Como botón, una muestra. Esta madrugada, como a las 13:30 horas un joven universitario se dirigía a su casa y fue interceptado por agentes de la Dirección de Vialidad en la glorieta de los perros rumbo a Comala, a quien, con lujo de violencia, los tránsitos obligaron al muchacho a entregarles la unidad en que viajaba, bajo el argumento de que conducía en estado de ebriedad, no obstante de que se les explicó que no podía estar tomado porque estaba tomando medicamentos contra el dengue, razón por la que se negó a firmar el folio levantado.
El vehículo fue remitido al corralón y el conductor fue dejado en libertad, cuando en realidad debieron remitirlo ante el Ministerio Público, para que diera fe de la veracidad de los agentes uniformados, por lo que será levantada una denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, dado que los tránsitos actuaron de mala fe y no aplicaron el alcoholímetro como debería ser en este tipo de asuntos.
También existen otros antecedentes. A una maestra jubilada le quitaron su vehículo argumentando que traía placas vencidas, cuando en realidad es una unidad americana que cuenta con su documentación, sin embargo, éstos sujetos sin criterio se la llevaron a la dirección de tránsito y no se la entregarán hasta que el dueño vaya por ella, quien se encuentra en los Estados Unidos.
Así se las gastan en la tiarra en donde gobierna Brenda Gutiérrez Vega, una joven mujer que quiere ser gobernadora del estado, quien al parecer no se ha dado cuenta del daño que le están causando a su imagen estos malos servidores públicos que según ellos “solo cumplen con su deber”.