Consideró que el tema de aumentar los impuestos no fue debidamente consensuado con todos los gobernadores, además de que como ya lo había manifestado en las campañas, el PRI no iba ir favor de ningún nuevo aumento.
“No porque no se quiera asumir los costos políticos, sino porque quizá faltó una reflexión mucho más amplia de cuál era el diagnóstico y cuáles eran las posibles expectativas que se pudieran presentar en una reforma fiscal”.
Dijo que una de las muchas reflexiones es que se cobraran más impuestos a las grandes empresas.
“Por supuesto que esa sería una de las muchas reflexiones. El problema en México no es la producción de riqueza, que se produce mucha, es la distribución de esa riqueza en los parámetros que actualmente se da, se siguen generando asimetrías cada vez más anchas y eso no es factible, la brecha entre ricos y pobres en México cada día es más amplia”.
Asimismo: “Se está pulverizando a la clase media, se le está llevando hacia abajo, que hacia la expectativa que se tenía hace treinta años de generarse la oportunidad de que puedan en un momento dado ser parte de la clase económicamente más desahogada”.
En contraparte, citó como a una empresa juguera se le regresaron 2,500 millones de pesos por devolución del IVA.
Dijo que no sería extraño que el Senado de la República diera marcha atrás con lo aprobado por la cámara baja.
“En las pláticas que he tenido con el senador Rogelio Rueda y con otros senadores, hay incertidumbre; es decir, el PRI no está convencido con la Cámara de Senadores, de que realmente sea transitable el tema, tal como se planteó, sobre todo porque, si se hacen propuestas en las campañas y la gente le da el voto a los candidatos y a los partidos por el análisis de sus propuestas, entonces resulta incongruente que se diga una cosa en campaña y que se haga otra ya actuando como representante popular”.
En ese sentido, señaló que el diputado federal Carlos Cruz, generó una congruencia con lo que se había comprometido, al no votar a favor del aumento a los impuestos.
Al mismo tiempo dijo entender al presidente Felipe Calderón, de que la solución no es el 1, ni era el 2 por ciento (que había propuesto), “era hacer una reforma fiscal mucho más amplia, que deje la posibilidad de incluir los criterios empresariales, los criterios del sector social, los criterios del sector académico, por supuesto los criterios del sector gubernamental, generando lo que ya se hizo en alguna ocasión con la famosa jornada hacendaria de hace ya varios años, pero que desafortunadamente no se le da seguimiento”.