Colimenses no Aceptan la Versión del Accidente

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    Esta es y ha sido la pregunta que se han hecho miles de colimenses respecto al fallecimiento del gobernador. Por ello, en este reportaje haremos un recuento de lo sucedido y las versiones que se han vertido en torno a este caso que aún mantiene lastimada a la sociedad de Colima, en especial a las familias de las víctimas.

    El 24 de Febrero de 2005, aproximadamente a las 15:30 hora local, un Jet Commander 1121, matrícula XC-COL, resultó destrozado cuando se impactó con el terreno después de la pérdida de control, cerca de El Zapotito, Michoacán, México.

    Los 2 pilotos y 5 pasajeros fallecieron con el impacto. El avión, número de serie 279, era propiedad del Gobierno del estado de Colima, México. Había condiciones meteorológicas visuales. El vuelo se había originado en Toluca a las 1510, con destino a Colima.

    De acuerdo a lo registrado en la caja negra que al principio se negaba su existencia, pero que después apareció, se hace evidente que no existieron condiciones meteorológicas adversas, no se registró fuego en la cabina, no hubo despresurización, los sistemas y motores trabajaron bien a excepción del sistema de control de vuelo, la tripulación trabajó de acuerdo a los procedimientos establecidos por el fabricante y la compañía de capacitación (Simufly de Dallas Tejas), por lo que no se percibe que se haya registrado algún error humano.

    LA TRAGEDIA DEL 24 DE FEBRERO DE 2005

    Gustavo Vázquez Montes, gobernador de Colima, falleció junto con cuatro funcionarios más de su gabinete, un empresario, el piloto y copiloto, luego de que el jet en el que viajaban se desplomara en el sureste michoacano  A las 23:00 horas, el procurador de Michoacán, Miguel Angel Arellano, informó que las labores de rescate de los cuerpos fueron suspendidas debido al mal tiempo y a las condiciones de la zona montañosa del lugar donde se registró el accidente.

    La Secretaría de Comunicaciones y Transportes informó que a las 15:16 horas, el avión tipo West Wind .24, con matrícula XC-COL, despegó del aeropuerto internacional de Toluca y tenía como destino Colima.

    Alrededor de las 15:34 horas, la aeronave perdió comunicación con la torre de control aéreo. Más tarde se confirmó que la unidad pudo precipitarse sobre la comunidad El Zapotito, municipio de Tzitzio, a más de 60 kilómetros de Morelia.

    Las autoridades michoacanas, entre ellas el director de Seguridad Pública, Rogelio Zarazúa, y el procurador, Miguel Angel Arellano, comunicaron que carecían de datos para poder emitir una declaración sobre las causas del percance.

    En la aeronave, además del gobernador, viajaban Roberto Preciado, secretario de Turismo y Luis Barreda, secretario de Finanzas.

    Asimismo, Guillermo Díaz, director de Turismo; el empresario Alejandro Dávila; el piloto Mario Torres, y el copiloto Germán Ascencio.

    Hasta las 21:00 horas, elementos de la AFI, miembros del Ejército, así como personal de Protección Civil realizaban labores en la sierra michoacana para recuperar los cuerpos y rescatar la caja negra del aparato, para saber con precisión las causas del accidente.

    EMERGENCIA: “LA NAVE REGISTRA FALLAS..”

    Apenas 18 minutos después de haber despegado del aeropuerto de Toluca, y tras recorrer unos 150 kilómetros a unos 7 kilómetros de altura, los controladores del Centro México, en el DF, recibieron la única llamada de auxilio.

    “Centro México, Centro México, tenemos una emergencia, la nave registra fallas mecánicas y un incendio en la cabina. Solicitamos un descenso de emergencia en el aeropuerto de Morelia…”.

    Los controladores de tráfico aéreo pidieron al capitán de la aeronave repetir la emergencia. Pero no recibieron respuesta.

    Las primeras hipótesis del Centro México es que el jet registró fallas en sus sistemas eléctricos y mecánicos, que provocaron un incendio en la cabina y una despresurización.

    Bajo este escenario, cabe la posibilidad de que los pilotos no pudieran controlar la emergencia, que entraran en pánico y perdieran el control del avión.

    Al momento en que se confirmó la pérdida de contacto con el radar, a las 16:20 horas, el Centro México activó los servicios de emergencia.

    Reportó el hecho a la Dirección General de Aeronáutica Civil, a las comandancias de los aeropuertos de Colima y Toluca, llamó a los bomberos y a los servicios de protección civil de Michoacán, a quienes informó la última ubicación de la aeronave.

    Versiones de habitantes de El Zapotito revelan que escucharon una fuerte explosión que coincidía con la última posición del jet.

    A las 17:20 horas, el avión fue localizado impactado contra el terreno, cerca del poblado de Tzitzio, a 18 millas al sureste de Morelia, informándose que sus ocupantes resultaron con lesiones fatales.

    En la zona del desplome se puede observar que el fuselaje del aeroplano quedó totalmente destruido, además de que los restos del aparato donde viajaba el gobernador quedaron esparcidos entre la maleza.

    La bitácora de vuelo quedó calcinada y la caja negra sigue sin ser localizada por los cuerpos de rescate.

    A las 21:00 horas, el secretario General de Gobierno, Arnoldo Ochoa, dio una conferencia de prensa con datos de Protección Civil de Michoacán, en la que se confirmó la muerte del gobernador.

    TURBULENCIA, EN EL TRIÁNGULO DE LA MUERTE

    Zona agreste e incomunicada, donde se talan de manera clandestina infinidad de árboles de maderas preciosas y algunos predios son utilizados para cultivos ilícitos, en fin, el Michoacán bronco, es el punto donde se desplomó la aeronave del gobierno de Colima, accidente donde murieron el gobernador Gustavo Vázquez Montes y sus seis acompañantes.

    San Antonio Villalongín es la región que abarca los límites de los municipios de Tzitzio, Hidalgo, Nocupétaro y Tiquicheo, zona de alta marginación, cuyas vías de comunicación se traducen en caminos de herradura, con espesos bosques semitropicales y profundas cañadas con acantilados, la zona de transición de la región fría a la Tierra Caliente michoacana.

    La ruta normal desde la ciudad de Morelia es por la antigua salida a México, la carretera Mil Cumbres, para desviarse en el cruce con El Temascal, a 27 kilómetros de la capital michoacana, para arribar después de 15 kilómetros por una carretera destruida, a la cabecera del municipio de Tzitzio, hasta donde termina el poco pavimento que conserva la ruta.

    La brecha que conduce a los poblados de Copuyo, Tafetán, El Devanador y El Limón de Papatzindán, este último ya en el municipio de Tiquicheo, para retomar nuevamente el camino pavimentado procedente de Zitácuaro, es de escasos 35 kilómetros, sin embargo, debido al descuido del camino y lo accidentado de la topografía, el tránsito vehicular, que únicamente se puede realizar en vehículo de doble tracción o de alto tonelaje, se realiza en ese tramo, en mas de dos horas.

    La nave del gobierno de Colima, supuestamente al tratar de ahorrar tiempo y cruzar en línea recta del estado de México a Colima, atravesó esta zona, que hasta los mas experimentados pilotos michoacanos eluden, y se desplomó en las inmediaciones del cerro del Zapotito, al sur de la tenencia de Tafetán, donde los escasos habitantes que radican en chozas aisladas y separadas una de otra por varios kilómetros, presumen de ser el “Michoacán Bronco, donde sólo los militares se atreven”.

    En esa misma zona, en 1991, se registró un accidente aéreo similar, cuando una nave propiedad de la Organización Ramírez, que realizaba  un vuelo de Zihuatanejo a Morelia, también se desplomó, ocasionando la muerte de varias jovencitas.

    Pilotos michoacanos experimentados, comentan que eluden sus vuelos por esa zona, debido a que en ese punto geográfico chocan los vientos de la tierra fría con la tierra caliente, lo que ocasiona turbulencias de gran magnitud y fuerza.

    PGR DESCARTA ATENTADO Y CONCLUYE FALLAS EN LA AERONAVE

    El 20 de octubre de 2003, de acuerdo a los dictámenes emitidos por la Dirección General de Coordinación de Servicios Periciales y la Subprocuraduría de Control Regional de Procedimiento Penal y Amparo de la Procuraduría General de la República (PGR), la causa del accidente aéreo en el que perdieron la vida el gobernador Gustavo Alberto Vázquez Montes, funcionarios de su administración y la tripulación de la nave en que viajaban, el 25 de febrero del año pasado, se debió exclusivamente a fallas mecánicas en los sistemas de control, no a un atentado ni a disturbios provocados, como también lo informó la Dirección de Aeronáutica Civil.

    Durante la conferencia de prensa celebrada en la ciudad de Morelia, Michoacán, a la que asistieron la directora general de Gobierno, Yolanda Verduzco Guzmán, y Jaime Vázquez Montes, hermano del ex mandatario, la delegación estatal de la PGR, que encabeza Martín Rubio Millán, hizo un recuento de los hechos ocurridos, así como de los procedimientos e investigaciones que en materia ministerial se llevaron a cabo a partir de la fecha del siniestro.

    Por su parte, Miguel Óscar Aguilar Ruiz, director de Asuntos Periciales de la dependencia federal, auxiliado por el cuerpo de peritos en criminalística, fotografía y genética forense, así como peritos en telemática, quienes elaboraron dicho dictamen, presentaron una animación en la que explicaron con detalle los pormenores del accidente y la trayectoria de la nave al precipitarse a tierra.

    En esta exposición se explicó que profesionalmente se trataba de una tripulación con suficiente capacidad técnica como para conducir este tipo de aeronave y se acreditaba en la licencia que portaba, así como el cumplimiento de toda la normatividad que exige la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, como la ficha técnica de los capitanes y pilotos aviadores, Germán Ascencio y Mario Torres.

    Respecto al informe meteorológico aeronáutico elaborado por el servicio de navegación y espacio aéreo mexicano aquel día, Aguilar Ruiz dijo que eran adecuadas y seguras al momento del vuelo, además de que se tenía en esa área una visibilidad de aproximadamente siete millas, lo que significa condiciones favorables para la navegación.

    En su intervención, los peritos señalaron que de acuerdo a su metodología de investigación se descarta la hipótesis de un posible atentado, o de una posible explosión al igual que lo que tiene que ver con las condiciones climatológicas

    Al hablar de los daños que sufrió la nave, los funcionarios de la PGR comentaron que se trato de una pérdida total desde el punto de vista de la polifragmentación que sufrió, y en virtud de caer en un terreno rústico, donde prácticamente y afortunadamente no hubo daños a terceros en bienes inmuebles que ahí estuvieran.

    A partir de ese momento inicia la labor aeronáutica de los expertos: “se determinó, por el grado del impacto, que sería conveniente descartar que los motores no presentaran, o bien, presentaran alguna falla, para lo cual se trasladaron –junto con el personal– al laboratorio específico de fabricantes, en la ciudad de Phoenix, Arizona, donde estos análisis constataron que al momento inclusive del impacto, estos seguían funcionando normalmente, por lo cual, se descartó que el accidente se debiera a falla en los motores. Es decir, los motores cumplían con todas las normas técnicas del fabricante, y de acuerdo a la experiencia de los señores peritos, ellos descartaron esta hipótesis, también, el no presentar ninguna falla.

    Señalaron que según los datos traducidos y analizados en el National Transportation Safety Board, de Washington, se determinó que de acuerdo a las maniobras y el contacto que tuvieron los pilotos con las distintas torres de control a partir de las 15 horas con 30 minutos para tratar de solucionar el problema, no demostraban algo caro por lo que acudieron al Instituto Politécnico Nacional, donde se tiene laboratorios muy completos en el área mecánica e Ingeniería Mecánica Aeronáutica.

    “Ahí se logró determinar que en parte de los componentes, en lo que le llaman ellos el sistema de “bisagra” del estabilizador horizontal y el actualor de la superficie hipersustentadora, se encontró excesiva contaminación, residuos sólidos, orgánicos e inorgánicos, debido a la presencia inclusive de grasa seca, contaminada, así como residuos de fricción e impurezas incrustadas entre los componentes, determinando de esta manera que la condición del componente nos indica que pudo haber existido una probable falla de funcionamiento del empenaje horizontal, que es toda la parte posterior de la aeronave en donde se concentran los controles para cualquier tipo de la dirección del avión”.

    Manifestó que en esa parte se encontró realmente la falla y se determinó esta teoría por parte de gente del Politécnico. “Esto nos da la pauta para que los señores peritos señalen que, tomando en consideración todos los estudios que ustedes ven plasmados en la lámina, la causa del accidente se debió precisamente a la pérdida de control de la aeronave, provocada por una falla del sistema interestabilizador, sin que la tripulación pudiera evitar el impacto. Se descartó entonces como factor del accidente el que pudiera ser un atentado, el que hubiera un error humano, o bien, a las condiciones meteorológicas”.

    Al tomar la palabra el capitán José Luis Candiani, mencionó que como expertos de la aviación también llegaron a la conclusión de que existió un problema en el estabilizador horizontal, es decir, en la parte trasera que comúnmente y técnicamente se le dice “penaje” y que es en donde se concentran los controles que son dirigidos desde la parte delantera de la cabina de pilotos para que puedan subir o bajar la nariz de la aeronave.

    “Al fallar esta parte, los pilotos pierden el control de la aeronave y ésta tiende a caer e irse de picada. Los pilotos, como ustedes escucharon en la propia grabación, en todo momento van peleando, tratando de recuperar la caída de la aeronave para evitar que se impacten, cosa que no lo logran, hasta impactarse.
    Eso independientemente de que los pilotos van analizando todo su sistema hidráulico Y neumático, van checando todo para ver si efectivamente no había otra falla, pero definitivamente ellos mismos declaran que es un problema de control y de vuelo”.

    Finalmente, Gilberto Higuera Bernal, subprocurador de Control Regional, Procedimiento Penal y Amparo de la PGR, expresó que después de conocer las investigaciones ministeriales y su parte técnica en materia aeronáutica, en estos momentos la Procuraduría General de la República está analizando cuál es la determinación y la resolución que habrá de dictarse en esta averiguación previa, la cual en unos días más se estará comunicando y notificando a las partes que jurídicamente tienen acreditado interés en el caso.

    CONTINUARÁ….