Se frustró el “robo” del arbitraje colombiano

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Gerardo Velázquez de León

El futbol en ocasiones es injusto y frustrante. Así fue el primer tiempo en el empapado estadio de Natal donde la falta de capacidad, negligencia y poca técnica arbitral del asistente número 1, el colombiano Humberto Clavijo, avalado por complicidad de su paisano y árbitro central, Wilmar Roldán, hacían ver un panorama negro en el debut de la selección nacional mexicana en el mundial Brasil 2014. Dos jugadas legítimas, ambas definidas correctamente por Giovani dos Santos fueron invalidadas por una enorme mediocridad del cuerpo arbitral colombiano. Ayer fue Nishimura, hoy Clavijo y Roldán, el mundial está marcado por la incapacidad.

Años que una selección mexicana no mostraba la personalidad y capacidad de controlar un partido de futbol. Lo único que requería era anotar, porque pese al tendencioso árbitro fue extremadamente superior a Camerún, dicho sea de paso, una decepción.

Y en la vida hay premios, como el que tuvo Oribe Peralta que dando una de sus peores actuaciones como seleccionado nacional, logró hacer una diagonal rapidísima para poder concretar una muy buena jugada mexicana encabezada por Giovani dos Santos, el mejor en el terreno de juego por México. Miguel Herrera no se equivocó con la elección del jugador del Villarreal porque lo mostrado por Gio es lo que siempre se espera de él y que pocas veces consolida en el campo de juego.

La selección inicia muy bien pero con una gran duda, los últimos 10 minutos donde dejo ser peligroso a un inoperante, poco solidario e ineficaz equipo camerunés y donde Guillermo Ochoa fue el artífice del triunfo al lanzarse espectacularmente ante un remate que iba al ángulo derecho de su portería. No se puede dudar, no se debe dar iniciativa cuando hay un control total de partido y la mente no debe traicionar a los futbolistas y defender un gol de ventaja que claro está, se puede perder muy fácil por las grandes ventajas defensivas que otorga la selección en las pelotas aéreas.

Esperanza si, pero la realidad del nivel de la copa del mundo pondrá a la selección mexicana en su verdadera dimensión la próxima semana, ante rivales distintos en competitividad y talento a la pobre selección de Camerún. Pero hoy, hicieron lo que tenían que hacer y aunque no hay nada que celebrar, es muy agradable ver a un equipo conectado a las ideas del técnico y que hayan hecho su mejor presentación en muchos años.