TAREA POLÍTICA

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EL ESPEJO DE GUERRERO

Por: José Luís Santana Ochoa

Agobiado por la crisis financiera de la quebrada administración estatal que acumula deudas de alrededor de 13 mil millones de pesos, el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez, insiste en que de una buena vez lo releve en el cargo el priista gobernador electo Héctor Astudillo Flores, y  no esperarse hasta el 27 de octubre próximo, fecha constitucionalmente establecida para la inauguración del próximo gobierno.

Similar situación se vive en Colima  donde Mario Anguiano Moreno tuvo que reconocer que valió madres su tan cantado por él y sus incondicionales, gobierno de excelencia que ni la nómina puede pagar ya, mucho menos a proveedores, pensionados, Universidad de Colima, adultos mayores, becas y demás yerbas, pero a diferencia de su homólogo guerrerense, el fraude de Tinajas no tiene a quien tirarle el arpa.

En Colima, la panga anguianista se fue a pique desde hace rato ya, sin que su balín capitán se diera nunca jamás por enterado, autismo que contrasta con la visión realista que de similar situación tiene  el de “Los Caminos del Sur”, quien razona que “si ya hay gobernador, que el gobernador electo asuma su cargo y encare esta crisis … sí es urgente que Hacienda asuma éste problema… yo no soy un obsesivo del poder, yo quería expresar mi preocupación y la magnitud del problema financiero, es un acto de total responsabilidad lo que yo estoy haciendo, que es dar a conocer la crisis y la posible solución”, misma confesión que debiera hacer el beato talpense Mario Anguiano Moren en lugar de seguir poniendo cara de mirla con pujos.

“No, no es posible, porque no podemos hacer algo que no esté establecido en la Constitución que dice —en un artículo transitorio—, que es a partir del mes de octubre. Entonces, eso no se puede hacer antes, eso es por lo legal. Y por lo político, tampoco hay condiciones”, argumentó Astudillo Flores para rechazar el ofrecimiento de Ortega Martínez a quien le ha pedido encontrar una solución al “boquete” financiero en la entidad, con el objetivo de evitar que este problema se convierta en una nueva crisis, de la cual tiene confianza en salir “con la ayuda y con el respaldo del gobierno federal, independientemente de lo que se puede hacer internamente en la administración actual”, exactamente el mismo sueño guajiro del impugnado ganador de la contienda por la gubernatura de Colima, Ignacio Peralta Sánchez, quien ya aclaró que estará tomando las decisiones a partir del primero de noviembre y no antes, siempre y cuando el TEPJF le ratifique su pírrica y cuestionada victoria del domingo 07/06/2915, habría que precisar.

El problema para Colima y Guerrero, y muchos otros estados de la República quebrados por sus incompetentes, corruptos e impunes gobernadores, es que los gustos federales no ajustan para los pesares estatales. O lo que es igual, pensar que por sus lindas caras a los nuevos gobernadores la Secretaría de Hacienda les entregará miles de millones de pesos para cubrir los desfalcos de sus antecesores, es hacerle al tío Lolo. Como siempre, serán los ciudadanos quienes paguen los desfalcos a las arcas estatales hechos por malandrines que no serán perturbados ni con el pétalo de un amago judicial. Ni en Colima ni en Guerrero habrá ajuste de cuentas, sino todo lo contrario, solapamiento. Como siempre, “lo caído, caído”. Al tiempo.

EL ACABO

  • Según JIPS, “Manzanillo perdió hace años la capacidad de auto determinarse. Las decisiones trascendentes no son tomadas por los porteños, sino que se efectúan en escritorios de la ciudad de México por personas que no nos conocen, que nunca van a vivir aquí, por ello su compromiso siempre será pequeño”, tal como sucedió con el impugnado candidato a la gubernatura del estado que les fue impuesto a los prisitas colimenses desde “Los Pinos”. Ni Enrique Peña ni Luis Videgaray cohabitarán jamás con los colimenses.
  • La ‘sopechosista” diputada federal plurinominal del PAN, Patricia Lugo Barriga, quien nunca ha ganado una elección ni de presidente de barrio o colonia, sin argumentos de peso para promover en Colima la candidatura a la dirigencia nacional panista del altisonante chihuahuense senador plurinominal Javier Corral, y sólo para ganarse la nota, salió con la puntada de que el CEN del PAN “puede estar negociando la gubernatura de Colima con el PRI y el presidente Enrique Peña Nieto”.
  • Se le puede exigir al cooptado Órgano Superior de Fiscalización y Auditoría Gubernamental (Osafig) “una investigación sobre las presuntas irregularidades del gobierno del estado y que informe sus resultados en un plazo de 15 días como establece la ley”, pero la misma encontrará a la administración anguianista rechinado de limpia.
  • No se hagan  ilusiones, ninguna rata gorda silverista-anguianista caerá al fresco bote ni devolverá medio centavo partido por la mitad. Sucederá lo  mismo de siempre: el pagano volverá a ser el noble y aguantador pueblo colimense.