EL PAN, OTRO DESCALABRO
Por: J. Daniel Miranda Medrano
Los hechos ocurridos en la supuesta reunión estatal panista para renovar la dirigencia, solo muestra el grado de degradación que se da en el PAN colimense. El blanquiazul local está en uno de sus momentos más críticos aunque ellos no lo reconozcan; todo comenzó al perder la presidencia del país y quedar en la orfandad política, después, a casi un año de distancia, el partido que fundó Gómez Morín inició un proceso de reafiliación que redujo la militancia panista en todos los estados de la República Mexicana, más de la mitad de los supuestamente albiazules no atendieron la invitación a confirmar su permanencia en el partido.
En Colima la militancia se redujo drásticamente en el 70 por ciento; de 20 mil personas, se redujo a solo 5 mil 600. Ahora otro clavo en el ataúd panista lo constituye la farsa en que se convirtió el intento de imposición del alcalde de Coquimatlán, quien después de pedirle el voto a sus habitantes, quiere dejarlos a la deriva.
Raymundo y compañía quisieron maniobrar para dejar fuera de lugar a Pedro Peralta, quien tuvo a bien inconformarse, acusando a la dirigencia de querer eliminarlo a la mala. El caso es que de por si el partido está en una grave crisis política a nivel nacional (el pleito de los senadores por controlar los recursos del Senado es otro ejemplo) y ahora a nivel local viven un zafarrancho que los debilita rumbo al 2015.
Por lo pronto, el sospechosismo de lo ocurrido entre los panistas donde estuvo ausente una verdadera democracia interna, es un reflejo más de las pugnas internas y de que lo que menos importa no es el partido sino la intención de querer hacerse del poder a como de lugar. Vamos a ver hasta dónde llega este nuevo affaire panista que pinta más a negro que a blanco y azul, si no se ponen en paz por intereses particulares, el asunto puede llegar hasta el Tribunal.
Todo ello mientras en el PRI los tricolores ven en primera fila la función de box callejero que brindan los panistas a todo el respetable colimense.
FINAL.- Atinada la respuesta del gobernador ante la contingencia ocasionada por “Manuel”, Indira Vizcaíno debería de atender a su municipio y no hacer declaraciones irresponsables sobre los efectos del pasado huracán*
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