TAREA POLÍTICA

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MISMOS MALES

Por: José Luís Santana Ochoa

No sólo la administración estatal anguianista ha colapsado por la incompetencia, la corrupción y la impunidad, sino también la mayoría de las municipales atrapadas en el endeudamiento, la pesada y fuera de toda proporción carga laboral, la quiebra financiera y la deficiencia en la prestación de los servicios públicos. El producto interno bruto del estado y de los municipios, lo que producen en un trienio o en un sexenio los colimenses, desde hace rato que no ajusta ya para mantener las cargas burocráticas de los gobierno estatal y municipales. Hay una gran disparidad entre el tamaño de la economía y el monto de los  sueldos y prestaciones que quincenal y religiosamente reciben empleados de confianza y sindicalizados, mismos (sueldos y prestaciones) muy por encima de los que rigen en el sector privado de la economía local.

Reingenierías van y vienen y las nóminas burocráticas de los dos niveles de gobierno mencionados en el punto anterior continúan creciendo. En el sexenio anguianista han sido miles los empleados dados de baja para que otros tantos más entren por la misma puerta y todo siga igual o peor. Al cierre de los gobiernos municipales que concluirán trienio el día 15 de octubre próximo, los “líderes” sindicales de aprestan a basificar a sus incondicionales importándoles un carajo heredarles a las nuevas autoridades municipales más compromisos laborales, práctica malsana que alguien debe parar en seco, pues el horno no está para bollos.

Es un hecho público y notorio, verificable, que los sueldos y prestaciones, “conquistas sindicales”, desde hace muchos años se han salido de madre, están muy por encima de los que privan en el mundo no oficial que aporta vía impuestos el dinero para que los gobiernos estatal y municipales los paguen. Si se comparan las horas realmente laboradas y sus resultados que aportan  quienes cobran en uno y en otro ámbito, podrá verse con meridiana claridad que quienes cuestan más producen menos, inequidad que debe terminar a toda costa.

Ejemplo patético de irracionalidad administrativa es lo que se ha vendido dando en el H. Ayuntamiento de Tecomán desde que Audelino Flores Jurado se adueñó del Sindicato de Trabajadores supuestamente al servicio del mismo, donde a pesar de llevar ya dos décadas en quiebra financiera, desorden administrativo  e inoperancia como prestador de servicios públicos, nada se ha hecho ni  logrado para resolver en serio, a fondo y de manera integral, de una buena vez y para siempre, tal entrampamiento, porque al caciquillo Fraudelino y a los irresponsables alcaldes que lo han alcahueteado, simple y llanamente, el noble y aguantador pueblo tecomense les importa una pura y dos con sal, un comino. Por ello unos y otros (parte sindical y autoridades municipales), voraces, se han dedicado  a embolsarse, a costillas de la gente que ya no siente lo duro sino lo tupido,  lo que creen que es suyo.

La llegada a la alcaldía iguanera de José Guadalupe García Negrete, agro productor, gente de trabajo, productiva, con idea y consciencia del binomio costo-beneficio, conocedor del mercado laboral tecomense, respetuoso de los derechos de los trabajadores pero también del cuidado debido de los pesos y los centavos, del dinero propio y del que aportan los ciudadanos, representa la oportunidad de que en la próxima administración imperen el orden y el concierto, la racionalidad administrativa, la colaboración de todos los que navegarán en el mismo barco los próximos tres años.

El gran reto de García Negrete es, a través del diálogo y la negociación de cara a la ciudadanía tecomense, lograr que el tronado H. Ayuntamiento de Tecomán recupere su viabilidad. Si fracasa en el intento, deberá entregarle el changarro a Audelino Flores Jurado (el presupuesto municipal incluido) para que se cobre y pague a discreción todo lo que se le antoje, fórmula infalible para acabar con el perro y la rabia. A lo mejor después del audelinato podría venir una nueva era en la vida de un ayuntamiento que desde hace años  perdió su razón de ser, de hacer y de lograr.

EL ACABO

  • Ya no hay razón ni argumento válidos para que los políticos les sigan cediendo y concediendo todo a los lidercillos sindicales de las burocracias estatal y municipales, a quienes los electores colimenses reprobaron en las urnas el domingo 07/06/2015 evidenciando, una vez más, que el corporativismo sindical vale madres a la hora de la verdad.