La política y otros absurdos

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Entre libros y café

Por: José Luis Cobián León

“Ironía deprimente que quienes desean el poder sean los más calificados para obtenerlo y los menos calificados para ejercerlo”

Persiste una gran incertidumbre sobre los escenarios políticos, difícil tiempo para los políticos, valga la redundancia, por el rechazo social, porque en un país que parece se da por sentada la violencia y el asesinato, hace falta de aquellos que manifiestan el poder, practiquen el ejemplo de los grandes hombres de la historia, quienes a lo largo de su vida tuvieron que tomar decisiones importantes, que, sin tener la certeza de ser las correctas, creían que dejar de intentarlo era peor que fracasar en el intento.

Iluso o soñador, quizás lo sea, pero es necesario que la mayoría de los políticos se den tiempo para una detenida observación en el espejo, repasándose hasta el último centímetro de su rostro en busca de algún indicio de lo que han hecho, y enmendarlo, no vaya ser que se encuentren en el caso de “Dorian Gray.

El dicho de que estamos ordeñando una vaca vieja que pronto dejará de dar leche, ya ha llegado a su límite, no hay dinero que ajuste, ejemplo de ello, cada vez más niños llegan solos a la primaria, debido a que el colectivo se ha encarecido en el estado, de la misma forma estamos perdiendo nuestro sentimiento colectivo, así como nuestro entusiasmo. Nuestra ciudad bajo el yugo de la incertidumbre nos empobrece y pone en riesgo nuestros sueños, aun así, seguimos esperando y esforzándonos en lo individual para que algún día superemos los demonios y errores que nos trajeron hasta aquí.

Sigo participando y observo cada vez más gente que busca gangas entre la ropa, jóvenes y adultos, todos con algo en común reflejado en sus rostros, tiempos difíciles; es por eso que en el teatro del absurdo, mientras impere solo la política popular, seguiremos “esperando a Godot”, ese personaje de la tragicomedia francesa en donde aparecen dos vagabundos, Vladimir y Estragón, que esperan en vano junto a un camino a un tal “Godot”, y que a lo largo de la obra se les presenta un muchacho que les da el mensaje: “Godot no vendrá hoy, pero mañana seguro que sí” pero nunca lo hace.

Hoy las palabras han ido acumulándose en mí pensamiento, hasta bajar por mis labios y hacer bailar los dedos sobre el teclado para adaptar un apreciado y sentido poema que enarbola a esos deseos de padres y madres que quieren ver a sus hijos salir adelante o a hijos que quieren la tranquilidad de sus padres, pero que tienen que enfrentarse a días complicados como los actuales; cuyo título es, “El desea las telas del cielo” de William Butler Yeats, extraído del libro “El viento entre los juncos 1899”: “Yo al ser pobre, tengo solo mis sueños…tendí mis sueños a tus pies, camina con cuidado, porque estás pisando mis sueños”.

Para abreviar, quien haya inventado la expresión “lo que no te mata te hace más fuerte” es claro que jamás se pasó trescientos sesenta y cinco días en México, sin embargo, mientras la situación no cambie viviremos con ella “como ladrillos condenados a vivir juntos por el resto de sus vidas.” Para que no quede nada en el tintero, comentarios. [email protected]