Por: Manuel Olvera Sánchez
Desde hace cinco años la Organización de las Naciones Unidas instruyó el 11 de octubre como el día Internacional de la niña, por considerar que éstas encuentran serios problemas en su formación educativa por razones diversas.
En el caso concreto de nuestro país el INEGI da a conocer que el 16 por ciento de la población mexicana está integrada por niñas de 0 a 17 años, de las cuales se informa que excluyendo a las menores de 5 años, existen 2.6 millones de niñas que no tienen ningún tipo de instrucción escolar.
Es menester recordar que desde la década de 1960 los organismos internacionales como la Unesco, han propuesto el objetivo de 100% en educación primaria; pero en 2014 todavía hay 60 millones de niños sin escolarizar, y la comunidad internacional parece estar determinada a postergar el objetivo de 100% de educación primaria hasta 2030, caso que se supone debía haberse logrado hace medio siglo.
Ante la situación prevaleciente y buscando alternativas se encargó al ex economista del Banco Mundial George Psacharopoulos hacer un estudio de esta importante situación a fin de valorar hacia donde canalizar los limitados fondos, y valorar si la mejor inversión sería en la educación en los países en desarrollo.
Mediante el análisis de los costos y beneficios de las diferentes etapas de la educación, Psacharopoulos concluyó que invertir en la escolarización en la primera infancia – preprimaria y primaria -, aporta más beneficios que si se invierte en la enseñanza secundaria y superior.
En relación a lo anterior se manifiesta que la educación preescolar tiene una tasa aún mayor de rentabilidad que la educación primaria; pues los niños están en su etapa más receptiva y los padres pierden poco en concepto de aportes previsionales al enviarlos a la escuela.
Los estudios también muestran que, inesperadamente, el jardín de niños puede tener un efecto positivo si se conduce a que la mejor meta sea reducir la proporción de niños que no asisten a preescolar.
Ampliando lo anterior, hay que recordar que la primera infancia, de los 0 a los 5 años de edad, representa una etapa decisiva en el desarrollo de las capacidades físicas, intelectuales y emotivas de cada niño y niña, y es la más vulnerable del crecimiento.
En esta fase se forman las capacidades y condiciones esenciales para la vida, la mayor parte del cerebro y sus conexiones. El amor y la estimulación intelectual permiten a los niños y niñas desarrollar la seguridad y autoestima necesarias, como también para ello su entorno y condiciones de vida de la madre y del padre son fundamentales.
En términos reales la asistencia de la niñez a la escuela le ayuda a desarrollarse en todos los ámbitos, encontrándonos que de acuerdo al Censo de Población y vivienda 2010 se registra que en México hay 19.8 millones de personas de 6 a 14 años, de los cuales 94 de cada 100 asiste a las escuela.
El porcentaje de niños que van a la escuela varía en cada entidad federativa, en entidades como Hidalgo, Tlaxcala y Distrito Federal 96 de cada 100 niños de 6 a 14 años asisten a las escuela, en tanto en Chiapas son 91 de cada 100.
De acuerdo a lo anterior, pareciera que la escuela primaria en México respecto al cumplimiento del derecho a la educación que tienen todos los niños y las niñas, es tema prácticamente superado, a partir de las cifras oficiales que señalan el alcance de la cobertura universal en el nivel primario.
La visión del Gobierno de la Republica es lograr la calidad de la enseñanza, para lo cual se ha puesto en marcha la Reforma Educativa que propone fortalecer el papel de la educación para reducir las desigualdades sociales, ser incluyente y destinar mayores recursos a las zonas más pobres del país, además de garantizar la educación pública laica, gratuita y obligatoria.
Bajo este esquema se está orientando el sistema educativo nacional también, a fortalecer la educación en los niveles medio superior y superior, tomando como base los avances de economías exitosas como el caso de Alemania.
Es importante señalar que en marzo del 2009 la SEP a través del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica firman un convenio con el BBiB de Alemania del cual se desprende el Modelo Mexicano de Formación Dual, en el que los estudiantes no solo tendrán vínculos con la escuela y ellos, sino que lo más importante, que la relación directa con las empresas y generar relación con la competencia y certificación del aprendizaje obtenido.
Especialistas en el tema educativo señalan que nuestro sistema de educación no está consolidado conforme a los nuevos requerimientos de las grandes reformas, corriéndose el riesgo de que dichas reformas realizadas en lugar de favorecer a los mexicanos, sean los extranjeros quienes aprovechen las mejores posiciones laborales, dejando a los mexicanos los empleos no calificados.
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