De acuerdo a información de este instituto, sólo están a la espera de la autorización del presidente Felipe Calderón para concluir el proceso donde en el sexenio han declarado a 12 obras como monumentos artísticos.
Las declaratorias de Monumento Artístico son para obras de arte y arquitectura del siglo XX, y estos casos son procesados ante el INBA (los que datan de siglos anteriores se llevan ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia).
Una declaratoria representa la salvaguarda de ese patrimonio y su entorno cuidando que no se construyan otro tipo de obras que afecten su visibilidad; también permite allegarse de recursos, obtener exenciones de impuestos, ser promovido en campañas y programas.
Si bien representa una calificación que le da estatus, al mismo tiempo para muchos particulares dificulta la posibilidad de construir o modificar la edificación. Esta declaratoria es la mayor, y tal vez única, forma de protección de los patrimonios del siglo XX.
Al ser reconocidos como monumentos artísticos, la conservación y restauración debe ser vigilada por el INBA.
Entre los inmuebles que figuran en para ser considerados como monumentos artísticos son el Conservatorio, el Museo Anahuacalli, los centros escolares Benito Juárez y Revolución, la Escuela Primaria Estado de Jalisco y la Capilla de Nuestra Señora de la Soledad conocida, como “El Altillo” en la ciudad de México, y en otras ciudades del país, las Torres de Satélite, en estado de México, el conjunto escultórico de Xilitla en San Luis Potosí, la Benemérita Escuela Normal de Coahuila, la Basílica y Parroquia de la Purísima Concepción, en Monterrey; el Reloj Monumental de Pachuca, en Hidalgo, de comienzos de siglo XX y símbolo de esa ciudad.