Por: Gustavo L. Solórzano
Ningún discurso, abrazo, acción protocolaria o sincera, puede regresarle la vida a una persona. De nada sirven las leyes cuando no se aplican o se hacen a la medida de quienes ostentan el poder. La realidad es distinta a los mensajes pomposos y pueden más los intereses de grupo y peor aún, la indiferencia, que los resultados en beneficio de la sociedad. Me uno al luto de quienes han perdido a un ser querido en esta estéril guerra sin cuartel, de forma innecesaria e injustificada pero si, con buenos dividendos. ¡Fuente ovejuna señor!
Mi madre nos repetía la frase de ver oír y callar a fin de evitarnos problemas innecesarios. Sin embargo, decía, nunca se callen una injusticia. En la medida de lo posible he cumplido con ella y sus enseñanzas, aunque no siempre me ha resultado ni lo uno ni lo otro; más de alguna vez dije sandeces y seguramente he ofendido sin querer queriendo, como humano que soy.
Lo anterior lo señalo porque muchos servidores públicos (humanos al fin) parece que olvidan una máxima vigente que dice, la vida es como la casa del jabonero, el que no cae resbala.
Desafortunadas las declaraciones de la presidenta de Manzanillo en torno a lo que sucede en la seguridad de quienes representa. Nada es para siempre, ser humanos nos compromete a ser solidarios con la gente en desgracia y sobre todo, ser respetuosos con quienes ya dejaron este plano, eso se aprende en casa.
Lo anterior le valió a la presidenta del puerto, una calificación reprobatoria de parte de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, quien atinadamente señala que lo expresado por la alcaldesa “agravia a la familia de la víctima”.
La sociedad está dolida, angustiada, con temor y sobre todo, con incertidumbre por la escala de la violencia en su propio perjuicio. Encima de ello, que quienes representan a la ley y a la justicia, quienes están para administrar y servir, muestren su inexperiencia y falta de sensibilidad humana e institucional, pues que lamentable.
Finalmente diré que mientras algunos actores políticos con representatividad juegan a las adivinanzas de saber si van o no van con boletazo, el gobernador del estado da la cara en relación a otro hecho lamentable y doloroso, que golpeó no solo a la sociedad manzanillense sino a todos los colimenses, me refiero claro está, al caso del joven Germán, señalando que no es momento de buscar culpables y que una situación como esta debe movernos a todos.
Realmente la violencia debe movernos a todos, no es la autoridad en sus diferentes órdenes, no son quienes delinquen, no somos los ciudadanos comunes y corrientes, tampoco son los políticos buenos ni los malos, ni siquiera los servidores públicos corruptos, somos todos quienes necesitamos forjar una mejor sociedad en donde esos todos, tengamos cabida para bien.
ABUELITAS:
Quiero hacerle una invitación a usted que me hace favor de leerme, ahora que se acerca el temporal de lluvias, busquemos un lugar seguro y adecuado para plantar un árbol y cuidarlo. Frutal o no, lo importante es que sea de nuestra zona, en cuanto puedan comunicarme al vivero estatal o a la instancia correspondiente, le diré cuáles son los convenientes. No he podido porque nadie contesta en el único número que me dieron en el 31 3 30 31. Seguiré intentando, es cuánto.