la oportunidad laboral, es decir, según estudios de la OCDE, en naciones más desarrolladas la tasa de empleo entre quienes han terminado una licenciatura es del 79%, y en países integrantes de la OCDE es del 83%.

Otro de los datos que arrojan los últimos estudios llevados a cabo por la OCDE, giran el sentido de que la inversión que se hace en educación por parte del gobierno federal, es de las más bajas ocupando nuestro país el lugar número 34, es decir, de los que menos invierten en educación y tan sólo basta observar que los profesores mexicanos cuentan con el mayor número de alumnos que atender en su ciclo escolar que en algunos casos representan hasta 42 alumnos por grupo.

Derivado de los últimos estudios realizados sobre el caso, se ha observado que por cada niño inscrito solo el 66 % concluye sus estudios a nivel primaria, en tanto   el 17% concluye una carrera universitaria.

Por lo anterior considero que resulta importante actuar sobre este asunto, ya que las estadísticas nos marcan que debido al poco apoyo que se da para que estudiantes de escasos recursos continúen con sus estudios han propiciado que México ocupe el lugar 55 en acceso a la educación a nivel mundial, en lo concerniente a alumnos entre 15 y 18 años.

En ese contexto se señala que en gran medida la deserción obedece a una serie de factores como lo son las condiciones socioeconómicas, laborales, y de valoración de la educación por parte de las familias.

Si bien es cierto que en la familia radica el que el alumno continúe o no estudiando, es importante resaltar que el Gobierno no es ajeno a que la deserción hoy en día alcance estadísticas importantes. Una de las causas más evidentes es que a partir del año 2007 los criterios para la asignación de recursos a los Estados cambio su fórmula; pues hoy en día aplica los criterios de matriculación que representara un 50 %; para el rezago educativo 20%; la inversión estatal de un 20% y un 10% para los alcances logrados en la calidad de la enseñanza.

Derivado de esta reforma observamos, que dentro de los criterios nunca se contemplan recursos que para atacar la deserción escolar, apoyos que si fueran etiquetados y fiscalizados, contribuirían en mucho para combatir este problema.

Respecto a la deserción escolar, si bien es cierto que hoy en día no existe una  definición en la cual los especialistas en el tema coincidan a cabalidad, si podemos decir que a grandes rasgos es el abandono temporal o permanente de la escuela, y que en muchas ocasiones obedece a factores de tipo social, económico, académico e institucional.

Al respecto, existen dos factores que son determinantes para que la deserción este creciendo fuera de lo presupuestado por el Gobierno Federal, la familia y el factor económico.

En lo referente a la familia existe la falta de visión  real de valoración con lo que a la educación se refiere, y por parte del Gobierno el que cada día las necesidades sociales son mayores y los recursos económicos más limitados.

 

La visión que tenías sobre mí, no la defraudare, eso me fortalece aún más, serás ese impulso para lograrlo.

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