Aunque se parecen, ansiedad y depresión no son lo mismo: investigador

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Redacción|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- De acuerdo con Juan Francisco Rodríguez Landa, investigador del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana, las estadísticas epidemiológicas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que por cada tres mujeres que presentan ansiedad, sólo un hombre la presenta; en cambio, cuando se da un cuadro depresivo, por cada tres hombres que se quitan la vida, sólo una mujer lo hace.

Rodríguez Landa, quien impartió la conferencia “Ansiedad y depresión” durante la expo neuro 2015 organizada por la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima, explicó que esto se debe en gran medida a la producción de hormonas femeninas, que se encargan de regular el nivel de estrés cuando se presenta una depresión, algo que no ocurre con los varones.

Aunque la depresión es una enfermedad psiquiátrica de estado de ánimo y afectivo, comentó el investigador Veracruzano, puede confundirse con la ansiedad, dado a que tiene síntomas similares.

“La diferencia –explicó– es que la ansiedad es un síntoma normal hasta cierto punto en los seres humano; es una forma de alertarnos que algo allá afuera nos está poniendo en riesgo. Por ejemplo, cuando entramos a una tómbola y esperamos los resultados, tenemos esa ansiedad hasta saber el resultado. En cambio, ésta se vuelve patológica cuando a pesar de que el estímulo ya no se encuentra seguimos presentando dicha ansiedad. Así, cuando tenemos problemas en el trabajo y no lo podemos resolver, estamos todo el día pensando en eso, lo que provoca que no nos concentremos; a veces da mucho apetito, mientras que otras no tenemos ganas de comer”.

Este último tipo de ansiedad, dijo, es la que puede desencadenar un trastorno depresivo, “por lo que la diferencia entre la ansiedad y la depresión es que en la primera se siente desánimo, melancolía y en la segunda se tiene anhedonia; es decir, se pierde el placer de hacer lo que nos gusta”.

La amígdala, añadió Rodríguez Landa, es la principal estructura que no funciona bien cuando se presenta el trastorno de la ansiedad; “esto se debe a la falta del ácido gamma aminobutírico (GABA), encargado regular sus procesos; la falta de esta sustancia en la amígdala hace que trabaje en exceso, lo que afecta a otras estructuras como la parte del hipocampo relacionada con la memoria, por eso, alguien que está ansioso no aprende. Además, afecta la corteza del cerebro, sobre todo la corteza prefrontal, que es la zona donde se lleva a cabo el proceso la toma de decisiones”.

En cambio, dijo, en la depresión influyen neurotransmisores como la serotonina, la  dopamina, noradrenalina y GABA, “sustancias que hay en el cerebro y que ayudan a modular su funcionamiento. Por otro lado está la influencia de las hormonas femeninas, que hacen que la depresión puede ser autorregulada; es decir, una mujer puede tener esa depresión, pero comienza a producir la hormona y ésta empieza a disminuir; en cambio, en un hombre esto no es posible, por ello necesita a fuerzas un tratamiento farmacológico y psicológico”, agregó el investigador veracruzano.

De acuerdo con la OMS, comentó el académico, es entre los 25 y 35 años cuando aparecen los estados depresivos: “es la edad en que somos productivos o nos incorporamos a un ámbito laboral. El 25 por ciento de las personas que sufre depresión puede padecerla de forma intermitente; esto es, seis meses sí, dos meses no y luego presenta alguna recaída, mientras que en el 59 por ciento se vuelve recurrente”.

Finalmente, dijo que la OMS advierte que si no se encuentra una solución para el tratamiento de la depresión, para el 2020 será la principal causa de incapacidad laboral e interacción social.