TONALTEPETL

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Por: Gustavo López Solórzano

Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena. Ingmar Bergman, guionista y director de teatro y cine sueco.

Mi abuela decía que llegar a la edad que ella tenía sin duda era una bendición, verse amorosamente acompañada por quienes estuvimos con ella hasta el momento de su trascendencia fue para ella el mejor regalo. Sin duda, también lo fue para nosotros.

Asilo, es una palabra de origen griego, está compuesta de la partícula privativa “a” y el verbo “sylao”, capturar, violentar, devastar. Textualmente significa “sin captura, sin violencia, sin devastación”. En la antigüedad existían zonas de asilo consideradas sacras cuyo territorio era inviolable y donde no podía ejercerse la persecución.

Otra forma de asilo es el que se creó para brindar apoyo a los adultos mayores cuyos familiares no pueden atender. Los asilos para ancianos constituyen un espacio necesariamente importante y su función dentro de la sociedad ha sido la de brindar no solo atención, sino también custodia, protección e incluso recibir a personas con necesidades especiales  como socorro, prevención, cura,  etc. en pocas palabras, nacen para remediar ciertas situaciones individuales urgentes de tipo familiar y  social. Por otra parte, hoy en día  se consideran espacios bastante rentables y con jugosas ganancias; ya que son muchas las personas que incluso, se internan por su propia voluntad a fin de no dar “problemas a su familia”. Naturalmente que al pagar por un servicio, cualquier persona tiene el derecho a recibir el mejor trato, “para eso pago”, so pena de reclamar y/o emprender una acción legal en contra del prestador de un servicio que no cumpla con lo que ofrece.

Obviamente por razones humanitarias, es entendible la existencia de estos espacios y seguramente son regulados por la autoridad competente, (ignoro cuál sea). Durante años, estos espacios fueron atendidos por religiosas cuyo amor al prójimo está libre de toda duda. Hoy en día diversos profesionistas intervienen para brindar su atención especializada a las personas mayores cuya vida productiva ha disminuido y que requieren más que un espacio para vivir, la vida de un espacio que alimente sus necesidades afectivas, sus ganas de vivir y que reciban un trato digno, respetuoso, y de gratitud por el simpe hecho de llegar a su edad. Nuestros ancestros, las grandes tribus de quienes provenimos, brindaban un trato especial a sus ancianos, los gobernantes de todas las épocas  han tenido y tienen  entre sus mejore asesores a personas mayores por su experiencia y ecuanimidad para la toma de decisiones que benefician a la sociedad. Indudablemente se han escrito muchas páginas sobre las virtudes de los adultos mayores, lamentablemente de nada sirve escribir si los hechos son distantes de la realidad.

ABUELITAS:

Hace años visité un asilo que está en Villa de Álvarez para llevar medicamento homeopático a la tía de una amiga, la puerta estaba sin seguro y las señoras me invitaron gentilmente a pasar. Después de una amena charla que duró más de una hora, me retiré sin que ninguna persona responsable se presentara. En otra visita que realice para llevar medicamento a una persona en el principal asilo de Colima, supe de la atención inadecuada a la población interna cuyos datos omito por razones obvias. Lamentable, triste e inadmisible que quienes necesitan y merecen recibir lo mejor, reciban lo peor.

LAHARES:

El libro La Sombra Niña II (Historia de una Luz) de la Maestra Griselda Álvarez, se presenta este jueves en las instalaciones de la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores. La reunión está programada para las 20:00 y la invitación es para todo público, vale la pena asistir. Es cuánto.