Por: Gustavo L. Solórzano.
Son las diez de la mañana en punto, al unísono, las sirenas institucionales se dejaron escuchar para dar inicio con el simulacro en memoria de quienes perdieron la vida en el sismo del año 2003. Según fuentes oficiales, fueron 21 personas las que fallecieron, 400 resultaron heridas y 25 mil viviendas se vieron afectadas en todo el estado. Lo anterior generó gastos por mil millones de pesos en esa fatídica noche, cuyo sismo duró 55 segundos y fue de 7.6 grados con epicentro frente a las costas del municipio de Tecomán a tan solo 89 kilómetros de la capital del estado.
Desde hace años, la Secretaría de Educación ha venido promoviendo la capacitación dirigida al magisterio, personal administrativo y de apoyo, para saber que hacer antes, durante y después de un fenómeno natural o antropogénico. Por ello, la mañana del 21 del presente, alrededor de quinientas personas, entre trabajadores y usuarios participaron bajo la Coordinación de Seguridad Escolar de la Secretaría de Educación y Cultura de nuestro estado, en el simulacro de aniversario. Protección Civil, Cruz Roja, Policía estatal y Marina, coadyuvaron de manera preventiva para el logro de un ejercicio exitoso.
Carlos Hugo Velasco Gutiérrez, ha señalado con preocupación, que el 25% de la población en edad escolar de los cero a los 19 años, desconoce la magnitud de un sismo de proporciones considerables. De ahí que sea necesario que en los planteles, edificios institucionales, empresas y sociedad en general, se retomen no solo los simulacros, sino una capacitación estructurada que incluya otros factores de peligro. Es cierto, vivimos en una zona de riesgo permanente no solo por los sismos, también por el volcán, los huracanes y ciclones que nos visitan año con año. Adaptarnos a las circunstancias con conocimiento de causa, es una gran tarea en la que todos necesitamos participar.
Para nuestra fortuna, la tierra ha sido magnánima con el Colima moderno. Si revisamos la estadística, nos daremos cuenta de que aunque profundamente lamentables, las personas fallecidas han sido pocas en relación a otros lugares de nuestro mundo. Eso debe alentarnos para seguirnos preparando y así, saber reaccionar cuando las circunstancias lo requieran. En materia de protección civil, es mejor prevenir que remediar y en ello, todos somos corresponsables.
Mención aparte, reconozco la sensibilidad del actual Secretario de Educación y Cultura, Adolfo Núñez González, quien ha dado a conocer que al interior de la institución, se realizarán algunas mejoras tendientes a la salvaguarda de la integridad física de quienes ahí laboramos. Alejado de actitudes protagónicas, el Prof. Núñez González atiende las necesidades de quienes formamos parte de su equipo de trabajo, lo que sin duda habla bien de su calidad humana y ejemplifica en los hechos, como se requiere trabajar al interior de la madre del humanismo en Colima.
ABUELITAS:
Según el Inegi, de acuerdo al censo 2020, nuestra ciudad tiene 146,965 habitantes. La prosperidad de Colima se debe en gran medida a su gente trabajadora y a la excelente comunicación que existe para la comercialización de productos diversos. Nuestra ciudad capital fue fundada en el año de 1527, un 20 de enero para ser preciso. Con estas sencillas líneas hago patente mi gratitud a los antiguos pobladores de nuestra bella ciudad. ¡Celebremos la vida! Es cuánto.