TUMBANDO CANDIDATOS

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Por José Díaz MadrigalHace un par de semanas en que se conmemoró los 500 años de la fundación de Colima, la original estuvo allá por el rumbo de Tecomán. Algunas personas platicaban acerca de esa celebración y, cuál fue el motivo de cambiar de lugar hasta su asentamiento actual.Entre los participantes del diálogo, se encontraba una guapetona y arrogante dama, que no aportaba opiniones para el tema; quizá por desinterés o por cierta pobreza intelectual. Cuando se animó a intervenir en la charla, con tono un tanto insolente y despectivo dijo: A mi para que me sirve conocer esos datos, lo que yo quiero saber es como se hace más dinero. Las personas que estaban en la conversación, por prudencia callaron,  tal vez pensaron, a ésta señora por más argumentos que le demos, no se va a convencer de la riqueza histórica que tenemos en Colima.Algunos pensadores de la antigüedad, que siguen teniendo vigencia al día de hoy, decían: La historia es un proceso mecánico que se repite constantemente, puesto que es producto de la naturaleza del hombre. Marco Tulio Cicerón, el gran orador romano, consideraba que ignorar lo que sucedió antes de que uno naciera, es permanecer siempre en la infancia y, remataba su dicho con una pregunta: ¿Qué sentido tendrá la vida humana sin la posibilidad de conectar el pasado con el presente?Hoy se cumplen exactamente 92 años que aquí en Colima se vivía un escándalo político de grandes proporciones. El día 6 de Agosto de 1931, el Senado de la República declaró que los poderes del Estado de Colima habían desaparecido.Desde principios de ese año en que se iban a llevar elecciones para gobernador, el pueblo bien motivado, se movía como un hormiguero para declarar sus preferencias políticas por tal o cual personaje. Igual que sucede en estos días en los que existen varios precandidatos en campaña, para lograr ser candidatos a la presidencia de México, por los diferentes partidos políticos. Del mismo modo sucedió en aquel tiempo en el ámbito local, en que hubo también varios precandidatos para suceder al gobernador Laureano Cervantes.Se postularon en la precampaña el senador José Aguayo, Salvador Saucedo, Miguel Santa Ana, Higinio Álvarez y Jesús Cobian. Todos por distintos institutos políticos.Cervantes no quería a Saucedo, se inclinaba por el senador Aguayo; sin embargo Saucedo era un tipo aventado y muy hábil. Visitó en la capital del país a Calles, cuando éste ejercía el poder detrás del poder y logró su apoyo. Las elecciones para sacar candidato se verificaron en Junio de 1931. El ganador con más arrastre fue Saucedo, pisándole los talones  Álvarez. Don chava confiado en el canillazo que le estaba dando Calles, se apostó a preparar su campaña a gobernador.El PNR abuelo del PRI, en Colima estaba dividido; la fracción que apoyaba a Saucedo y su partido local que iba en alianza, el PLC, era menos fuerte que la fracción del mismo PNR que apoyaba a Higinio Álvarez. Para evitar problemas mayores don Laureano mejor pidió licencia y se ausentó del cargo. Entonces en la práctica las elecciones estuvieron a cargo de la parte del PNR que apoyaba a don Higinio.Las elecciones se llevaron a cabo el 2 de Agosto de 1931, saliendo favorecido el general Higinio Álvarez, tío carnal de Griselda Álvarez. Esto ocasionó el enojo de Saucedo y su grupo por el fraude del que habían sido objeto, encabezados -decía Saucedo- desde la sombra por Laureano Cervantes. Se desató la violencia política con balaceras y zafarranchos por distintas partes de la ciudad.Calles tuvo que intervenir, 4 días después de las elecciones, el Sábado 6 de Agosto ordenó al Senado declarar la desaparición de poderes en el Estado de Colima, con la clara intención de poner en la gubernatura a Salvador Saucedo.  Que salió un pillo de siete suelas.Esto es conectar el pasado con el presente.