ADULANDO AL FUTBOL

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Por: Jorge Martínez 

¡MÁS SABE EL SABIO POR DECIO, QUE POR SABIO!…

Hoy la Femexfut amaneció con nuevos bríos, con un semblante más prominente, con una estructura moral aparentemente más sólida y con una brigada humana comandada por Décio de María Serrano más sabia, más experimentada y sobre todo, más concorde a los cargos.

Fernando Cerrilla deja el cargo de mandamás en la Secretaría General de la Federación Mexicana de Futbol a un viejo conocido del organismo rector, Guillermo Cantú, quien en su momento también fue Director General de Selecciones Nacionales (de diciembre de 2004 a marzo de 2009); En la Comisión de Arbitraje, Rafael Mancilla Orvañanos deja su puesto a Héctor González Iñarritu (ex Director General de Selecciones Nacionales)y quien de 2005 a 2008 se desempeñó como Director Ejecutivo de la Comisión de Árbitros, así que ya conoce los terrenos que pisará, lo malo es que dejará a un lado los viajes por todo el mundo; respecto a la Selecciones Nacionales habrá dos mandos: La Dirección Deportiva será dirigida por Santiago Baños (camarada y ex auxiliar de Miguel Herrera) y la Dirección Operativa estará comandada por Fernando Cerrilla, quien es trabajador del organismo desde 2003 cuando fungió como Director de Asuntos Internacionales… en términos generales me parece un buen movimiento de torres y caballos donde se espera haya un solo beneficiado: el balompié azteca.

Y en ese tenor, el futbol mexicano se ha instalado arriesgadamente en una espiral de decadencia en el plano competitivo respecto al resto de otras ligas, principalmente las europeas que mantienen una preeminencia y siempre miran hacia abajo todo lo proveniente de otras confederaciones.

Ni hablar cuando nos referimos a la Selección Nacional, pues desde hace varios lustros carece de regularidad y personalidad en competencias de alto calibre; el problema se extiende si hablamos de la supremacía, del influjo, imperio y dominio extraviado en la zona concacafquiana, donde ya no se intimida a nadie. Se ha descuidado el aspecto deportivo para darle flujo al económico y en éste extravío, despiste y desorientación seguimos  sin hacer algo importante en un Mundial de Clubes, en una Copa América, en una Libertadores y desde luego seguimos soñando de forma obsesionada con el 5to partido en una Copa del Mundo fuera de casa, cuando otros (Costa Rica) sin empecinarse ya lo consiguieron y hoy están por encima nuestro en el ranking de FIFA.

No tiene mucho cuando México y su futbol salieron a defender su derecho de libertad para buscar a la Conmebol y así satisfacer su competitividad deportiva, pues aparentemente ese despliegue futbolístico mostrado desde la Copa América en 1993 cuando México participaba por vez primera de invitado llega a la final y la pierde ante Argentina 2-1 o bien, en los mundiales EUA 1994, Francia 1998, Corea Japón 2002 y Alemania 2006 estaba muy por encima de cualquier rival de su zona (Concacaf).

Incluso si hablamos a nivel equipos también podemos subrayar las tres finales en Copa Libertadores 2001, 2010 y 2015 cuando Cruz Azul, Guadalajara y Tigres pierden contra Boca Junios, Internacional de Porto Alegre y River Plate; no importa que en las tres ocasiones hayan enamorado a propios y extraños, hayan quitado invictos o incluso hayan sido víctimas del arbitraje, la realidad es que “de todos modos Juan se llaman”, pues da lo mismo quedar eliminados en la primera ronda o llegar a una final y perderla.

Hoy celebramos la Era de Decio, ¡ojala! y siempre sea oportuno, pronto y sabio en la toma de decisiones (como en la elección del nuevo timonel Tricolor) y sobre todo que sepa desechar las carencias, atrasos y debilidades como la de tantos extranjeros y naturalizados en México, o bien, busque nuevos métodos de competencia donde se beneficie al joven futbolista por medio de cursos, capacitación, instalaciones, estructura e infraestructura, así mismo a noveles técnicos, directivos y entrenadores.

¡Más sabe el sabio por Decio, que por sabio!… esa es la única garantía, ¡en hora buena! para De María Serrano y sus alfiles. 

¡Sin que nos gane el sentimiento, hasta la próxima!