TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

Prohibido destruir amistades por la política, dice un mensaje que recorre las redes del mundo virtual. Sin duda es lo deseable, sin embargo, la pasión natural del ser humano, aunado a su inmadurez natural también, le lleva en ocasiones a perder los estribos, y a caer en lo vulgar y grotesco defendiendo lo indefendible.

Ningún postulante necesita ser defendido de manera real o tácita, quien entra en la jugada de la promoción política sabe a que le tira. El riesgo que conlleva ser candidato de cualquier partido y con ello, que no debiera, exponerse a que la sociedad se entere, si tiene posibilidades, hasta de lo que se va a morir. Allá, tras las siete colinas de jade, existe un “equipo”, dicen, que da fiel seguimiento a cada posible triunfador y si no va con la línea, dicen, pues se convierte en blanco de la ira y la barbarie.

Regreso al comentario inicial, el detalle con ese tema es que mucha gente ve la posibilidad de que sus intereses se vean afectados, en consecuencia, agarran partido, como se dice coloquialmente.

Hay que ver el sueldo de un servidor público de elección popular, las posibilidades de beneficio por sus gestiones y relaciones desde su puesto, etc. Luego entonces, cuando una persona llega a un cargo, viene acompañada de muchas familias que se cobijan bajo su sombra. Si a lo anterior agregamos la forma natural que el mexicano tiene en cuanto a su sentido de pertenencia, pues obtendremos como resultado una encarnizada y lamentable pérdida de valores no solo de los propios candidatos, sino también, por obvias razones, de sus seguidores.

Luego entonces, posición social, académica, laboral, familiar, y de cualquier índole, puede verse afectada por la fiebre política. Los buenos modales pasan a segundo término, los intelectuales pierden los estribos y hasta los miembros de una familia, muestran su lado oscuro. A como de lugar tratan de resaltar las bondades de su candidato hombre o mujer y nada tiene de malo, el problema es que muchos lo hacen sobre la moral del adversario, mayormente cuando los primeros viven del presupuesto.

Así transcurre el proceso y finalmente, gana quien es aceptado, votado, por la mayoría y después de algunos meses, nadie parece recordar, a veces ni los candidatos. Así es nuestra sociedad, adaptable y cambiante, queda atrás una estela de improperios, palabras no sentidas que se dijeron en el fragor de la campaña. Las sonrisas de los que crecieron regresan a los rostros, los que ganaron comienzan a gobernar y los que no, preparan la siguiente estrategia.

¿Me explico? Todo forma parte de un momento pasajero, en donde unos ganan y todos aprenden, es innecesario caer en provocaciones, en situaciones de imposición o actitudes triunfalistas y amenazantes. La verdad está esperando en la privacidad de las urnas y de cada conciencia que habrá de decidir sin presiones y con entera libertad. De nada sirve las distancias ni los pleitos, los intentos de engañar con publicaciones ajenas a la realidad, a estas alturas la gente ya decidió a quien dará su confianza.

ABUELITAS:

Saludé a Marisa Mesina Polanco, una mujer seria y comprometida con sus ideales de servicio y buena voluntad. Ella tiene un doctorado en educación y ha sido defensora de los derechos humanos desde que la recuerdo. Universitaria orgullosa de su alma mater, pero sobre todo, es una buena persona.

Hoy, bajo las siglas de morena busca la diputación local por el distrito 2. Sin duda es otra excelente opción para que usted decida. Es cuanto.