AL DESNUDO

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HERMANITAS DE LA CARIDAD

Por: Édgar Rodríguez H.

Por algo será que hay gasolineras que publicitan vender a sus clientes litros de a litro, pues vox populi es que la mayoría de ellas, unas más otras menos, roban al cliente al entregarles menos producto del debido, abuso que por supuesto es del conocimiento de PEMEX, de la Secretaría de Economía y de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).  Sin embargo, nadie ha podido frenar en seco tan descarado robo que sumado a los incrementos mensuales de los precios de los combustibles fósiles, le pegan duro y tupido a los bolsillos de los automovilistas sin que haya autoridad que los ampare.

En días recientes, trascendió que inspectores de la PROFECO detectaron los famosos “chips” remotos usados para expender litros de a 900 militros o menos, a un establecimiento ubicado allá por el higueral propiedad nada más ni nada menos que del presidente mismo de la Unión de Gasolineros del Estado de Colima. En lugar de aguantarse como hombrecito el reindazo y pagar las consecuencias de su deshonestidad, el “líder empresarial” de marras embarcó a sus homólogos de Coparmex, Canaco, Canirac y Canacintra, en santa cruzada en contra de la Delegación Estatal de la Procuraduría Federal de Consumidor (PROFECO), por supuestas arbitrariedades de su programa de verificación “en contra del sector empresarial con las que se ha clausurado o suspendido a empresas formalmente establecidas, donde en algunos casos la dependencia ha multado y suspendido de manera intempestiva, escandalosa e irrespetuosa por cuestiones administrativas que no tienen afectación en la relación consumidor-proveedor”.

Llenos de santa indignación, los “líderes” canacos, canacintros, caniracos y comermexos, más de alguno de ellos que ni empresarios son, demandan “poner un alto inmediato al estrepitoso montaje efectuado por PROFECO en el Estado de Colima y a nivel nacional en su programa de verificación”; también, ya encarrerados, la remoción de sus cargos del Procurador Federal del Consumidor, Alfredo Castillo Cervantes; del Subsecretario de Verificación y de la Delegada en Colima, María Isabel Espinoza Martínez.

Las hermanitas de la caridad que creen ser los honestos gasolineros,  en aras de “representar y defender los legítimos intereses del sector productivo del estado de Colima”, denuncian “medidas arbitrarias tomadas por la PROFECO en su programa de verificación”, mismas que desde su muy conveniente visión, ponen en riesgo “la supervivencia de la economía formal en la entidad”, pero nada dicen del grave atraco cotidiano a los bolsillos de los automovilistas sin distingos, estén en la economía formal, informal o en ninguna de las dos.

“En las revisiones a gasolineras y que muchas han sido clausuradas, no ha sido por despachar litros incompletos, sino por criterios personales de los verificadores. La falta de respeto con la cual se trata a los empleados y propietarios de establecimientos sujetos a dichas verificaciones, llegando sin identificación que los avale como personal de la Profeco con lo cual se abusa de su posición y se atropella los derechos humanos de quien los atiende”, acusan los abajo firmantes del desplegado en el que milagro no dicen que las sanciones han sido por despachar litros de a 1200 mililitros.

“No ha habido interlocución adecuada -arreglo como de costumbre, habría que precisar, entre la dependencia, PROFECO y el sector empresarial (los gasolineros),  sino “fuerza desmedida y agresividad”, trato peor que  a delincuentes, y daño  moral y patrimonial que pone en riesgo el empleo en el Estado”, lamentan los amigos de Emilio Carrillo Preciado. Lástima que su historial los condene, pues hermanitas de la caridad nunca han sido ni jamás lo serán.

SE DICE QUE…

*Por fin saltó el conejo, que en espera de mejores aires que lo catapultaran con la gracias del gobernador Mario Anguiano moreno, fuera de la grilla barata esperó paciente, agazapado entre árboles y plantas hasta llegar  la silla que ocupó hasta el pasado viernes 30 de agosto -nadando de a muertito- Francisco García Guerrero. Ahora el nuevo gerente de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), el ex dirigente cenecista David Rodríguez Brizuela -conocido entre sus amigos como el conejo- tiene el reto de trabajar en serio en el sector forestal en donde la conservación de los bosques son prioridad como política pública federal.

*¿Será que a los dirigentes empresariales amigos de los gasolineros, sí les surten litros de a litro?

¿Estarían todos los gasolineros del estado de Colima dispuestos a transparentar el origen de sus multimillonarias inversiones en el negocio?

Como que a los gasolineros no les va el rasgarse las vestiduras ni darse baños de pureza, mucho menos escupir al cielo.