TAREA POLÍTICA

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 DIPUTADO DEL PRESIDENTE

Por: José Luís Santana Ochoa

En el marco de su Primer Informe de Trabajo Legislativo rendido el martes anterior, el diputado federal plurinominal priista, Arnoldo Ochoa González, se definió como un priista leal e institucional que conoce las reglas escritas y no escritas del PRI, entendiendo la institucionalidad “cuando se reflexiona con inteligencia y estamos de acuerdo con el programa de trabajo.

Cuando todos hacemos a un lado los intereses personales y de grupo- cuya sumatoria da como resultado en interés general, por cierto- , para trabajar unidos como partido, en ese sentido”. Esas cualidades y ese conocimiento lo llevaron a respaldar con decisión y firmeza el paquete de las recientes  reformas estructurales ordenadas por el primer priista del país, Enrique Peña Nieto, sin escuchar las voces discordantes del magisterio en el caso de la educativa que resultó laboral, ni de los empresarios que todavía  no digieren la fiscal. Como el propio Ochoa González lo reconoce, la incondicional entrega de los legisladores federales tricolores a los dictados de su presidente les generará costos políticos ante la ciudadanía por ellos ignorada so pretexto de velar por los grandes intereses de la nación. Sólo hay que esperar para ver a los valientes diputados federales que se atrevan a presentarse ante los electores como candidatos a otros cargos de elección popular en los próximos comicios de 2015. El voto de castigo es lo más benigno que les esperaría.

Sabedor de que ni su vocación ni su destino es la contienda electoral por un cargo de mayoría relativa, lo suyo es la cómoda vía de la representación proporcional o los puestos por designación, Arnoldo puede enviarle al presidente del CEN, César Camacho, a través de Pancho Ánzar, el mensaje de ser y seguir siendo “un hombre institucional, que trabajará por preservar la unidad y que Colima siga en manos de nuestro partido”, mientras que al gobernador del estado, Mario Anguiano Moreno,  le mandó decir con quien lo representó en el evento matutino, su secretario particular Guillermo Adame Fuentes,  que lo reconoce como la cabeza del PRI, y que “estamos seguros que si todos trabajamos con el programa de Enrique Peña Nieto, nuestro partido se verá fortalecido”, así los ciudadanos sigan apanicados los impactos negativos del mismo en su economía personal y familiar generados por los nuevos impuestos, exigencias fiscales e incremento en los precios de los combustibles fósiles, la electricidad, etc.

Sin más argumento que el muy socorrido de que los cambios son necesarios para México-  la clásica fórmula “dolorosos pero necesarios” ya pasó de moda, “por eso respaldamos las reformas estructurales propuestas por Enrique Peña Nieto”, Arnoldo justifica la aprobación de las enmiendas constitucionales impulsadas por el Gobierno de Enrique Peña Nieto, tales como las hacendaria, energética, política y educativa, y se declara presto a seguir  transformado al país con las reformas al sistema de salud y del campo. Desde luego, siempre afrontando el reto de “continuar creando cambios en beneficio de la sociedad“. Por cierto, los datos y cifras que en materia económica, de producción petrolera y educativa, manejó Ochoa Gonzáles en su discurso matutino, apuntalaron el argumento priista de que el país estaba mejor cuando peor se encontraba, motivo el cual “sin duda, requería cambios profundos”, como los contenidos en la receta peñista.

Por lo demás, Arnoldo Ochoa González, a quien su editor declaró  listo para la competencia por la postulación al máximo cargo público en la entidad porque  tiene argumentos políticos y experiencia suficiente para abanderar al priismo en la búsqueda del refrendo de la gubernatura, acompañado de Miguel Ángel Aguayo López como candidato a la presidencia municipal de Colima, acreditó capacidad de  convocatoria y de organización, aunque la presencia de mujeres y jóvenes fue mínima.