AL DESNUDO
Por: Edgar Rodríguez H.
La primera, el anuncio del beneplácito del gobernador del estado, José Ignacio Peralta Sánchez, para que aduanas y administraciones portuarias integrales del país como la de Manzanillo, pasen a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina, convencido de que “esta acción busca resolver un problema en materia de seguridad y vale la pena al menos intentarlo”. Pero no solamente es la seguridad sino también la corrupción imperante en ellas.
La confianza expresada por el mandatario estatal de que la militarización de las aduanas y las administraciones portuarias integrales del país decididas por el presidente de la Republica Andrés Manuel López Obrador tuvo sus efectos colaterales y sentenció la suerte del capitán Héctor Mora Gómez cuya salida de la APIMAN puso al descubierto a muchos que le sonreían y le decían ser sus aliados y socios políticos con el propósito e intensión de hacer negocios. Pero llegó el cambio y todo sea por la seguridad de la gente, y los ingresos fiscales de la Federación.
Si bien como el propio Peralta Sánchez lo reconoce, su participación como gobernador de Colima “se limita a exponer sus puntos de vista y estar enterados de las problemáticas que se tratan”, uno de ellos considerar que “si el puerto es Federal y es éste el que está causando los problemas en materia de seguridad, se debe buscar cómo arreglarlo y, si se logra tendría, un gran beneficio para la población colimense”, su visto bueno para la transición de manos civiles a manos militares de las aduanas y puertos mexicanos era lo que le faltaba a AMLO para concretarla.
La segunda nota la ha dado la sempiterna dueña de la CTM en el estado de Colima Graciela Larios Rivas, valiente mujer que puesta y dispuesta está siempre a acatar la Ley del Trabajo que ordena la democratización de las dirigencias sindicales como la que ella preside desde hace tres décadas sin soltarla. “Claro que sí lo vamos a acatar, no le tenemos miedo a la democracia, la hemos venido practicado desde hace mucho tiempo, en muchas organizaciones se ha llevado a cabo el proceso de elección de sus dirigentes con voto libre y secreto, eso no es ninguna novedad para nosotros”.
Claro que Doña Chela no le teme a la democracia, pues gracias a la democracia priista la septuagenaria mujer ha ganado de calle todas las elecciones internas de la CTM en que ha participado como candidata única. Desde que recibió en herencia de Ramón Serrano García ese trabuco sindical en 1988, hace más de tres décadas ya, no ha soltado el puesto. La líder valiente cobró nada más ni nada menos 18 años como legisladora federal, una mitad de ellos en el Senado y la otra en la Cámara de Diputados. En Colima lo ha hecho varias veces con cargo al Cabildo y al Congreso del Estado.
Y todavía habrá Chela Larios Rivas para rato, pues según su propio dicho ella fue electa para el periodo 2017-2023 por lo que aún le restan 3 años de gestión, pues el Comité Ejecutivo de la CTM al que pertenece se renueva cada seis años, no cuando la 4T lo determine. ¡No te acabes Che-te-eme. Arriba y adelante sin temor a la democracia como la entienden y practican los herederos de Fidel Velázquez Sánchez!
Y en la tercera el diputado presidente de la Comisión de Gobierno Interno y Acuerdos Parlamentarios del Congreso del Estado, Carlos César Farías Ramos, sentencia que su función será la de “retomar el orden legislativo con todas las fuerzas políticas al interior del Congreso” procurando que se unan y sean democráticas, llevar los rumbos parlamentarios por un buen camino y ponerse al nivel que la ciudadanía demanda “sin acuerdos de intereses en cuotas o de cuates”. ¡“Wa-šā’ Allāh”¡
Se dice que…
*Bien le fue a la alcaldesa de Manzanillo Griselda Martínez Martínez, quien fue tratada por el presidente Andrés López Obrador con gentileza y consideración como autoridad del municipio anfitrión de su visita.
*Como en la ejecución de las grandes obras de la 4T, Tren Maya, Dos Bocas y Aeropuerto de Santa Lucía, AMLO dejó fuera de la jugada a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Gobierno Federal, y a hora le han quitado las aduanas y las administraciones portuarias integrales del país, se acabó el negocio, al menos en la SCT.
*Muerto el capitán, ¡viva el Almirante¡ ¿Y los que se decían sus amigos en dónde están?