Carlos García Lemus|COLIMANOTICIAS
Colima, Col.- Se le escuchaba emocionada, eufórica. Extasiada por conceder una primicia al conductor estelar del Canal de las Estrellas, Joaquín López Dóriga, la presidenta del Instituto Electoral del Estado (IEE), Felícitas Alejandra Valladares Anguiano, cometió una pifia que la mostró a nivel nacional como una autoridad electoral que no respeta las leyes y no tuvo la mínima consideración para sus compañeros consejeros integrantes de ese organismo.
Ansiosa por ganar un protagonismo que la embriaga de placer y de soberbia, Valladares Anguiano fue víctima de sus propios dichos y al final hizo el ridículo más grande a nivel nacional registrado en los comicios de este año.
Sin tener facultad para hacerlo, estando de hecho impedida legalmente para ello y pisoteando los tiempos y procedimientos establecidos en el Código Electoral del Estado de Colima, la flamante presidenta del IEE le dijo a López Dóriga la tarde del jueves 11 de junio, en una entrevista para Radiofórmula, que al cerrar los cómputos municipales, la tendencia en la elección para gobernador de Colima había cambiado, respecto a lo señalado por el PREP y el triunfo era para el candidato del Partido Acción Nacional, Jorge Luis Preciado Rodríguez, sobre el de la coalición PRI-PANAL-PVEM, José Ignacio Peralta Sánchez.
En estos días en que las redes sociales juegan un papel importantísimo en la divulgación de información, de inmediato se conoció a nivel nacional esa declaración y la pifia de Valladares Anguiano cobró una dimensión mayor.
Figuras panistas a nivel nacional se apresuraron a felicitar a su abanderado, mientras que priistas afirmaban que se debía ser muy cuidadoso en el manejo de las cifras y la información, pues el conteo en el municipio de Manzanillo apenas concluía.
A escasos 5 minutos pasó esa euforia de Felícitas Valladares y alguien le dijo, (o se dio cuenta ella sola), del craso error cometido y de inmediato llamó de nuevo al “Teacher”, para decirle que la información que había proporcionado apenas, era incorrecta y en realidad quien aventajaba en la elección para gobernador era el priista José Ignacio Peralta Sánchez.
Sin embargo la primera versión se había regado como pólvora. Hay que mencionar que el yerro se agravó aún más pues en todo el estado de Colima la población tenía varias horas esperando el resultado del cierre en el municipio de Manzanillo.
Desde las 8 de la mañana la misma Felícitas Valladares había informado que sólo faltaban 5 casillas por computar en aquél municipio, por lo que durante esas horas, hasta poco más de las 2 y media de la tarde, la atención de los colimenses estaba en conocer ese resultado.
Reinaba la incertidumbre y el hermetismo y nadie se atrevía a declarar abiertamente el resultado, pues en realidad faltaba que concluyera el conteo.
Diversos medios locales buscaron a la presidenta del IEE para saber qué información tenía, pero a nadie le contestaba y cómo iba a hacerlo, si estaba reservando la “primicia” para López Dóriga y no fue capaz de respetar la ley.
El resultado todos lo conocemos: ese afán protagónico llevó a la funcionaria electoral a cometer un grave error y ser el hazmerreír de propios y extraños, lo que además generó obvio malestar entre los partidos políticos involucrados.
Tras la “aclaración” de Valladares, el PAN se llamó robado y su candidato a la gubernatura Jorge Luis Preciado llegó a las instalaciones del IEE a declarar que ya la habían presionado los gobiernos federal y estatal, así como el PRI para que cambiara el resultado electoral. Se atrevió incluso a declarar que el propio gobernador Mario Anguiano había acudido al organismo electoral, cosa que no era verdad y luego el mandatario se encargó de desmentir.
Quienes sí acudieron a la sede del IEE fueron el representante del PRI ante el organismo, Rogelio Rueda Sánchez y José Carlos Marín, titular de la Sedatu, quien fue acreditado como representante suplente ante el organismo electoral.
Fue precisamente esa presencia de ambos priistas justo después de la alocada declaración de Valladares Anguiano, lo que despertó la suspicacia de los panistas.
Luego, como era de esperarse, a la sede del IEE llegaron cientos de simpatizantes del PAN con pancartas y gritando consignas en contra de la presidenta del organismo.
La sesión programada para esa tarde ya no se realizó y para el día siguiente, viernes 12 de junio, la sede del IEE amaneció con un impresionante operativo de seguridad que impedía el paso de cualquier persona ajena en un radio de dos cuadras a la redonda.
Esto, como resultado de la “primicia” que Valladares Anguiano se moría por dar a López Dóriga. Con su declaración, ella se puso en riesgo y expuso innecesariamente a sus compañeros consejeros (a quienes por cierto no respetó en su afán de dar la información a destiempo y de manera unilateral).
No dimensionó tampoco el daño que le hizo a todo el proceso electoral y al Instituto que preside, pues a partir de ese momento ¿quién puede confiar plenamente en esa autoridad electoral?
Tan es así, que tanto el PAN como el PRI solicitaron al Instituto Nacional Electoral (INE) la remoción de la consejera presidenta del IEE Colima, por su evidente ineficiencia y por no respetar la ley electoral.
Tras el lamentable error de su presidenta, algunos consejeros dialogaron con periodistas para pedirles que se hiciera un llamado a la tranquilidad y a respetar el proceso, y que ya después se vea que procederá con Valladares Anguiano.
Pero lo mejor para el propio IEE, para el actual proceso electoral y la tranquilidad en el estado, es que Valladares Anguiano sea removida de inmediato de su cargo, ante su evidente pérdida de credibilidad y autoridad. Dejarla así sería como dar el mensaje de que nada pasó y un error lo comete cualquiera.
Efectivamente, como humanos estamos expuestos a fallar, pero lo de la presidenta del IEE fue mucho más que una equivocación. Primero salió a dar una información en un momento en que legalmente no correspondía (el cómputo estatal para la elección de gobernador se hizo hasta el día siguiente) y luego, por si fuera poco, hacerlo con información incorrecta lo que generó incertidumbre entre los colimenses, aún mayor de la que ya se había vivido toda la semana por lo cerrado de la votación.
Ojalá y la próxima primicia que Felícitas Valladares dé a López Dóriga, sea sobre su remoción en el IEE.
Lamentablemente ella fue una gran decepción en este renovado organismo electoral, desde un principio mostró no tener capacidad ni personalidad para cumplir esa función. Coloquialmente se podría decir que “se subió al ladrillo y se mareo”. Siempre se sintió (y le gustaba que se lo dijeran) “la máxima autoridad” en el IEE. No respetó a los otros consejeros. Desdeñó y maltrato a periodistas locales, pensando seguramente que no eran dignos de una “primicia”. Ni hablar, bien dice un refrán que “la miel no se hizo para el hocico de los burros” y hay otro que afirma que “por la boca muere el pez y el hombre por la palabra”. Ojalá la experiencia le sirva a la consejera para la función que en el futuro tenga que desempeñar. En una de esas, le pide la corresponsalía de Radiofórmula a López Dóriga para llenarlo de “primicias”, aunque ya se vio que su información no es nada confiable.
VOTO POR VOTO DA TRIUNFO A NACHO
Finalmente, como se esperaba, se tuvo que realizar el cómputo voto por voto de la elección a gobernador, porque la diferencia entre el primero y el segundo lugar fue menor al 1 por ciento.
Ese recuento finalizó el domingo al mediodía y favoreció al candidato del PRI-PANAL-PVEM, José Ignacio Peralta Sánchez, que obtuvo 119 mil 427 votos contra 118 mil 921 del panista Jorge Luis Preciado, una diferencia de 506 votos.
El día de ayer se entregó la constancia de mayoría a Nacho Peralta y seguramente el PAN recurrirá a los tribunales para tratar de revertir el resultado.