Contribuyeron exiliados españoles al desarrollo científico y cultural de México

0

Redacción|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- Leoncio López Ocón dictó la conferencia “La editorial Atlante y la revista ‘Ciencia’, dos iniciativas del exilio en México”, en el archivo Histórico de la Universidad de Colima.

En su exposición, resaltó algunos de los aportes que exiliados españoles realizaron en México sobre la difusión científica mediante la revista “Ciencia” y la editorial Atlante, la cual, más tarde, se convertiría en la editorial Grijalbo.

El investigador español considera que se le ha dado poca importancia al tema; sin embargo, esta editorial cumplió un notable papel en el desarrollo cultural y científico no sólo en México sino también en América Latina, “ya que lograron difundir y explicar, con ejemplos locales, problemáticas que también presentaban otros países”, dijo.

“Los exiliados españoles, al llegar a México durante 1939, buscaron integrar al país que les que dio asilo, obras de calidad que emergían de la migración colectiva; quizás querían sostener con los libros los ideales que habían inspirado su práctica política, en la cual la superación y la investigación habían formado parte de sus prioridades, como ocurrió aquí con el cardenismo”, explicó el especialista.

El movimiento científico que los españoles incorporaron al país no sólo era de carácter informativo, sino que establecía juicios críticos, además de que algunos de los textos eran redactados por investigadores hispanoamericanos. Esto le valió a la revista “Ciencia” el que otras publicaciones se publicitaran en ella, señaló el investigador.

El principal objetivo de los exiliados, mencionó Leoncio López Ocón, “era poner el conocimiento y la educación científica en manos de los ciudadanos; por tal motivo, varios científicos se tuvieron que convertir en una especie de políticos, para lograr que la ciencia ingresara en la cultura nacional mediante libros y la propia revista”.

Pese a estos esfuerzos, la revista comenzó a declinar y sobrevinieron diversos problemas para la editorial Atlante, que estaba bajo la tutela de Manuel Sánchez, Estanislao Luis Fonseti y Juan Grijalbo. Este último se quedaría al mando del proyecto hasta convertirlo en la actual editorial que lleva su apellido.