De acuerdo con el análisis, existen residuos de esas sustancias peligrosas en acuíferos de Coahuila, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Guanajuato, Zacatecas, Oaxaca, Morelos y Puebla.
Con el cambio climático, se prevé un incremento en la concentración de estos químicos, debido a que habrá menos infiltración y mayor demanda de líquido, indica la investigación de María Teresa Leal e Ivonne Cerda, del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua.
Según explican, en el agua subterránea la problemática de calidad se relaciona con la presencia de elementos inorgánicos, como nitratos, arsénico y flúor, así como compuestos orgánicos â?”dañinos para la saludâ?” como hidrocarburos, aromáticos y clorados, que son móviles, persistentes y solubles.
Se trata de un fenómeno que ya se observa en zonas costeras de Colima, Veracruz y Quintana Roo, afirman.
De igual modo, el estudio señala que el incremento de temperatura hará mayor el número de plagas, sobre todo en la agricultura, donde tendrán que usarse cinco por ciento más de plaguicidas.