TONALTEPETL

0

Por: Gustavo L. Solórzano

Del susto a la incredulidad, de ahí a los rumores y después a la incertidumbre. Las preguntas en todas las bocas fueron las clásicas, que pasó? en donde? A qué hora? Etc.

Poco más de las diez de la mañana muchos colimenses terminamos de despertar con un estruendo que cimbro la tierra; el desconocimiento generó duda y finalmente como reguero de pólvora la noticia se esparció llena de rumores a través de las redes sociales. La calle Venustiano Carranza fue la ruta para llegar a la Plaza Perla, hoy afectada, que explotó un tanque de gas y eso generó daños en el lugar citado. Al parecer cuando los responsables de Protección Civil revisaron, los tanques de gas estaban intactos, es decir, ninguno explotó.

Con la urgencia propia del caso, autoridades de diversas corporaciones se dieron cita en el lugar y acordonaron el área de inmediato. La ocasión lo ameritaba y para fortuna de todos las pérdidas solo fueron materiales, algo que agradecerle al gas, además de que haya explotado en horas sin movimiento de personas. Después de arduas horas de trabajo e investigación ahí quedó todo. Algo más para darnos cuenta de que Colima está creciendo a pasos agigantados, se acabó la provincia, ha llegado la pequeña urbe.

Cambiando de tema:

Con el único fin de responder a las interrogantes que me  plantean algunas personas, me permito compartir con ustedes este tema, el Biomagnetismo es una técnica cuyo nombre fue acuñado por el Dr. Mexicano  Isaac Goiz Durán hace casi treinta años. Muchos años antes, otro médico de apellido Mesmer, habría intentado poner al servicio de sus pacientes la magnetoterapia, creando así  las bases para el uso una nueva forma de llegar la curación y por ende, el uso de imanes. En consecuencia, desde Goiz hasta la fecha, existen muchas corrientes cuyo único fin, reitero, es servir a quienes buscan y encuentran, alternativas para recuperar el equilibrio en su salud.

Luego entonces, el Biomagnetismo consiste en la aplicación de imanes de una determinada polaridad (carga + positiva o – negativa) y de igual fuerza (Gauss) en puntos específicos del cuerpo humano, formando pares (par biomagnético) con el fin de restablecer el pH (proporción de hidrogenios) y, a través de ello, privar a los agentes biológicos patógenos de su medio ambiente, es decir, eliminar al enemigo que produce la enfermedad.

Obviamente son imanes limpios, no usados con anterioridad en bocinas o en algún otro artefacto y las sesiones van de 20 minutos hasta media hora, según el terapeuta que los aplique. Cabe mencionar que a terapia con imanes presenta mínimas contraindicaciones, ejemplo: necesitan evitarla quienes  tiene un marcapasos o sepan que traigan algún objeto metálico que pudiera haber sido olvidado en cirugía. Así mismo, si la persona a  tratar está embarazada, o ha recibido quimioterapia reciente. Como en todo, es necesario acudir con  un terapeuta certificado para evitar sustos o algún mal manejo en la aplicación, aunque el biomagnetismo es muy noble y siendo manejado de manera adecuada difícilmente podrá generar problemas. Por cuestiones de espacio continuaré en otra edición, o si tiene dudas sobre este u otro tema de salud natural, comuníquese conmigo, me dará gusto orientarle. Es cuánto.