RENUNCIAS EN PUERTA

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AL DESNUDO

Por: Édgar Rodriguez H.

La responsabilidad oficial por las graves consecuencias de la  subrepticia y desastrosa misión, mal planada y peor organizada, que llevó directamente a la emboscada en territorio jalisciense limítrofe con la zona alta  de Colima  a un grupo de diez policías estatales enviados por mandos todavía no identificados públicamente, a escoltar tierra-aire a dos supuestos inversionistas en minería, es la más reciente metida de pata del Secretario de Seguridad Pública del Gobierno del Estado,  Coronel Enrique Alberto Sanmiguel Sánchez, dependiente del Secretario General de Gobierno, Arnoldo Ochoa González, quien deberá exigir al secretario de seguridad explique puntualmente por qué se llevó a cabo esa operación de traslado y custodia de presuntos empresarios mineros.

A su vez, y como dijo que sucedería, muchos puntos obscuros tendrá que explicar con claridad y sustento el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez, como dijo sucedería  incluido el nada transparente negocio de la prestación de servicios especiales de seguridad a políticos y empresarios VIP con decenas de policías que cobran en la nómina estatal, y que, se supone, su deber es proteger a la vida y los bienes de la ciudadanía ante los embates de la delincuencia que no suelta al país ni al estado en particular.

A través de su cuenta de Facebook, el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez informó en sus redes sociales el martes 2 de junio de 2020 lo que desde el día anterior ya se sabía: Que los restos humanos encontrados el Ejido de Cedros, municipio de Manzanillo, “coinciden con los rasgos físicos de los 7 policías estatales que desaparecieron en Jalisco, en la zona limítrofe con nuestra entidad”, lamentando el hecho “sobre todo por el dolor que genera en sus familias, a las cuales se les brindará todo el apoyo institucional. Para estas familias mi respeto, condolencias y comprensión”.

El gobernador Peralta Sánchez ha ordenado que las autoridades ministeriales esclarezcan  los hechos, brinden información integral y señalen a los responsables para su debida persecución, y lleven a cabo una “exhaustiva investigación al interior de la Secretaría de Seguridad Pública, para que se analice la cadena de decisiones, la actuación de los funcionarios y el cumplimiento de protocolos, con el objeto de que se determinen responsabilidades”. La segunda tarea más fácil de realizar que la primera por razones y motivos más que obvios.

Una investigación seria y a fondo de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Estado de Colima podría ser el fin de los días en la dependencia de su titular el Coronel Enrique Alberto Sanmiguel Sánchez y su directores, sin contar que el Secretario General de Gobierno Arnoldo Ochoa González, se convertiría en el blanco de muchos señalamientos como sucedió el pasado lunes cuando incluso ya se hablaba de sus dimisión como consecuencia de la desaparición y muerte de siete policía.

Ojalá que “el análisis de la cadena de decisiones, la actuación de los funcionarios y el cumplimiento de protocolos” que el mandatario estatal se ha comprometido a llevar a cabo, lo realice personal especializado externo, ajeno completamente al grupo en el poder, para que sus resultados sean creíbles y aceptados por las familias de los policías a quienes sus jefes mandaron al matadero, y por los colimenses en general. 

Para empezar, y en tanto se llevan a cabo las investigaciones el titular del ejecutivo estatal debería apartar de sus cargos a todos los funcionarios de seguridad involucrados y con ello impedir se empañe la investigación y de pie a que los adversarios saquen raja política de los hechos como ya lo están haciendo desde el legislativo local los diputados de Morena.

Se dice que…

*En el tema de los policías que viajaron presuntamente al estado de Jalisco, aunque las autoridades de este estado ya dijeron que no, son muchas las preguntas que habrá que responder por parte de las autoridades responsables de la Seguridad en Colima, luego de confirmarse que los restos de cuerpos humanos hallados el pasado lunes por la mañana si corresponden a los policías de Colima reportados en su momento como desaparecidos.

*En otro tema  que no es de seguridad pero si de salud y también pueden costar la vida, de verdad maravilloso resulta la recuperación de su salud lograda por el diputado local de MORENA, Guillermo Toscano Reyes, infectado con todo y deabetis (que no deabetes) hace unos pocos días por el Covid-19. Más tardaron en detectarle el contagio que en declararlo sano y salvo. ¡En hora buena! y a lo que sigue que las papayas no esperan y quienes las reciben menos.

*Tranquiliza saber por boca de la Secretaria de Salud y Bienestar Social, Leticia Carrillo Delgado, que “ante el incremento de casos positivos y defunciones derivadas del Covid-19, Colima está muy lejos de poder levantar la contingencia sanitaria”.