Por: Jonás Larios Deniz*
Más que un nuevo nombre al reglamento escolar, los Acuerdos Escolares de Convivencia buscan establecer una forma democrática de gobierno en los centros escolares de educación básica en Colima. El reglamento escolar ha sido, por muchos años, el documento que agrupa los derechos, obligaciones y sanciones para las y los estudiantes en los centros escolares de educación básica en nuestro país; casi siempre temido por constituirse como una herramienta amenazante. ¿Qué diferencia hay entre reglamento y acuerdo? El Diccionario de la Real Academia Española define reglamento como una “colección ordenada de reglas o preceptos, que por la autoridad competente se da para la ejecución de una ley o para el régimen de una corporación, una dependencia o un servicio” (http://dle.rae.es/?id=VjD9c3O&o=h), es decir, es una autoridad quien dicta las reglas, por encima de aquellos que habrán de sujetarse a ellas y cumplirlas, con la conciencia de que al no hacerlo se harán merecedores (as) de una sanción o castigo. Por otro lado, la palabra acuerdo, hace alusión a significados como resolución, convenio y reflexión; “es la resolución que se toma en los tribunales, sociedades, comunidades u otros órganos”, “resolución premeditada de una sola persona o de varias” y “convenio entre dos o más partes” (http://dle.rae.es/?id=0emgorl&o=h). Se trata de una concepción democrática y dinámica, desde la cual, las autoridades y el resto de la comunidad escolar (estudiantes y padres y madres de familia) deberán definir las reglas que orientarán su desempeño dentro del plantel educativo. Por lo anterior, el 11 de julio de 2015, el Gobierno del Estado de Colima expidió el Marco de Convivencia Escolar del estado de Colima con la finalidad de construir “una escuela de calidad e inclusiva donde todas las acciones deben orientarse para que todos los individuos convivan, aprendan juntos y desarrollen una cultura para la paz a través del diálogo, el respeto mutuo, la equidad de género, la reciprocidad y, además, asuman en el actuar cotidiano valores éticos, democráticos y ambientales”. (http://descargas.secolima.gob.mx/fortalecimiento/MCEEC.pdf). Los retos son diversos y difíciles, por ejemplo, a) convencer a los directivos de los centros escolares de la urgencia e importancia que hay en la toma de acuerdos con sus comunidades escolares, b) convencer a las comunidades escolares de la posibilidad de hacer propuestas para mejorar la disciplina escolar en el plantel educativo del que forman parte, y c) evitar la simulación que pueda darse al cambiar la palabra acuerdo por reglamento, sin haber logrado la comunicación y construcción de convenios entre las autoridades y la comunidad escolar. De acuerdo con el Decreto por el que se expide en Marco de Convivencia Escolar del Estado de Colima (http://descargas.secolima.gob.mx/fortalecimiento/MCEEC.pdf), los Acuerdos Escolares de Convivencia deben ajustarse a las siguientes estipulaciones: “I. Mantendrán coherencia con la legislación vigente, así́ como con las disposiciones contenidas en los lineamientos y orientaciones establecidas en el presente MCEEC; II. Preverán la organización y el funcionamiento de instancias para la participación, consulta y toma de decisiones de los estudiantes en relación con la convivencia, adecuados a su edad y madurez; III. Incluirán el compromiso de cada uno de los integrantes de la comunidad escolar para el cumplimiento de lo establecido en el AEC; IV. Contendrán las normas específicas que cada escuela considere necesarias para propiciar la convivencia inclusiva, democrática y pacífica entre su comunidad, adicionales a las previstas por este MCEEC; V. Preverán estrategias de seguimiento, aplicación y reajustes de acuerdo con la ruta de mejora escolar; VI. Considerar en la ruta de mejora actividades para fortalecer los campos de formación para la educación básica: desarrollo personal y para la convivencia y el de la exploración y comprensión del mundo natural y social; y VI. Cada escuela definirá los procedimientos para llevar a cabo la participación y la redacción del documento”. Es fundamental que en las escuelas se construyan acuerdos y se eliminen los reglamentos, pero esto no ocurrirá de manera espontánea, será necesaria la participación de estudiantes y madres y padres de familia. ¿Ya están trabajando en ello las escuelas de preescolar, primaria y secundaria de Colima? ¿Cuáles han sido o serán las vías para que estudiantes y madres y padres de familia opinen y tomen parte en la construcción de los acuerdos? ¿Las Consejos Técnicos Escolares han incluido en sus rutas de mejora la lectura y comprensión del Decreto por el que se expide en Marco de Convivencia Escolar del Estado de Colima? El ciclo escolar 2016-2017 verá nacer los Acuerdos Escolares de Convivencia, ojalá que así sea.