Por Marco Ruelas Tostado
¡Ya te manchaste las manos de sangre, ya no queda de otra, solo queda entrarle! Te enseñaste a matar temprano, y has tomado el mal camino, no cumples ni los quince años y aun tienes cara de niño. No llores ni te sientas ml, así todos empezamos bienvenido al mundo real ahora ya eres un sicario.
El son de la canción “Niño sicario” del grupo Calibre 50, describe prácticamente lo sucedido el mes pasado en el estado de Chihuahua. Cuando un grupo de niños asesinaron a Cristopher Raymundo Márquez Mora. Con 85 años de historia los narco-corridos nos han venido contando historias que muchos creíamos fueron sacadas de una mente perversa y degenerada, sin embargo hoy en día esas historias ya no asustan a nadie pues nos vienen contando a detalle lo ocurrido o en su defecto lo que está por suceder.
Al 2015, son casi los 6000 niños presos en México, de los cuales 1000 se encuentran detenidos por delitos graves, entre ellos actos de sicarios. Según un informe por parte de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, en el sexenio de Felipe Calderón fueron 5992 los menores detenidos por delitos contra la salud, de ellos 477 mujeres. El 50% de estos casi 6000 niños estudiaron la secundaria, las cifran oscilan entre los 16 y 18 años, 3000 niños fueron los que abandonaron sus casas y el 62% de ellos vivieron en una familia disfuncional, 5000 de ellos trabajaron en la albañilería, comercio ambulante o cargadores antes de pertenecer al crimen organizado.
La familia del niño Cristopher exige justicia y con merecida razón, a lo que me intriga saber, ¿Quién debe ser el juzgado? ¿El niño tiene la culpa de pertenecer a un entorno familiar en donde los valores, educación y oportunidades carecen? ¿En dónde y que estaban haciendo los padres de estos pequeños en ese momento?
Mas allá de buscar justicia encarcelando a estos niños, deberíamos preocuparnos cuál va a ser el futuro de ellos, a los 12 años cometieron un homicidio, ¿Qué van a estar haciendo a sus 24 años?, No es momento de buscar culpables, los hechos nos exigen buscar soluciones y eso, es hacer justicia. Que la muerte de Cristopher no sea en vano y llevemos educación en donde no lo hay y valores en donde carece. Que se otorgue educación a los niños involucrados en el homicidio y un seguimiento puntual a su comportamiento al pasar de los años.
¡Las calles han sido tu escuela y el vandalismo tu vida, pasaste hambres y tristezas la mafia ahora es tu familia! Tan tan.
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