PUNTO SOCIOLÓGICO

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1050 MÁS FAMILIAS A LA POBREZA

Por: J. Daniel Miranda Medrano

Inicio comentando el preocupante entorno nacional, que se caracteriza por una preocupante concentración de la riqueza, el incremento de la pobreza,  la exclusión económica, y que  se demuestra en el interesante trabajo del economista Gerardo Esquivel, que recientemente publicó con el título de “Desigualdad extrema en México. Concentración del poder económico y político”

La desigualdad económica tiene fuertes connotaciones políticas; el poder económico de unos cuantos se debe a las políticas públicas que se han instrumentado en nuestro país producto de privatizaciones, concesiones o actividades reguladas por el sector público. Esquivel escribe que los 4 más grandes multimillonarios de México podrían haber empleado en el 2014 a más de 3 millones de personas pagándoles el salario mínimo, y sin perder un solo peso.

Y por si esto no fuera poco, apenas el 16 de julio de este año  el INEGI daba a conocer los resultados de la “Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2014,” en los que se destacó que en los dos primeros años de la administración de Enrique Peña Nieto, hubo una caída del 3.5 por ciento en el ingreso de los hogares mexicanos.

El CONEVAL por su parte señaló que en 2012 más de 53.3 millones de personas del país se encontraban en pobreza y 11. 5 millones en pobreza extrema. Dicha institución señaló  también el mes anterior, que en 2014 el número de pobres aumentó 2 millones y en  Colima el número de personas en pobreza aumentó a 7, 700.

El aumento de pobres en México y  Colima solo puede explicarse por el fracaso de las políticas sociales de desarrollo social, a los que debemos sumar ahora a alrededor de 3 mil más aquí, en virtud de los despidos que anunció recientemente Anguiano Moreno, asumiendo que en promedio quienes  ya no laboran en el gobierno encabezan una familia con tres integrantes.

Generalmente cuando hay episodios de crisis financieras, el o los responsables acuden a actitudes  como las de culpar a otras personas, responsabilizar a turbulencias externas, inventar un complot  y/o reforzar sus  mentiras con falsos testigos. En ningún caso el o los causantes reconocen sus  responsabilidades en el caos ni la de sus erróneas políticas públicas.  Este es  exactamente el caso de Mario Anguiano en el patético fin de su administración, en el que termina generando más rencor y pobreza.

Por si no fuera ya adverso el entorno nacional, hay que agregar el recorte masivo de 1,050 personas (en realidad son muchos más). Y algo que debe preocuparnos más es que el despido no se hizo siguiendo criterios racionales de acuerdo a  las funciones  específicas de los afectados, sino  con base en amigazgos, y complicidades donde lo menos que importó fueron las labores específicas de cada quien.

Es así que otro efecto del recorte, es que se formaron en la mayoría de las dependencias donde hubo despidos  “clubs de Tobi” o en caso específicos verdaderas “famiglias”. La pregunta es ¿Ignora o ignoró el todavía gobernador estas situaciones que demeritan aún más la menguada administración estatal o simplemente le importan lo mismo que el destino de más de mil familias?

Si de por sí el panorama económico nacional es preocupante por la incapacidad del gobierno federal de generar una distribución más justa de la riqueza, el caso de Colima es aún más preocupante por la incapacidad, tozudez y negligencia de quien nunca quiso gobernar y cedió el poder a dos o tres personajes que se han hecho millonarios al amparo del poder público.  Ya nos lo habían advertido desde que Locho Morán le dejó el ayuntamiento a Mario con números negros y éste lo dejo endeudado.

Las cosas no pueden quedarse así nada más. Debe castigarse a él o los culpables.

En este enfoque, Jesús Silva Herzog escribió que en una casa de la ciudad de México pueden reunirse a cenar quienes controlan la décima parte de la riqueza nacional y que no hay régimen político que pueda permanecer inalterado frente a una concentración tan brutal de poder económico.

Miguel Carbonell también advirtió en “La democracia bajo el agua” que “El sistema democrático corre el riesgo objetivo de morir de inanición debido a la escaza capacidad de las autoridades para elevar el nivel de vida de millones de mexicanos y traducir en mejoría económica las ventajas del pluralismo político”.

Después de la jornada electoral tuvimos una devaluación preocupante de la moneda, fracasó la ronda cero y se dio la fuga de Joaquín Guzmán Loera, que caricaturizó al gobierno y aplaudió como héroe al delincuente.

Es evidente el enojo social con la desigualdad, la violencia y el desencanto con las instituciones.

Tiene razón el diputado local electo Nicolás Contreras Cortés cuando sentencia que “por el deterioro financiero del estado tendrá que realizarse una investigación financiera que vaya hasta las últimas consecuencias y meter a la cárcel a quien tenga responsabilidad”, pero antes deben regresar hasta el último centavo de los millones que se han llevado. La fórmula para determinar los montos de lo sustraído es muy simple, basta con hacerles a los sospechosos serios estudios socioeconómicos, financieros y fiscales, para comprobar que sus inmensas fortunas no coinciden con sus ingresos por sueldos y prestaciones, pero sí con el incremento de la deuda registrado por el mal gobierno que en mal sexenio para Colima ha encabezado Mario Anguiano Moreno.

Bien por la propuesta que formula el diputado local Francisco Rodríguez García en el sentido de presentar una denuncia penal en contra del gobernador Mario Anguiano Moreno y algunos de sus funcionarios por peculado y enriquecimiento ilícito, previa creación de un bloque integrado por legisladores de oposición que busque fincarle responsabilidades al gobernador por el deterioro financiero en el que se encuentra el estado, pues “los diputados somos los abogados del pueblo y un abogado defiende y pone demandas, así que no podemos venir, sentarnos, hacer declaraciones y es todo. Las circunstancias en las que están las finanzas del gobierno no permiten que el gobernador se vaya a su casa limpio y tranquilo; él debe rendir declaración ante los tribunales y parar en la cárcel si es necesario”.

Una buena idea sería crear la comisión de la verdad con la más amplia y representativa participación social, que ponga las cosas en claro sobre el robo en desplegado que MAM y su gavilla han cometido en perjuicio de la salud económica, física y sicológica de los colimenses a quienes tienen más que enojados.

SE DICE QUE…

*Se ha tardado MAM en dar a conocer los nombres de funcionarios y ex funcionarios culpables del quebranto financiero de su administración y del grave daño a la economía y a la salud de los colimenses provocado por el despido de trabajadores, el servicio a la impagable deuda y al abandono de los programas y acciones de medicina preventiva que ha dejado al pueblo a merced de las epidemias de todo tipo.

*Fingirse enfermo, acongojado, más turbado que de costumbre, no librará a MAM de la santa ira de los colimenses de todas las esferas que exigen la inmediata devolución de lo que él y sus hermanos del alma les robaron, y cárcel para todos ellos.