C5, RETO DEFINITIVO  (Previsión y disuasión del delito, la clave, dice Indira)

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana.

Enero ha comenzado con una manifestación criminal incesante. Todos los días, entre ejecuciones y accidentes de tránsito en nuestras carreteras y aún en zonas urbanas con movimiento importante de personas y vehículos ligeros y pesados, nuestra entidad se muestra como un lugar sumamente peligroso para algunos sectores en especial pero también para la población en general que es víctima de atracos y violencia de la más amplia raigambre y de un entorno social (y carretero)que no mejora. Hay gente descuartizada y ejecuciones al por mayor por muchas partes.

No dudo que el gobierno federal, el estatal y los ayuntamientos hacen lo que está a su alcance para dar viabilidad a una vida libre de fenómenos violentos. Más policías, más patrullas, quizás más organización y coordinación de las fuerzas policíacas, más uso de la inteligencia y la acción de la Marina y el Ejército, harían pensar que se transita por el camino correcto, que todo se arreglará, pero lo que está ocurriendo las primeras semanas del año ofrecen un panorama complejo y difícil. Con su violencia, la delincuencia reta al Estado, sin duda.

Urge dar con la tecla del entramado que servirá para recuperar condiciones de antaño, en que las familias eran verdaderamente felices porque había tranquilidad y paz para todos. Eran infrecuentes los hechos de sangre y la confianza en las autoridades en general   reinaba por sobre la incertidumbre, la inseguridad y el desorden.

Esa recomposición que tanto urge no es tarea fácil para ningún gobierno porque se dejó crecer la disgregación. Aunque los gobiernos sabían de ese proceso autodestructivo en lo político y en lo moral, poco se hizo para frenarlo y cuando se quiso reaccionar fue demasiado tarde.

Es por eso que hoy se vive en una atmósfera que para la mayoría resulta atroz. Han crecido los conflictos y la política, que es la arena crucial donde tienen que dirimirse los problemas con civilidad, está resultando una vía poco frecuentada. Gran parte de población está doliente por la pandemia y desconcertada porque la economía, el empleo y la seguridad no mejoran. La inflación está muy arriba. Las cosas no pintan bien para este año.

Es en esta circunstancia cuando la gobernadora Indira Vizcaíno toca un punto muy importante para el mejoramiento de la vida social: que el C5 “no sea un elefante blanco”, es decir, un sistema de tecnologías de punta, un gran edificio cuya construcción resultó carísima y sobre la cual las autoridades tendrán que   informar puntualmente una vez y se tengan las auditorias finales. Ha de recordarse que la Auditoria Superior de la Federación desde cuando le echó el ojo a esa obra porque observó muchas cosas raras relacionadas con el financiamiento, además de que fue como un barril sin fondo.

Luego, ese Centro 5 C5 ( Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad) , tiene que equiparse con tecnologías modernas “inteligentes” para ofrecer calidad en los servicios, y de esa forma evitar que sea una alternativa para la seguridad poco útil. Esto sería desastroso por la etapa actual que vive Colima, donde no hay reposo en la actividad de la delincuencia en general.

Dijo bien Indira: el C5 es una inversión muy costosa como para desaprovecharla; incluso, agregó, ha de ser una “herramienta para ayudar en la prevención y disuasión del delito”.  En este punto último hay mucho que decir; para empezar, debe insistirse en potenciar nuestra educación, en recuperar la esencia de las familias induciendo que deben permanecer unidas porque esa es su mejor defensa contra toda adversidad. Las tasas de delitos se han disparado porque la integridad de las familias ha venido de bajada, poco se ha invertido en políticas públicas que refuercen su estabilidad y la orientación correcta para que trasmitan a los suyos valores fundamentales

La seguridad, por otra parte, debe atenderse de manera integral, desde la prevención del delito hasta la readaptación social, pasando por una procuración y administración de una justicia eficaz, transparente y expedita. Como cita la gobernadora,  la prevención y la disuasión son factores que tienen que trabajarse para construir una Sociedad de Derechos, donde cada mexicano ejerza todos los derechos que reconoce la Constitución. Ha de trabajarse de manera integral, a través de la educación, la salud, la cultura, el deporte y la generación de oportunidades para erradicar las causas que generan la violencia. Más patrullas policíacas circulando es un buen esfuerzo en pro de la seguridad, pero ir a las causas de la comisión de delitos es todavía mejor.

En esa dinámica de intereses sociales, el Derecho tiene que aparecerse con fuerza como la institucionalización del orden y los gobernantes están obligados a hacerlo valer sin excepción. Frente a la espontaneidad, iniciativa y dinamismo del poder político, por una parte, y la libertad de acción y organización de los ciudadanos por la otra, el Derecho debe representar el elemento de peso, de resistencia, que da una estructura formal, firme y segura a las actividades políticas y sociales.

Es así que, garantizando la seguridad de los ciudadanos, el Derecho surgirá con toda su luz para dar paso a la felicidad de todos.