Por: Gustavo L. Solórzano.
“Este pueblo de labios me honra; pero su corazón está lejos de mí.” Jesús de Nazaret
Durante el mandato del Lic. Arturo Noriega Pizano, como gobernador, se puso en marcha la construcción del Cereso estatal. La penal, como era conocido el edificio que después ocupó el Dif estatal y hoy el C5, era un edificio que había cumplido su ciclo para los fines creados. La vida al interior del mismo nunca fue, ni será, miel sobre hojuelas. Al margen del delito, todos los internos son tratados por igual y en ocasiones quienes coordinan el interior del reclusorio, parecen olvidar el lado humano.
Carente de los aspectos esenciales para llevar una vida digna, los internos viven hacinados y en condiciones vulnerados en su intimidad. Es cierto, no están de paseo ni en un “piki niki”, diría Cantinflas, pero la reinserción es necesaria mediante un trato humano.
Cuando a mi corta edad, acompañaba a mi madre en sus visitas cotidianas junto con la señora Josefina Carrillo viuda de Chávez, conocí de cerca las deplorables condiciones en que se vivía. Una prenda de vestir, cualquiera que fuera, una despensa, un jabón o rollo de papel sanitario, etc. Eran la petición permanente, “jefa, unas sandalias”. Mucha gente, como en los albergues para adictos, se olvida de su familiar detenido y entonces, la pena se vuelve no solo por la privación de su libertad, sino también por la parte emocional. Hambre, trato inadecuado, carencias extremas, olvido y hasta muerte, son algunos de los agravantes que se suman a quienes por una mala decisión llegan a ese lugar.
Hace unos días, leí con agrado que el gobierno federal invertirá 200 millones de pesos para realizar reparaciones en infraestructura al Centro de Reinserción Social de la ciudad de Colima. Esta excelente noticia para ellos, fue dada a conocer por el secretario de la Defensa Nacional (Sedena) Luis Crescencio Sandoval González. Mayormente cuando el tiempo se ha olvidado de llevar justas mejoras a un lugar en donde al parecer, también existe rezago en cuanto al manejo de expedientes y con ello, despresurizar legalmente la cárcel. Enhorabuena y ojalá que lleguen pronto esos recursos.
Otros temas:
“Soy originario de la Caja y cuando éramos niños, llovía y nos íbamos al río para convivir con la familia”, me platica un hombre taxista. El agua es la vida y es importante cuidarla, aun cuando faltan algunos meses para el temporal, es importante que nuestras autoridades y la sociedad en general consideremos la importancia de cuidar el vital líquido y prever la captación natural del mismo. En lugares en donde el agua es escasa, hacen pozos, a los que llaman ollas, de ahí se abastecen para todas sus necesidades.
Es importante que podamos entender y valorar en todo lo que ello implica, sin el agua nada y con el agua todo. Cuidemos el agua, por nosotros y nuestras familias.
Con el miércoles de ceniza da inicio formalmente la cuaresma, tiempo de preparación y penitencia, de recogimiento e introspección. Recordar la vida de Jesús en el desierto y las fuertes tentaciones que vivió, ayuno y respeto por la vida. Es tiempo de perdón, reconciliación y penitencia. Es una invitación a cambiar lo que no está funcionando bien en nuestra vida espiritual, es tiempo de conversión.
ABUELITAS:
La oración nos acerca a Dios al natural, sin intermediarios ni incómodas confesiones. Todos nos necesitamos, una oración es bálsamo de consuelo para que el que llega y para el que se va. Es un vínculo de comunión entre el Gran Creador y dador de vida y quienes esperan algo mejor. La oración es fuerza para el desvalido y luz para nuestra oscuridad, cantar es orar dos veces, dice San Agustín. Cantemos y celebremos la vida, sin olvidar que la vida es como una rueda de la fortuna, siempre moviéndose y haciendo que sus asientos asciendan y después desciendan, nada permanece estático. Es cuánto.