Cuidado: Cómo afectan los parásitos a tu mascota

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CN COLIMANOTICIAS

México.- Los parásitos son organismos vivos que desarrollan su vida en la superficie o en el interior de otro ser vivo, pudiendo llegar a causar enfermedades de diversa evolución.

Los parásitos que pueden llegar a afectar a nuestro perro serían clasificados en dos tipos, dependiendo de su ubicación en el animal:

  • Parásitos externos: viven y desarrollan su actividad en la superficie del animal parasitado.
  • Parásitos internos: viven y desarrollan su actividad en el interior del animal parasitado.

El animal que contiene parásitos, internos o externos, recibe el nombre de ‘hospedador’, y pueden ser:

  • Hospedadores definitivos: aquellos que albergan en su organismo a las formas adultas o maduras del parásito.
  • Hospedadores intermedios: aquellos que albergan en su organismo las formas inmaduras del parásito. Estos hospedadores intermedios pueden, y suelen, ser especies distintas al hospedador definitivo.

El desembarco y colonización del organismo de nuestro perro (hospedador) por los diversos tipos de parásitos se conoce como infestación parasitaria.

La infestación provoca variadas presentaciones, síntomas, según la zona orgánica colonizada, la posible transmisión de enfermedades por el parásito, el número de parásitos que se localizan en el animal, el estado del animal…

Los parásitos internos que pueden afectar a los cánidos familiares también pueden llegar a afectar al ser humano (zoonosis), siendo los más pequeños del hogar y las personas con su sistema inmunitario deprimido los más afectados.

Los parásitos internos se pueden clasificar en dos grandes grupos:

  1. Nematodos o Áscaris: son parásitos largos, de forma cilíndrica y con su estructura más afilada en los extremos. La longitud de los ejemplares adultos puede variar desde el milímetro a más de quince centímetros. La boca suele estar capacitada para adherirse al hospedador y poder alimentarse.
    Los Ascaris más habituales son Toxocara y Toxáscaris.
  2. Cestodos o Tenias: son organismos aplanados, semejantes a una cinta, que casi siempre viven en el intestino delgado del hospedador. Las cabezas de estos parásitos disponen de unos sistemas de extracción, de unos “arpones”, o una combinación de ambos. Algunas especies de Cestodos pueden llegar a medir varios metros de longitud, y un mismo individuo de este grupo de Tenias puede poseer los dos sexos (hermafroditismo). Entre los Cestodos más habituales:
    Echinococus Granulosus.
         . Dipylidium Caninum.

Entre los parásitos externos con mayor incidencia en el perro tenemos:

  • Arácnidos: Garrapatas.
  • Insectos: Pulgas.

Garrapatas

En lo referente a las garrapatas, aparte de la lógica pérdida de sangre del perro, por el hábito de su ingesta (una hembra adulta puede ingerir más de tres cc. del vital fluido, por lo que muchas garrapatas juntas sobre el animal pueden ser causa de anemia), las garrapatas también son causantes de lesiones en la piel, y de la transmisión de importantes enfermedades:

  • Borreliosis o Enfermedad de Lyme
  • Ehrlichiosis
  • Babesiosis

Pulgas

El vampírico hábito alimentario de las pulgas acarrea importantes problemas sanitarios a gran número de personas y animales que habitan el planeta.

La ingestión de sangre no es el único problema, en el acto de picar y succionar se abre la posibilidad a la transmisión de bacterias, protozoos, virus y lombrices que “residen” en el parásito, y no solo eso: la propia picadura de la pulga provoca efectos variables según la sensibilidad individual (alergia) del animal parasitado, la saliva del parásito puede originar irritación, sarpullido y la prácticamente inevitable aparición de un grano de variable prominencia, adornado de un inconfundible halo rojo, en la zona de picadura.

Esto puede complementarse con un molesto picor, lo que conduce al perro a provocarse lesiones por el continuo rascado, lamido o mordisqueo.

Si nos centramos en las enfermedades que pueden transmitir las pulgas recordemos lo comentado de Dypilidium Caninum.

Como hemos podido comprobar, la presencia de parásitos en nuestro querido amigo es algo que debemos tener muy en cuenta, tanto por su salud, como por la nuestra.

La solución

Es fundamental seguir las pautas antiparasitarias que nos recomiende nuestro veterinario, pauta que ha de ser estricta tanto para los parásitos externos, como para los parásitos internos, siendo en más de una ocasión necesaria la combinación de varios fármacos o sistemas para asegurar la adecuada prevención.

Con información de Muy Interesante