Esta estafa representa la evolución más reciente del Cártel Jalisco Nueva Generación, un grupo que está arraigado en sectores legales e ilegales de la economía, apuntó The New York Times.
Personas que trabajan para el grupo criminal se hacen pasar por representantes de ventas y llaman a los dueños de las propiedades de tiempo compartido para ofrecerles recomprar sus inversiones por sumas generosas de dinero.
Después, exigen pagos por adelantado con cualquier pretexto, desde publicar anuncios hasta pagar multas gubernamentales.
Tras ese paso, viene el acto final: los “representantes” persuaden a sus víctimas para que transfieran grandes cantidades de dinero a México, a veces hasta de cientos miles de dólares, y luego desaparecen.