Aniversario del encierro

0

Por: Francisco Pérez Medina.

Hace un año exactamente inició el confinamiento, y, aunque el Gobierno Federal informó que sólo sería un mes, llevamos doce completos; actualmente, no se alcanza a visualizar cuántos más tendrán que pasar para salir del encierro. ¿Se acuerda usted cómo le llegó la información? Remontemos un poco a la memoria para recordar cómo han venido ajustando el discurso oficial, ante la terca realidad, que no deja de evidenciar una autoridad ávida de crear una percepción de que no han sido superados en sus capacidades para proteger la vida de los mexicanos.

Regresábamos de los días de asueto otorgados con motivo de la celebración del natalicio de Benito Juárez, cuando se nos informó que habría un necesario confinamiento de 30 días para evitar la propagación de los contagios, aprovechando, además, la proximidad de las vacaciones de semana santa y pascua, que propiciaría, haciendo un esfuerzo colectivo, regresar a la normalidad una vez transcurrido este tiempo.

La mayoría acató la medida con mucho sacrificio, al comprender la emergencia sanitaria y la peligrosidad del virus que, por noticias de otros países, daban cuenta de la letalidad y cómo los hospitales se encontraban saturados de tantos pacientes que sobrepasaban la capacidad de atención. Contrastaban las palabras de la autoridad que pedían serenidad y de que no era necesario, ni siquiera, el uso del cubrebocas; todos serían atendidos y habría las suficientes camas hospitalarias para no replicar las terribles escenas, se pidió para ello a la ciudadanía no acudir a los hospitales hasta no tener síntomas graves.

Luego se fue aplazando y aplazando el confinamiento, con la desesperación por la explosividad de mexicanos fallecidos, cierre de empresas, crisis emocionales y existenciales, cierre de ciclo escolar sin posibilidades de retornar a despedir a los compañeros y maestros, procesos de toda índole truncados sin posibilidad de retomar lo que conocíamos como normalidad.

La autoridad que fue electa para gobernar, ha ofrecido incontables fechas de retorno que se fueron aplazando, cifras de personas fallecidas que no han dejado de superar “las catastróficas”, distintos momentos en los que ya se ha aplanado la curva de decesos, el contradictorio mensaje del beneficio del uso del cubrebocas, la defensa irrestricta del funcionario responsable de atender la pandemia que, en cualquier país hubiera sido despedido, por el mínimo de todos los tropiezos sumados hasta el momento.

Pues en esas andábamos, cuando en diciembre, hicieron creer que llegarían las vacunas y que ya había un plan para ir vacunando al personal médico de primera línea para, posteriormente, comenzar a vacunar a los adultos mayores. La luz al final del túnel, según la autoridad, se encontraba a la vuelta de unos días. Sumado a ello, vacunaron a los maestros del único estado que se encontraba en verde (Campeche) sugiriendo que pronto se regresaría a las aulas. Así, informaron que, a más tardar en febrero se lograría el tan anhelado retorno a la normalidad.

Pues, cuando esto se escribe, ni una cosa ni la otra. No hay vacunas para el personal médico, no han vacunado a los adultos mayores, no hay regreso a clase que pueda ser seguro para los maestros ni para los familiares de los niños que, afortunadamente, no corren el mismo peligro que el resto de la población. Han aplazado una y otra vez todo. El discurso oficial choca rotundamente con la realidad. Hay algo que los ciudadanos jamás perdonan a los gobernantes: la mentira. El gobierno federal, no se cansa de emitirlas. Habrá que ver si el pueblo no se cansa de recibirlas.

Salida

1.- En esta semana se informó que los adultos mayores del municipio sopero serían vacunados en el polideportivo de esta demarcación. Informaron la llegada de vacunas y muchos hicieron lo que era previsible: madrugar para ponerle fin a la incertidumbre. La realidad fue que nunca llegaron las vacunas. A usted estimado y valorado lector, espero que no haya sido de los defraudados.

2.- Ayer se dio un interesante ejercicio periodístico por parte de una estimada y respetada periodista (Alejandra Arechiga) con las dos damas finalistas de la contienda por la gobernatura. Si no tuvo oportunidad de verlo, se perdió del primer round en el que se nota quién sí sería una extraordinaria gobernadora.        

3.- Las campañas políticas por la gubernatura, son tan atípicas que la percepción que se genere de los contendientes en las redes sociales, será el factor determinante del ganador. Usted ¿ya analizó quién merece su voto? Hay que darnos tiempo de revisar el historial de cada uno. Afortunadamente en nuestro querido Colima, se puede conocer su desempeño, congruencia, resultados, pero también aquellos señalamientos de corrupción en su paso por los cargos que han ostentado.