TRANSFORMACIÓN PERREDISTA

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AL DESNUDO

Por: Edgar Rodríguez.

 

“Los afiliados y militantes estamos intensamente involucrados en un proceso de transformación y de cambio que está siendo muy profundo, un cambio radical para el PRD, lo estamos llevando a cabo porque francamente no quedó alternativa. Para nosotros el dilema es: o cambiábamos o desaparecemos del escenario nacional; o cambiamos o nos debilitamos al extremo de la marginalidad”, ha anunciado hacia la ciudad y el mundo su ex dirigente nacional Jesús Ortega Martínez, quien en las elecciones presidenciales de 2006 le coordinó la campaña a su entonces candidato Andrés Manuel López Obrador, evento después del cual el partido negro amarillo ha ido cuesta abajo en su incontenible rodada al punto de casi perder el registro ante el Instituto Nacional Electoral.

El diagnóstico integral de sus debilidades le permitió al PRD localizar fallas en organización, deficiencias en el trabajo político, presiones tribales, prácticas clientelares, corporativismo y carencia de autocrítica, entre otros males que terminaron casi por hacerlo desaparecer del mapa.

Tras de haber ordeñado durante unas dos décadas las vacas gordas perredistas en dueto con su tocayo José de Jesús Zambrano Grijalva, “Los Chuchos”, oficialmente denominado “Corriente Nueva Izquierda”, Ortega Martínez reconoce que ha llegado el tiempo de las flacas que son ya puros huesos cubiertos de cuero. Para resurgir y volver a ser atractivo al electorado, el día 5 de diciembre de 2021 el PRD anunció cambios en sus documentos básicos y programa de acción para convertirse en socialdemócrata, y así alejarse de la izquierda radical y del nacionalismo revolucionario.

“La socialdemocracia lo que pretende es continuar en la lucha por la distribución más justa de la riqueza nacional, por la posibilidad de que se garantice una vida digna para todas y todos los mexicanos. La vida digna es necesariamente en el uso de la libertad y la vigencia de la democracia. Llegó el tiempo de adecuarnos a las nuevas realidades del mundo y de México. Reconociendo el aporte que hicieron muchos dirigentes a este proceso de crecimiento y de desarrollo del PRD, ahora entendemos que continuaremos creciendo y en este proceso de cambio sí somos radicales en el objetivo”, precisa claro y puntual Ortega Martínez.

También el Partido Revolucionario Institucional deberá transitar por la misma ruta social demócrata sabedor de que, al igual que el PRD, si no cambia corre el riesgo de desaparecer. Quien todavía no suda ni se acongoja es el Partido Acción Nacional, pero terminará por alejarse de la derecha para coincidir, encontrarse, en el escenario político electoral 2024, con el perredismo y el priismo, en torno a un proyecto alejado tanto del neoliberalismo como del populismo.

En adelante, en palabras de Ortega Martínez, “el PRD tiene que contrastar con el actual gobierno y frente a un ultraizquierdismo de algunos militantes de Morena, frente a un archi nacionalismo, frente a una visión cuasi golpista. El PRD tiene que reproducir ante la ciudadanía la idea de que solamente en el marco de la Constitución y vías democráticas se puede transformar al país, por lo tanto, el respeto a la ley para nosotros ahora es fundamental y con ello hacemos contraste frente a López Obrador”.

El nuevo PRD que viene en camino le apuesta a un mercado interno “vigoroso, sólido, fuerte, que tenga una importancia definitiva en el crecimiento del país, pero también en un régimen de justicia e igualdad social donde el Estado no sea propietario sino rector de la economía. No tenemos estigma en contra de los propietarios privados de fábricas o de empresas en las cuales se producen alimentos, maquinaria o implementos de todo tipo, porque así se generan empleos. No combatimos a los empresarios, alentamos su existencia, por eso nos parece tan equivocado que sólo el Estado quiera aparecer como el empresario, sólo el gobierno quiera aparecer como propietario y como el actual gobierno se pretenda marginar, reducir la influencia y a veces hasta desaparecer al sector privado”, jura y perjura uno de los líderes de la transformación perredista en proceso: Jesús Ortega Martínez.

 

Se dice que…

*En sintonía con los resolutivos del Décimo Octavo Congreso Nacional del Partido de la Revolución Democrática, su dirigente estatal José Alberto Cisneros Salgado, se ha declarado puesto y dispuesto a trabajar “en la unidad de militantes para fortalecer la izquierda-social en Colima”.

*Cisneros Salgado anunció ya el relanzamiento del PRD en el estado, con la fundada esperanza de que, con los trabajos y resolutivos aprobados, la vinculación del trabajo de la militancia y las dirigencias, “se logrará crecer y lograr colocarnos como un partido influyente en la vida política de la entidad”. Ojalá que así sea para bien de la democracia colimense ávida de partidos auténticos, fuertes, competitivos, no paleros como, desgraciadamente, son la mayoría.