Que regrese la Paz a Colima  no los gobiernos priístas generadores del caos… 

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La Panga  

Por: Mayahuel Hurtado.

Los ciudadanos que hemos visto a lo largo de los últimos años cómo se ha perdido la tranquilidad, la seguridad y armonía, la confianza en los gobiernos, en las instituciones y en quienes las representan, queremos que regrese la paz a esta bella tierra. Las personas que todos los días salimos a trabajar, a ganarnos la vida de forma honesta, con sacrificios para obtener recursos para darles mejor calidad de vida a nuestras familias, queremos que regrese la paz.

No queremos saber de guerras, de temas que no son para nosotros, no queremos políticos corruptos, queremos representantes populares congruentes y honestos, funcionarios capaces e íntegros,  deseamos que dejen trabajar a los buenos políticos, y que los beneficios lleguen a todos los ciudadanos, principalmente seguridad, salud y educación, por una simple y sencilla razón, nosotros somos gente que sale a trabajar todos los días,  gente que desea al terminar su jornada descansar, disfrutar en familia y no horrorizarse por los acontecimientos que enlutan a nuestra entidad.

Fueron 90 años de gobiernos emanados del PRI, quienes tuvieron en sus manos a la entidad y no hicieron la parte que les correspondía, hoy no debieran opinar, ni desgarrarse las vestiduras, no tienen calidad moral para opinar de un tema que tras décadas fueron incapaces de resolver, tampoco pueden politizar un tema que nos duele a todos y encima ser protagonistas y decir “que se deben sumar esfuerzos por la paz” y con sus acciones demuestran lo contrario, incluso el mismo PRI enfrenta una guerra interna en donde ya no quieren que los mismos de siempre sean los que deciden que sí y que no, quien sí y quien no.

Y ahí los vemos a los sátrapas del PRI que viven de la política, no querer renunciar al paradisiaco mundo del hueso, a esas rémoras incrustadas en las diferentes dependencias, esos también están en las dependencias de seguridad, de impartición de justicia, y llevan años haciendo lo que sus amos le ordenan, los causantes de este caos, de la crisis financiera, de la crisis en salud y educación, ahí los vemos sin pena alguna, prestos y atentos para cualquier orden de a quien le deben la chamba y a quien desbordan su lealtad, pero que ahí siguen por  qué simularon “jugarla en otro proyecto, el que ganó la alternancia”.

Y ahí vemos a los embajadores del cinismo, o como diría el presidente Andrés Manuel López Obrador, a “los impresentables” que se atreven no solo a opinar del caos que generaron tras años de gobiernos emanados del PRI, sino que además, se ponen el traje de superman y pretenden dar soluciones desde un sillón frente a una cámara, en una transmisión pagada sobradamente desde la riqueza que han acaudalado por décadas gracias a dedicarse a la política.  Un ejemplo de la nueva forma de adoctrinamiento es el que realiza el ex gobernador Fernando Moreno Peña, que desde el sillón, dice que se debe hacer y que no, que funciona y que no, que debemos esperar y que no. ¿Es en serio? Yo le pido al ex gobernador Fernando Moreno Peña y a todos los políticos que tienen un abundante cerco de seguridad, que salgan a la calle como salimos nosotros, sin guaruras, sin agentes, sin policías custodiando su vida, porque lo único que demuestran es cuánto vale su vida y nos demuestran que la vida de nosotros, de los que no somos parte de esa burbuja, no vale nada. ¿Dígame si no es verdad amable lector, lectora?

Yo con trabajos tengo un vehículo austero, no puedo tener una camioneta de super lujo con chofer como la que tienen algunos ex gobernadores o integrantes de la clase política, tampoco sé lo que es viajar con escoltas, y mucho menos lo que es tener un carro blindado, eso es para las grandes ligas.

Necesitamos paz, pero antes de esto, necesitamos congruencia de la clase política para asumir un tema tan importante como es la seguridad de todos y cada uno de los habitantes en el estado de Colima, queremos ver que los diferentes niveles de gobierno trabajen de forma coordinada, pero también que los legisladores hagan la parte que les toca, es lo mínimo que pueden hacer por todos y cada uno de los ciudadanos, trabajar para que Colima sea ése lugar que un día fue modelo de calidad de vida, nos urge recobrar la paz, es apremiante ver las acciones y los resultados.

Los colimenses cerraremos filas, no les quede la menor duda, y estaremos ahí contribuyendo a recuperar la paz de esta bella tierra.

¡Que Dios bendiga al pueblo de Colima!