En perspectiva

0

EXIGEN  RESPETO A  LOS DERECHOS HUMANOS

Por: Gerardo Palafox Munguía

Hoy por hoy los niños piden respeto, exigen protección,   en  ciertos casos  literalmente,  amenazan con denunciar a sus propios  padres a la policía si estos limitan todo lo que consideran sus derechos, saben que Derechos Humanos son dos palabras que engloban seguridad y los padres a su vez, se angustian por no poder educarlos como sus padres  los educaron a ellos mismos.

Como si fuera una moda,  la población se siente protegida plenamente.  Después del golpe certero  que  dio  la Corte Interamericana de Derechos Humanos a nuestro país  (con sentencias condenatorias como la  recaída en el caso Rosendo Radilla Pacheco   o la  que refirió al caso González y otras (Campo Algodonero)  y que han motivado cambios  en nuestro sistema jurídico, las cosas  no son ni volverán a ser las mismas en materia de protección de derechos.

Un antecedente de este tema en comento, es que el Estado mexicano  a través de su Presidente  en turno Lic. Ernesto Zedillo Ponce de León, emitió una declaración de aceptación  de  reconocimiento de la competencia contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos  misma que se realizó el 16 de diciembre de 1998  y su decreto promulgatorio fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 24 de febrero de 1999.

Desde siempre las leyes relacionadas con  derechos fundamentales  y  su forma de aplicarlas han generado, por el actuar del gobierno, constantes violaciones, por ello la importancia de las reformas constitucionales  suscitadas en este rubro.  Vemos con tristeza que estos cambios legislativos no fueron obra de la casualidad ni mucho menos de una profunda  proyección  nacional para  desarrollo social,  sino que  fue el reflejo de un jalón de orejas de carácter internacional a nuestra nación.

Estas resoluciones internacionales  nos conminan  como estado a acatar su literalidad, y nos recuerdan la obligación de sujetarnos a decisiones jurídicas sin demeritar con ello la supremacía constitucional y a considerar el conjunto de normas que derivan de instrumentos internacionales como susceptibles de aplicación bajo el principio Pro persona (lo más conveniente al ser humano).

Ahora  bien, lo complicado será que la autoridad respete siempre y cabalmente en el ámbito de sus competencias los Derechos Humanos y en este rubro también tenga en consideración los Tratados Internacionales ratificados por México.

Finalmente, los jóvenes podrán seguir asustando a sus maestros con hacer valer sus derechos  aun cuando su educación cívica no les permita aún dimensionar lo que eso significa y los padres de la generación  llamada “Los reprendidos” quienes fueron educados  mediante una instrucción impositiva por sus padres,  ahora son  manipulados y chantajeados por sus hijos quienes a la sombra de los derechos  por ellos mal entendidos, confunden su libertad con libertinaje”.