Por: Einar Rodríguez y Carlos A. López *
Colima, Col.- Después de 26 años de quemar llanta, de escuchar rugir los motores, de sentir la adrenalina, los apasionados de la velocidad, verán truncados sus sueños, de jugar arrancones con total seguridad, ante el inminente cierre de la pista “Francisco Zaragoza”.
“Desde que nací he estado involucrado en los autos, ya que mi papá corre autos y mi mamá también y desde chiquito mi papá corría Rally´s en Morelia cuando nos venimos para Colima, lo que había eran arrancones y era lo que buscaban mis papás, entonces empecé a ir desde niño, y ya hasta que me dieron mi primer coche a los 13 años, fue que empecé a ir y desde ahí para acá he corrido” comenta Alfredo, un joven apasionado por los arrancones y el deporte motor.
Los arrancones, picadas o piques (o drag-racing en inglés) es una disciplina del automovilismo, en la que dos carros o motocicletas compiten en una pista recta, acelerando desde el reposo para llegar a la meta antes que el rival.
Dado que la línea de llegada está típicamente a 1/4 ó 1/8 de milla (402 ó 201 metros, respectivamente) de la de partida, un arrancón suele durar menos de veinte segundos, y en algunos casos menos de cinco segundos.
Los reflejos del piloto importan tanto como las prestaciones del vehículo.
Cada competencia tiene su propio reglamento, algunas de las instrucciones generales de los arrancones son: Los dos competidores deben de estar al mismo nivel de la línea de salida; el semáforo tiene dos juegos de luces (en el caso de los arrancones legales), con varios niveles, de colores amarillo, rojo y verde.
Cada nivel se va encendiendo de a poco, cada 0,5 segundos aproximadamente, y cuando se encienden las luces verdes comienza la carrera.
Los pilotos no pueden cruzar la línea que separa ambos carriles ni hacer mover el automóvil antes de que las luces verdes estén encendidas.
Con motores de diferentes cilindrajes y modificaciones, los corredores preparan sus autos con llantas de goma, las cuales ayudan para que a la hora del arranque el carro tenga mejor agarre al piso.
Hay diferentes tipos de modificaciones pero las que más sobre salen para ganar en los arrancones, es hacer mejoras en el motor que van desde tener óxido nitroso, cambio de pistones, turbo, etc.
Arrancones en Colima
La historia de este deporte-motor comenzó en Colima en el año de 1989 con la organización e ilusión de Jorge Vera, un aficionado a los autos y a las carreras originario de Pachuca.
Los primeros arrancones se hicieron en la avenida Tecnológico, que para ese entonces aún no había mucha afluencia de carros por la ciudad, lo que permitía que se pudieran hacer carreras en la mencionada avenida.
No fue sino hasta el año de 1990 que el aeropuerto de Buena Vista se inauguró, lo que ocasionó que la pista de aviación Francisco Zaragoza cerrara y se convirtiera en una pista de arrancones gracias a la insistencia de los fanáticos por las carreras de autos; esta pista ubicada al sur de la ciudad hacia el Boulevard Carlos de la Madrid y tiene más de dos décadas que opera para esta práctica.
Para ingresar se necesita pasar por una brecha escondida cerca de la glorieta Rey Coliman, al entrar a la pista el terreno cambia de pasar por baches a un empedrado, se pueden observar 4 hangares; al fondo unas gradas de metal y enseguida la pista que por el paso de los años se ha ido desgastando por los autos donde se realizan los arrancones.
Jesús Zaragoza, dueño de la pista, menciona que: “Empezamos primero cinco amigos y en ese tiempo no había ni celulares, la voz empezó a correr hasta llegar al extremo, donde ya vimos que entre más gente había existía el riesgo de correr un peligro, entonces nos quisimos regularizar ante la autoridad allí anduvimos viendo, fuimos al Ayuntamiento de Colima a tocar puertas”.
Y pues fue relativamente en muy poco tiempo, que recibimos respuesta por parte de la entonces administración de Héctor Arturo Velazco Villa, él nos abrió la puerta, porque primero no querían ni saber de nosotros, porque para ellos éramos un problema unos mecánicos mugrosos, borrachos desmadrosos que nomás provocábamos el desorden, pero ya cuando vieron que había cierta afición, nos quisimos regularizar”.
La gente que asiste a la pista “Francisco Zaragoza” son jóvenes de 15 años en adelante, hombres y mujeres incluso familias que asisten a ver el espectáculo, los participantes o corredores normalmente son hombres que van desde los 18 años en adelante.
Los que participan en las carreras debe de respetar las reglas, algunas de ellas son el uso del cinturón obligatorio, firmar una hoja de responsiva respetar el semáforo de salida y tratar de evitar peleas dentro del arrancadero o en la zona de gradas.
“Para poder tener un permiso como lo establece la ley, fue muy complicado, ya que las carreras de autos no está contempladas en el reglamento del Ayuntamiento de Colima, para ello se tuvo que sacar un permiso individual, en el cual tenía que ir al lugar en este caso a la pista Protección Civil, para ver las instalaciones y ver sobre la seguridad de los asistentes”, mencionó Zaragoza.
Sin embargo el artículo 18 del Reglamento de Expedición de Licencias para el Funcionamiento de Establecimientos Comerciales, Industriales y de Servicios en el Municipio de Colima, señala que los interesados en obtener la licencia de funcionamiento para establecimientos comerciales, industriales y de servicios aquí regulados deberán presentar ante la Dirección de Inspección y Licencias, por escrito, la solicitud correspondiente.
Al cuestionarle al director de Protección Civil de Colima, Melchor Ursúa, si tienen conocimiento de cómo se encuentra la pista nos comentó: “Teníamos, cuando íbamos nos solicitaban que estuviéramos presentes cuando se hiciera una carrera y nos pedían que fuéramos, al ver si existían veíamos que si había una anomalía, inmediatamente se les decía que la corrigieran. Hasta el momento no nos han solicitado apoyo.”
Zaragoza explicó que el cierre de la pista es inminente “Con el paso del tiempo poco a poco le hemos ido invirtiendo y como todo en la vida, todo ciclo tiene su fin, entonces ahorita ya estamos en las últimas.”
Una recta que hace un año era de ¼ de milla pero que con el crecimiento poblacional y la construcción del puente “Desarrollo Sur”, se tuvo que recortar a un 1/8 de milla.
Y que a su vez pasa la nueva avenida Lebrón de Quiñones, la cual es necesaria para la entrada a las colonias del sur como: El Tívoli, Patios del Ferrocarril, Bosques del Sur, Torres Quintero, entre otras.
Arrancones ilegales
En el otro extremo de la ciudad, por la carretera que conduce al Isenco, los arrancones se llevan a cabo en la clandestinidad y bajo las narices de la autoridad.
No hay horario fijo para iniciar con los arrancones, sin embargo los conductores y aficionados, empiezan a llegar al lugar al alrededor de 11:30 de la noche, en donde empiezan a acomodarse entre pequeñas brechas y espacio a borde de la carretera.
Con música a todo volumen, y géneros que van del hip-hop, electrónica, banda, norteño, hasta el reggaetón, el mundo de los runners (corredores), está además aderezado con mujeres atractivas y autos impactantes, que hacen de las calles todo un espectáculo pues la emoción como espectador de ver estas carreras no se compara con cualquier cosa.
Los arrancones nacen en la ilegalidad, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los soldados estadounidenses que volvían a casa requerían adrenalina. Así se pactan las primeras carreras, en la década de 1950, en campos de aviación en desuso y pistas de carreras de EUA.
En sus marcas, listos… ¡FUERA!
Para dichas carreras los tipos de autos que se utilizan no son específicamente de un modelo o una característica especial, para los “arrancones ilegales” se necesita tener solamente un auto y la pasión de correr. Aunque para algunos, lo primero es tener un auto muy veloz pues si no lo tienes, es poco probable de que puedas llamar la atención.
Estos autos, algunos con modificaciones en motor y caja de velocidades para mayor potencia, velocidad y arranque, son modificados por ellos mismos o en talleres especializados pues dichas modificaciones no se llevan a cabo en cualquier taller mecánico.
La idea de trasplantar motores más grandes, más potentes y más ruidosos a autos de tamaño mediano, le dio origen a la gran leyenda de los denominados “muscle cars”, construidos en los años 60 y 70 dando origen entre ellos al famoso Charger.
Drogas, alcohol y rock and roll
El consumo de alcohol es uno de los factores de más riesgo que hay en los arrancones ilegales. Los asistentes y participantes consumen bebidas alcohólicas, antes, durante y después de las carreras. Esto puede provocar un destanteo al arranque y provocar un accidente.
De acuerdo al artículo 82 del Reglamento de Tránsito y de la Seguridad Vial del Municipio de Colima, publicado en el 2005, indica que: “queda prohibido para los conductores de vehículos realizar cualquier competencia de velocidad, acrobacia, o actos de exhibición en la vía pública, sin el permiso previo de la autoridad competente”.
Sin embargo las carreras se siguen realizando de manera ilegal cada jueves a partir de las 11:00 de la noche en el lugar antes citado, en un tramo de aproximadamente ¼ de milla, con el patrullaje de las autoridades por el lugar.
Aparte de la ciudad de Colima, existen otros lugares en el país, donde se hacen carreras ilegales en las cuales la autoridad no hace nada al respecto. Tal es el caso de un accidente donde perdiera la vida una mujer de 46 de años en la ciudad de Chihuahua en el año 2013, mientras presenciaba “arrancones” en “La carrera Cochiloco 4X4” en las Dunas de Samalayuca.
De acuerdo a la información difundida el día 29 de septiembre de 2015 por el sitio en web EL DEBATE (2015) “Arrancones sin supervisión cobran la vida de una mujer”; estas carreras se realizaban sin permiso cada mes desde hace cinco años, y a pesar de ello las autoridades nunca la impidieron. Además los asistentes indicaron que en particular la carrera “Cochiloco 4X4” se distingue por la falta de organización y por el elevado consumo de alcohol entre asistentes y participantes.
Ante el cierre de la pista “Paco Zaragoza”, los aficionados en Colima a esta práctica buscarán otros lugares para ver a sus autos rugir por las calles pero la pregunta sigue en el aire: ¿En cuáles?
- Estudiantes del último semestre de la carrera de Periodismo de la Universidad de Colima.