RECURSO FÁCIL

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AL DESNUDO

Por: Edgar Rodríguez.

Cada vez con mayor frecuencia, las mujeres que incursionan a la arena política, a la menor contrariedad, echan mano del recurso fácil de asumirse víctimas de violencia política de género, como denuncia supuestamente haberlo sido por parte de los diputados morenistas de la LX Legislatura Local, la diputada plurinominal panista beneficiada del nepotismo marital, Priscila García Delgado, quien feliz asumió la preciada curul habiendo otras militantes blanquiazules con muchos más merecimientos y que nunca jamás se quejaron por haber sido discriminadas.

Dizque “para sentar un precedente”, la esposa del representante en el estado del matrimonio Bejarano Martínez-Padierna Luna, mejor conocidos en el bajo mundo de la política nacional como “El Señor de las Ligas” y “Dolores la Tierna”, el acomodaticio individuo que cobra como secretario del ayuntamiento priista de Colima sin reparar en que ‘dobleteo’ del ingreso familiar que atenta contra el derecho de todos los ciudadanos a tener chambas de calidad), Priscila, ha presentado ante el órgano electoral local, denuncia por la violencia de género que, presuntamente, ejercieron sus colegas de morena al haberla removido junto con el diputado de Fuerza Social por México, Rigoberto García Negrete, de la Comisión de Responsabilidades del Congreso del Estado en la que llevaban apenas un par de meses.

A pesar de que ni a Priscila la desplazaron por ser mujer ni a Rigoberto por ser macho calado, movimiento normal y muy corriente en el que nada tuvieron que ver ni la falda de la señora diputada ni el pantalón del señor diputado, llena de santa indignación porque le lastimaron su orgullo, ella la emprende en contra de las diputadas morenas Viridiana Valencia Vargas y Andrea Naranjo Cortés, porque desde su punto de vista estas, sus dos compañeras de género, “fueron las que promovieron y trabajaron la destitución de quienes integraban la Comisión de Responsabilidades” (Rigoberto García Negrete, Presidente; y Priscila García Delgado, Secretaria).

Si dos diputadas bajaron de la comisión a otra de su mismo género, habrá que analizar a fondo si hay violencia de género como en el desplazamiento que hicieron del diputado hombre que, si pudiera asumirse como víctima de maltrato femenil. Por eso Priscila no ha podido embarcar en su querella a la mayoría de las mujeres diputadas, así se queje de que “no exista solidaridad” entre ellas.

Cuando se creía que a la diputada panista por conveniencia ya le había pasado el berrinche y sus quejas porque supuestamente le fueron violentados sus “derechos políticos de ejercicio al cargo” y acusaba que a sus victimarios les molestaba “el vínculo matrimonial que tengo con Francisco Rodríguez, actual Secretario del Ayuntamiento de Colima”, pues nada, revivió el tema con su denuncia ante el IEEC, así sea sólo para “sentar un precedente”.

Nada personal en contra de la diputada García Delgado ni a favor de sus compañeras de legislatura Valencia Vargas y Naranjo Cortés, trío que debiera aplicarse en serio y a fondo a resolver los temas pendientes en el Congreso del Estado, como la investigación de las riquezas mal habidas por parte del exgobernador José Ignacio Peralta Sánchez y su gente cercana, en lugar de seguir con sus pleitos. En otras palabras, a no desperdiciar la pólvora en infiernitos. Los ciudadanos hartos están de tanta farsa, maroma y comedia políticas.

Se dice que…

*Ojalá que después de las vacaciones de un mes que disfrutaron los diputados integrantes de la LX Legislatura Estatal, hayan regresados con las pilas recargadas y comprometidos a devengar lo que le cuestan al pueblo bueno de Colima.

*A todo lo que da la violencia en la calle y dentro de los hogares imperante en “nuestra Colima”. La entidad tiene la tercera tasa más alta de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes y la tasa más alta en el país de violencia intrafamiliar, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).