200 AÑOS DE RELACIONES

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Por José Díaz Madrigal

Después de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776, que de comienzo fue integrado por las 13 excolonias británicas, situadas en una pequeña franja de la costa Atlántica; poco tiempo después, los estadounidenses iniciaron la expansión hacia el oeste hasta llegar al río Mississippi que era la frontera del territorio francés de Louisiana, con una extensión de más de 2 millones de kilómetros cuadrados.El tercer presidente de la joven nación, Thomas Jefferson,  cuya imagen está impresa en el billete de 2 dólares; tuvo la idea de comprar a Francia su propiedad en América. La compraventa se realizó en el año de 1803, cuando  Francia era gobernada por el despótico y belicoso Napoleón I, vendió a precio de ganga y fiado aquel inmenso territorio. Nomás por eso los franceses deberían tener anatematizado a Bonaparte, como los mexicanos tenemos a Santana.La siguiente línea fronteriza camino al lejano oeste, era parte del territorio correspondiente a la Nueva España. . . Nuestro México. Cuando James Monroe, quinto mandatario de los Estados Unidos arribó al poder, elaboró la doctrina Monroe también conocida como el Destino Manifiesto. En ésta se expresaba abiertamente el propósito de que su nación se extendiera, desde el Atlántico hasta el Pacífico sin importar que toda la costa oeste perteneciera a otros pueblos.Corría el año de 1822 cuando Monroe envió un agente especial a México, pero todavía sin la calidad de embajador. El agente especial era el malvado Joel R. Poinsett. Gobernaba en México Agustín de Iturbide, el hombre que culminó nuestra independencia. Llegando a la ciudad de México, Poinsett se entrevistó con Iturbide a principios de Noviembre. Éste lo trató cortesmente, llevaban media hora platicando cuando aquel le insinuó su deseo de tratar cuestiones de fronteras. Iturbide cortó de plano la conversación y le pidió que viera a un experto en el tema que trabajaba en su gobierno.El experto era Francisco Azcarate. Luego de recibir a Poinsett, éste desenvolvió un mapa de México, habló de la inconveniencia de lo lejos de la capital mexicana respecto a los territorios del norte; pero que esto se arreglaría con un tratado en que se recorriera la línea fronteriza hacia el sur. Quedando de lado de ellos los actuales estados norteamericanos de: California, Arizona, Nevada, Nuevo México, Texas, Utah, parte de Colorado y Wyoming. También quería el muy bribón los estados de: Sonora, Chihuahua, parte de Coahuila y Nuevo León además de toda la península de Baja California. Don Pancho se enfureció, cortando de tajo el diálogo.De inmediato fue a informarle a Iturbide, éste sumamente molesto le dice a don Francisco: que se cree éste imbécil, que está tratando con patanes ignorantes que no cuidamos los intereses de la patria. Dígale que se sujete a los usos diplomáticos.  Le dió el recado de Iturbide, Poinsett el gran cínico, salió  molesto de la oficina de Azcarate; entendiendo que los mexicanos  no aceptarían deshacerse de ningún pedazo de terreno por las buenas.Mientras tanto Agustín de Iturbide  había mandado -éste sí- como embajador de México en los Estados Unidos, al abogado guanajuatense José M. Zozaya Bermúdez. Presentando cartas credenciales ante el presidente Monroe el 12 de Diciembre de 1822. Se le trató con amabilidad tanto por el ejecutivo, como por los ministros, sin embargo en unas de las sesiones del Congreso a donde fue invitado; se dió cuenta de lo siguiente: no se habla de otra cosa, que del arreglo del ejército y milicias, claramente con el objeto de las ambiciones que tienen sobre Texas.El de Guanajuto estuvo poco más de seis meses en Washington, tiempo suficiente para enterarse del proyecto de rapiña por parte de aquel gobierno. Entre tanto Poinsett, que  tenía la habilidad de conspiración; empezó a Inocular la ponzoña de dividir a los mexicanos. El veneno prendió, introduciendo el Rito Yorkino en México; que fue el de mayor influencia en el siglo XIX, cuando derivó en el Rito Nacional Mexicano. Los miembros de ésta logia fueron fundamentales en el derrocamiento de Agustín de Iturbide.El insurgente, historiador y periodista Carlos Maria de Bustamante, dice del nefasto agente: Llegó a México Poinsett con el depravado designio de fomentar la división entre mexicanos. Diseminó a sus logieros por toda la República, sembrando la discordia entre hermanos. Nuestro País era entonces la imagen del infierno, todos peleaban sin piedad.De esta tortuosa manera, iniciaron las relaciones entre ambos países. Éste mes se cumplen 200 años. En Estados Unidos viven alrededor de 40 millones de mexicoamericanos y existen más de 60 millones de personas que hablan español. Tiene cierta lógica pensar que gradualmente la invasión ahora es en sentido inverso, con mucha posibilidad que transcurridos otros 200 años, Estados Unidos sea un país de lengua española.