¿DEBE O NO, ESTAR CASADO UN GOBERNADOR?

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Análisis Político

Por: Abel González Sánchez

En toda la historia mexicana siempre aparecen los nombres de las esposas, esposos o parejas sentimentales de nuestros gobernantes más importantes de nuestro país, lo mismo ocurre a nivel mundial, pues el estado civil de un presidente o un gobernador de cualquier entidad, por nuestra misma cultura mexicana, ha sido punto de interés público y tema de investigación periodística, la ciudadanía que acude a votar considera que un gobernante casado tiene más posibilidades de éxito, por sus principios morales y éticos para tomar decisiones relevantes a favor de las familias y del desarrollo social de una nación o un estado.

En la carrera política presidencial reciente, nadie puede negar que la esposa del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller haya influido también para alentar a miles de familias en la votación, no únicamente por su sencillez, discreción y simpatía como mujer, sino también por el hecho de que el candidato estaba casado, pues persiste la idea psicológica cultural de que abona a la garantía para gobernar con mejor armonía, honestidad y equidad.  

A nuestro país le hubiera gustado que la esposa del presidente hubiera fungido como primera dama de México, ya estaba casi acostumbrado, sin embargo fue suprimida esta figura por Obrador quizás por los múltiples errores que se cometieron en el pasado, por los excesos e intromisiones políticas inadecuadas o abusos, aunque en muy pocas primeras damas, como con Carmen Romano de López Portillo o la esposa de Vicente Fox, Martha Sahagún, pues Fox inclusive se casó apenas para iniciar su precampaña presidencial oficial, ya que la nación exige que tengan una familia. En épocas más históricas también valoraban y cuestionaban a los gobernantes, []como cuando se casó Dolores Tosta a los 16 años con el 11 veces presidente Antonio López de Santa Anna (1833-1855), después de la prematura muerte de su primera esposa Inés de la Paz García, generando las grandes críticas de la época.

Pero la mayoría de los mandatarios nacionales han tenido matrimonios estables y varios de ellos con esposas ejemplares en la historia de México, uno de ellos, fue el sólido matrimonio de Benito Juárez y Margarita Maza, quienes mantuvieron una relación que duró 28 años, Margarita ayudó a la par del presidente a miles de familias pobres en forma muy discreta, hasta que falleció la ex primera dama en 1871.

ANALIZANDO A LOS GOBERNADORES Casi la totalidad de las campañas políticas realizadas en los estados, en Colima también, arrancan mediante la presentación de un candidato acompañado por sus esposas o esposos en el caso de las mujeres aspirantes a gobernadoras, pues hemos tenido siete mujeres en el país, y en algunos casos que se encuentran separados, solo se toman la foto como estrategia de campaña y hacen creer a la ciudadanía que tienen una familia integrada, pero solo es para ganar votos, aunque no es un crimen no tener pareja, estar separados o divorciados, pero la gente prefiere votar por quien tiene una familia y su matrimonio estable, el no estarlo solo les resta puntos y es un riesgo para su partido. Pues la gente dice si estando casados algunos se vuelven locos y hacen barbaridades, pues el no estarlo se desbocan más o se desvían más hasta con otros sexos. En diálogo reciente con dos expertos en piscología política aseguran que Colima todavía es muy católico y que un padre o una madre de familia responsable y de buen perfil político es una candidata o candidato con más garantía de una buena votación, pero además afirmaron los expertos analistas de la Unam, un partido quiere mantenerse en el poder después de que finalice su mandato, y los errores o pleitos sentimentales son muy delicados para un gobernante y el partido.    

En varias publicaciones periodísticas señalan que algunos presidentes y gobernadores, han traicionado a sus partidos que los que postula, pues una vez ganando las campañas y asumiendo el poder pierden su autocontrol, pierden piso, hasta golpean a las primeras damas y empiezan a tener dos o tres amantes sin respetar a sus familias, les llevan serenatas alcoholizados a las novias siendo éstos casados, pero así es la política mexicana, una vez que asumen el poder se transforman por no tener formación moral, ni política, dirán ya no habrá reelección, yo pagué la campaña, les importa un comino su partido y su prestigio, otra raya más al tigre de su partido, mas sin embargo quedan manchados primero por sus propias familias, por la sociedad colimense o mexicana para toda su vida.  

DE LAS Y LOS ASPIRANTES A GOBERNADOR EN COLIMA Hasta hoy en realidad no existe en Colima una lista formal de los posibles candidatos de los diferentes partidos en busca de la gubernatura, falta un año, éste análisis no es para valorar a sus parejas, sin embargo sí es un tema para que sus partidos o los aspirantes vayan analizándolo a tiempo, aunque no es tampoco definitivo para los que quieren emprender la carrera para ganar la candidatura oficial de su partido primero y después ganar la gran batalla electoral al final.

Aunque vivimos hoy otra época más moderna en donde los jóvenes ya no quieren casarse mediante lazos legales para luego tener que entablar demandas para divorciarse, pero la cultura mexicana mantiene la idea de que un gobernador es la más alta figura de un estado y exige tener su familia integrada, ya tuvimos a una mujer gobernadora en Colima, Griselda Álvarez, a quien ninguna administración estatal hasta hoy la ha superado por sus obras públicas y por su actuar honesto, respetuoso y muy excelente en su puntualidad y trabajo, a ella la cuestionaron periodísticamente en su campaña porque alegaban que estaba separada de su esposo y había nacido en Jalisco, y sus promotores lo negaban, señalaban que no estaba divorciada y era colimense, pero aun así ganó e hizo una administración pública ejemplar, aunque sabemos que el PRI en aquella época era una verdadera aplanadora, quizás no era tan necesario publicar una foto de pareja o con su familia o publicar su acta de nacimiento, hoy los tiempos han cambiado y mucho políticamente, el PRI ya no es una aplanadora, pues ganó solo dos municipios y pequeños, y bien sabemos en 2021 ningún partido aplanará en Colima si siguen todos con tanta división, sin embargo este tema era conveniente analizarlo.