Carlos García Lemus|COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- A dos semanas de la jornada electoral del pasado 7 de junio y luego de que se han entregado las constancias de mayoría a quienes obtuvieron más votos para los distintos cargos de elección popular que estuvieron en disputa, es tiempo de análisis y reflexión al interior de los partidos políticos sobre los resultados obtenidos y las perspectivas para futuras elecciones.
De entrada, como ya hemos señalado, la elección fue histórica para el estado de Colima y el país entero, por varias circunstancias:
Por vez primera en la historia de México, una elección para gobernador se fue al conteo voto por voto, casilla por casilla, siendo el ganador el candidato de la Coalición PRI-PANAL-PVEM, José Ignacio Peralta Sánchez, con 119 mil 427 votos contra 118 mil 921 del panista Jorge Luis Preciado Rodríguez, una diferencia de 506 votos.
Por primera vez también, el PAN tendrá el control del Congreso del Estado, al ganar 10 de los 16 distritos locales. Se espera que tras el reparto de las diputaciones plurinominales la LVII legislatura quede integrada por 12 diputados del PAN, 9 del PRI, 1 de Movimiento Ciudadano, 1 de Nueva Alianza, 1 del PT y 1 del PVEM.
Nunca en la historia política del estado, el PRI había perdido en 8 municipios, ahora sólo tendrá ayuntamientos en Comala e Ixtlahuacán.
Por vez primera, el PVEM alcanza dos ayuntamientos: Armería y Minatitlán.
También por vez primera el PAN triunfa en seis municipios, entre ellos los cuatro más importantes: Colima, Villa de Álvarez, Manzanillo y Tecomán.
Por todo eso la jornada electoral resultó histórica y deja muchos puntos a analizar por parte de los partidos políticos y señales claras de rechazo de los colimenses a ciertas formas de ver y de hacer política.
PRI VAPULEADO
Ya el ganador de la elección a gobernador, José Ignacio Peralta Sánchez, ha declarado que si bien no se trata de buscar culpables de la estrepitosa derrota del tricolor a nivel de ayuntamientos y diputaciones locales, sí es momento de hacer un análisis para saber en qué fallaron y qué es lo que pueden hacer para tratar de revertir esta situación.
Lo rescatable para el partido aún en el poder, es que mantendrán la gubernatura, pues a pesar de lo cerrada de la contienda, lograron el triunfo de Nacho Peralta sobre Jorge Luis Preciado, gracias también a su coalición con el Verde y Nueva Alianza.
Sin embargo, en lo referente a las otras elecciones, el mensaje de los colimenses en contra del PRI fue abrumador. Contundente. En seis municipios los electores rechazaron a los candidatos del tricolor, al igual que en 10 de los 16 distritos electorales locales.
Entre otros mensajes, quedó demostrado que los colimenses están cansados ya de candidaturas de esposas de ex gobernadores o gobernadores y de sus familiares. Las derrotas de Hilda Ceballos, Alma Delia Arreola y Norma Galindo no dejan ninguna duda.
Quienes pensaban que ser la esposa de un ex gobernador o de un gobernador era garantía de triunfo, ya conocen lo que los colimenses piensan al respecto.
Otro asunto que está muy claro (desde hace varias elecciones), es la descomposición del PRI en Manzanillo, donde no se ve quién, ni cómo, pueda rescatar al tricolor de las ya repetidas derrotas ante el PAN.
Se habla de división, de traiciones, de mala elección de candidatos. Lo que sea, pero lo único cierto es que desde hace muchos años el PRI en Manzanillo no existe como una auténtica opción de triunfo.
En Tecomán el caso es distinto pues se ha dado una alternancia entre el PRI y el PAN, como ocurre también con la diputación federal por ese distrito, actualmente en manos del PRI, pero que pasará al blanquiazul tras el triunfo de Eloísa Chavarrías (una ex priista que nunca fue tomado en cuenta en ese partido para darle esa oportunidad).
En Colima capital también es diferente, pues ha habido alternancia, aunque el PRI llevaba tres trienios consecutivos con ese cargo y de hecho la elección estuvo muy cerrada, con una diferencia de sólo 112 votos entre el ganador panista Héctor Insúa y el priista Óscar Valdovinos.
En Villa de Álvarez es también frecuente la alternancia entre el PAN y el PRI. En esta ocasión desde un principio muchos señalaban que Oswy Delgado no era un candidato que pudiera pelearle a la panista Yulenny Cortés, lo que al final de cuentas se comprobó.
En cuanto a las diputaciones locales, ya hemos señalado que el PRI debe estar consciente de los errores que se cometieron al momento de elegir candidatos, lo que les costará muy caro, pues por primera vez no tendrán mayoría ni control de la legislatura local y habrá que ver qué tanto puede afectar eso a la administración que encabezará Nacho Peralta.
En cuanto a la relación entre los futuros ayuntamientos y el gobernador del estado, mucho se ha especulado sobre lo difícil que será para Nacho Peralta gobernar.
De hecho aquí la cosa está mucho más clara que en cuanto a la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo. A los ayuntamientos panistas, no les quedará de otra más que llevar una buena relación institucional con el Ejecutivo del estado. A ellos no les conviene pelearse con el gobernador.
Por el bien de sus respectivos municipios, deben dejar atrás la contienda electoral y mostrar disposición para hacer equipo (verdaderamente y no de dientes para afuera), con Nacho Peralta.
Es un hecho que los ayuntamientos necesitan más del gobernador que éste de aquellos, lo mismo para la gestión de recursos que para la presentación y aprobación de proyectos y muchas cosas más.
No hay que olvidar la grave situación financiera que atraviesan todos los municipios del estado, misma que no se resolverá simplemente con la llegada de gobiernos panistas.
Para el PRI es urgente ponerse a trabajar desde ahora en todo lo que identifiquen como fallas de este proceso electoral, para evitar que en todo el estado se replique el fenómeno de Manzanillo, dónde no se ve la forma en que el PRI vuelva a ser competitivo.
De ahora en adelante los ojos de la población están más atentos para saber cómo será integrado el nuevo equipo de colaboradores del próximo gobierno y saber si el mensaje de la elección la entendieron de verdad.
PAN A CONSOLIDAR
A pesar de la cerrada derrota en la elección de gobernador, el PAN tiene mucho que celebrar tras los comicios del pasado 7 de junio.
Ganar 6 alcaldías, 10 diputaciones locales de mayoría y la diputación federal por el Distrito 2, es el mejor logro alcanzado por el partido en Colima.
Logran el tan ansiado por ellos control del Congreso del Estado, con lo cual será un auténtico contrapeso del Ejecutivo y gobernarán también a la mayoría de los colimenses, al tener los cuatro municipios de mayor población (Colima, Villa de Álvarez, Manzanillo y Tecomán).
Es una oportunidad histórica para el blanquiazul en el estado y dependerá ahora de ellos el hacer buenos gobiernos municipales, el manejar con responsabilidad su mayoría en el Congreso del Estado, para que los colimenses les refrenden su confianza en futuras elecciones.
Como señalamos, mal harían los panistas en no darle la vuelta a la página de los comicios del 2015 y seguir peleando con quien será el próximo gobernador del estado.
Nadie puede negar la excelente campaña (en cuanto a penetración en el electorado) que realizó Jorge Luis Preciado Rodríguez, que estuvo a punto de llevarlo al triunfo. Pero perdió por 506 votos y se ve difícil que eso pueda cambiar en los tribunales electorales.
Por ello, los abanderados del PAN que cuentan hoy con sus constancias de mayoría deben estar conscientes y, sobre todo, con la mejor disposición de trabajar en equipo con un gobierno federal y un gobierno estatal priistas. Esa es una realidad a la que deben acoplarse desde ya.
Finalmente es verdad que a los ciudadanos lo que les interesan son los resultados y una vez siendo gobierno, les van a exigir los mismo a los azules que a los verdes o rojos.
Parece un lugar común, pero en verdad hay muchos que ya como autoridad no entienden eso y quieren seguir haciendo política de la mala, del ataque y la descalificación a sus adversarios y no de respuestas apropiadas y prontas a la ciudadanía.
El mapa político de la entidad cambió radicalmente. La ciudadanía ya decidió. Aprobó y reprobó en las urnas. Es tiempo de trabajar, de prepararse desde ya para una vez iniciados los gobiernos estatal y municipales, se empiecen a cumplir los compromisos adquiridos en campaña.
De lo contrario, de nada habrá servido el esfuerzo ciudadano de participar en la elección y algunos de los que hoy ganaron con el respaldo de los colimenses, serán rechazados por ellos mismos en futuras contiendas.