Scaffolding

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Por: Jonás Larios Deniz*

Los sistemas escolarizados en el mundo dieron un giro al concepto de aprendizaje, haciendo una re-asignación de responsabilidades en los actores del hecho educativo; se establece que el papel del maestro ya no debe ser más el protagonista y poseedor de saber, sino un facilitador que, gracias a su amplia formación didáctica y disciplinaria, organiza y asigna tareas que propiciarán en los estudiantes oportunidades de integración y fijación de aprendizaje. La anterior situación se observa de manera clara en la educación a distancia, particularmente en los modelos curriculares en línea, ya que al no haber una relación cara a cara toda la comunicación se estructura antes de la realización del acto educativo; dichos modelos enfatizan, en todo momento, la importancia que tiene el compromiso del alumno frente a los objetivos y contenidos que implica un tema, unidad de aprendizaje o competencia genérica o específica. Cabe destacar que no se trata de autodidactismo, sino más bien de un nuevo esquema didáctico en el que los estudiantes y sus aprendizajes tienen un lugar primordial. “Es condición indispensable para el desarrollo educacional de hoy; poner al estudiante a gestionar información, producirla y difundirla; debe ser además, tarea de cada educador y aspiración permanente de cada estudiante; es medio fundamental en el desarrollo de la independencia del estudiante desde la dirección del profesor en un proceso de formación; para ello las prácticas educativas bancarias se hacen insuficientes y no conducen a un desarrollo pleno del ser humano ni a tono con las demandas contemporáneas”. (http://educacionyeducadores.unisabana.edu.co/index.php/eye/article/view/1623/2133). En los modelos escolares actuales se hacen esfuerzos significativos por cambiar la cosmovisión educativa prevaleciente en el siglo XX, estableciendo conceptos contrarios a los que anteriormente representaban la consecución del éxito educativo. Ahora, frente al profesor erudito está el conocimiento que se construye globalmente y se distribuye a través de múltiples redes de información; la obligatoria permanencia en el alumno en un salón de clase (asistencia obligatoria controlada con el pase de lista obligatorio) se libera, para lo cual, se incorporan otros muchos escenarios, tales como: bibliotecas, empresas, instituciones, organizaciones civiles, entornos virtuales, etc. Un aspecto central que se debate en la implementación de los enfoques curriculares centrados en el estudiante y en el aprendizaje es la relación que se da entre profesores y estudiantes, ya que sus énfasis están en situaciones o elementos que no involucran directamente a los docentes y eso conflictúa su papel y sus funciones tradicionales que se conservan en los centros escolares, por ejemplo: el pase de lista, la asignación de una calificación, entre otros. En este sentido, los claustros de profesores son exigidos para proponer metodologías didácticas progresistas, prácticas, flexibles y significativas. Los cognoscitivistas han planteado la necesidad de hacer significativo el trabajo escolar y relacionarlo con la realidad a través de los entornos inmediatos; por su parte, el internet establece el aprendizaje colaborativo y las comunidades de aprendizaje como opciones enriquecedoras en los trayectos formativos a lo largo y ancho de los sistemas educativos. Aparece aquí un elemento central, se trata de la tutoría o acompañamiento del alumnado, en diferentes ámbitos de la vida del estudiante: personal, escolar, familiar, etc. Una concepción más específica, en el ámbito de la didáctica es el scaffolding o la colocación de andamios por el profesorado. Scaffolding es definido como la ayuda a tiempo proporcionada por un profesor/padre (tutor) que permite a los estudiantes (tutorados/hijos) participar de manera significativa en el desarrollo de habilidades para la resolución de problemas. (Wood, Bruner, and Ross, 1976). Tales habilidades posibilitan que el tutor/hijo escale hacia aprendizajes más complejos y trascendentes. Es frecuente escuchar la queja de la generación adulta en relación a la ausencia de compromiso de los jóvenes; en parte se debe a que los adultos resuelven los conflictos de sus hijos, sobrinos, alumnos, etc. obstaculizando el desarrollo de su autonomía.  La escuela y la familia tienen en el scaffolding la vía para trabajar juntos, desde el preescolar hasta la universidad. Hagamos del scaffolding un concepto permanente en la escuela y en la casa; los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, viven exigencias, retos y peligros que tendrán que resolver por sí mismos a través de patrones de reflexión y estrategias de solución construidas con solvencia intelectual y responsabilidad moral.

*Profesor-investigador de la Universidad de Colima.