Chivas no sale de la mediocridad: 0-0 con Toluca

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*Rafael Márquez Lugo dejó ir una pena máxima en el primer tiempo, con lo que el Rebaño igualó en casa sin anotaciones ante los mexiquenses.

César Huerta/Corresponsal|El Universal

Guadalajara, Jalisco.- Contrastes. Alfredo Talavera, un diablo vestido de blanco, recibe los abrazos y felicitaciones. La pelota lejos de su arco tras atajar un penal es el premio máximo. Para un arquero, es como marcar un gol. Rafael Márquez Lugo, en cambio, se convierte en el hombre más solitario dentro del Estadio Omnilife. Le quitó la pelota a dos compañeros para fallar. Chivas no encuentra el arco y se conforma apenas con un 0-0, como local, frente a Toluca.

En el Guadalajara aparecen signos de mejoría durante la primera parte. Los laterales, Miguel Ponce y Jesús Sánchez, entienden la vocación ofensiva que requiere el planteamiento propuesto por Juan Carlos Ortega y se convierten en volantes que ayudan en la generación. Chivas luce, durante algunos minutos, no tan “chato” como en otras ocasiones.

Así es como encuentra mayor claridad. Apenas al minuto dos, una pelota filtrada deja solo a Rafael Márquez Lugo, que encara al portero Alfredo Talavera y cuando lo ve salir al achique, define por arriba. El esférico no alcanza a bajar y se va encima del arco.

Carlos Fierro es titular en el lugar que, por jerarquía, debería ser de Marco Fabián, quien ha sido condenado a la banca desde el episodio en el que finalmente descartó una oferta millonaria del futbol de Qatar.

Y el campeón del mundo Sub-17 en 2011 responde. Una descolgada suya, por derecha, termina con un centro raso. Márquez Lugo hace la pantalla y deja pasar la redonda, que llega a “Chatón” Enríquez, cuyo remate de zurda carece de potencia y colocación. Se escurre por un costado, al ‘9.

Guadalajara tiene la pelota y establece el ritmo. A diferencia de otros encuentros, esta vez sí general. Al menos en el arranque. Fierro avisa con otro remate cruzado que Talavera detiene al recostarse sobre su derecha (’11) y De Nigris cabecea por un costado (’17) en dos avisos más sobre el arco visitante.

Inclusive, Chivas se atreve a triangular. Aldo de Nigris le devuelve, dentro del área, a Rafael Márquez Lugo quien manda un centro fuerte para que cierre Miguel Ponce, quien estira la zurda lo más que puede, pero no alcanza a empujar, al ‘22.

En definitiva, el conjunto tapatío, tiene una cara diferente, pero resulta igual de improductiva. Y en el futbol, toda mejoría que no se refleja en el marcador, es un acto demagógico que adorna la forma, aunque el fondo permanezca intacto. El fin de una crisis requiere, forzosamente, resultados.

Toluca no es el de siempre. Pablo Velázquez es hoy un fantasma solitario y Antonio Naelson no genera con la claridad de otras citas en la cancha. Pero a pesar del mal inicio, logra equilibrar. No para ofender, pero sí al menos para no ser tan ofendido. El duelo se traba, pierde intensidad y emoción.

Dentro del monótono choque de dos fuerzas que se anulan, cuando nadie lo esperaba, aparece un pelotazo cruzado. Aldo de Nigris controla por la izquierda, dentro del área. Se quita la marca de Francisco Gamboa, que levanta demasiado la pierna. Hay contacto. El rojiblanco cae. Francisco Chacón señala el manchón penal.

El propio Aldo de Nigris pide el esférico para cobrar. Héctor Reynoso cruza el campo hasta el área contraria por la misma razón. Pero Rafael Márquez Lugo le dice “no” a sus compañeros. La pelota es suya en uno de esos instantes de seguridad propios de los poco a poco se convierten en referentes de un equipo.

Acomoda la bola en el manchón y mira fijamente el arco. Alfredo Talavera se agiganta bajo los tres palos. Vestido completamente de blanco se convierte en una figura de proporciones irreales. Gana, de entrada, el duelo mental al atacante local. El arquero estira la mano izquierda y le señala dónde quiere que le cobre el penal.

Márquez Lugo, obediente, dispara justo ahí. Talavera se tiende y tapa el disparo. Márquez Lugo es probablemente el mejor jugador de Chivas en lo que va de su caótico torneo. Hoy ha fallado. Deja escapar la oportunidad de tomar ventaja, al ’42.

Para el complemento, vuelve el tedio producto de presenciar dos fuerzas que se anulan. Chivas quiere más, pero un tiro desviado de Patricio Araujo (’50) no es suficiente para hacer una declaratoria seria de su intención de ganar. Los Diablos Rojos, por su parte, se encuentran con una, pero Francisco Gamboa, agregado al ataque, cruza demasiado el derechazo dentro del área (’55).

Marco Fabián recibe su oportunidad al ’65. El cambio por Aldo de Nigris exhibe los contrastes del futbol: aplausos para quien se va por su esfuerzo dentro del campo y abucheos para el que ingresa, por haber considerado la posibilidad de abandonar a Chivas para ganar mucho más dinero en Qatar. El camino rumbo al perdón de la afición es todavía largo.

Toluca parece, por momentos, tener la ambición de soltarse un poco dentro del terreno de juego, pero apenas alcanza para un cabezazo desviado de Isaac Brizuela (’73). Eso no basta cuando se trata de buscar una victoria como visitante.

El Guadalajara de los minutos finales es muy parecido al de casi todo el torneo. Muy distinto al que arrancó este enfrentamiento con el Diablo. Tenencia de pelota, sí. Producción de peligro, no. Por si fuera poco, pierde a su capitán, Héctor Reynoso, que abandona el campo lesionado, al ’83.

Hay mejoría, por momentos. Pero mientras no vengan los resultados, eso es mera demagogia. El 0-0 en la jornada ocho sirve de poco. Chivas no encuentra la victoria que tanto le urgía. Suma sólo cinco puntos de 21 disputados. El técnico Juan Carlos Ortega sigue sin ganar en la Liga y la grandeza histórica del Guadalajara se mancilla partido tras partido.