POR ENCIMA DE LA CONSTITUCIÓN NADA NI NADIE…

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La Panga

Por: Mayahuel Hurtado Ortiz

En ocasiones al frente del poder en un país, una entidad o un municipio, hay una persona que llegó como el resultado de un proceso democrático, es decir, que obtuvo los sufragios suficientes para ocupar el cargo público por el que contendió electoralmente, y aunque no tenga la preparación necesaria, esto no lo exime de las responsabilidades que están contemplados en la Constitución  Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanan y son de observancia nacional.

Entre los temas que los tres niveles de gobierno, me refiero amable lector, lectora, al federal, estatal y municipal, deben estar coordinados para que se garantice su aplicación y los beneficios para los pobladores en el territorio nacional  y son la Educación, la Salud y la Seguridad Pública.

Desde este espacio siempre he manifestado mi respeto a las instituciones y hemos señalado con suma prudencia y respeto lo que no se hace bien o va en contra de los derechos de la ciudadanía, pero también se ha hablado bien de las decisiones acertadas que benefician a todos, porque el poder se ejerce para servir a la gente, para que el ciudadano sea el beneficiario principal de esas gestiones y que todo funcione de manera armónica, para respetar leyes y reglamentos, porque nada ni nadie puede estar por encima de la Constitución.

Hoy comparto un fragmento del Artículo Tercero Constitucional: “Toda persona tiene derecho a la educación. El Estado -Federación, Estados, Ciudad de México y Municipios- impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior. La educación inicial, preescolar, primaria y secundaria, conforman la educación básica; ésta y la media superior serán obligatorias, la educación superior lo será en términos de la fracción X del presente artículo. La educación inicial es un derecho de la niñez y será responsabilidad del Estado concientizar sobre su importancia”.

Hasta ahí este fragmento que nos recuerda que todos los niveles de gobierno están obligados a garantizar que la educación se brinde en todos los rincones del país. Y lo vemos en las diferentes entidades federativas, donde los gobiernos estatales y municipales cada ciclo escolar trabajan de manera coordinada para otorgar apoyos diversos para el sector educativo. La Pandemia frenó estos apoyos a los que la ciudadanía está acostumbrada a recibir, porque apoyan el gasto familiar y la educación del alumnado que es el tesoro más preciado del país.

El municipio de Manzanillo, ha sido el modelo a seguir en materia de programas de apoyos escolares para impulsar a la educación, y lo recordamos que hasta la pasada administración, los apoyos de los presidentes municipales a la educación fueron muy importantes, y citaré a Gabriela Benavides, Enrique García Pérez, Virgilio Mendoza Amezcua, Nabor Ochoa López,  Rogelio Rueda Sánchez, Martha Leticia Sosa Govea, de entre un listado grande de ex presidentes municipales que realizaban acciones de gobierno y gestiones para fortalecer la educación del municipio y en los últimos tres trienios, los ex presidentes dejaron constancia de su preocupación por la educación en el municipio. Y no sólo me refiero a los programas de uniformes, apoyaron en temas de infraestructura, contratación de intendentes, desayunos escolares, que se trabajaron de manera coordinada y armoniosa con el gobierno estatal, y garantizaron la prestación de los servicios públicos, por que cada uno de ellos comprendía perfectamente su momento al estar como depositario del poder municipal en Juárez 100 y el benévolo impacto para el desarrollo de Manzanillo.

También podría citar a los gobernadores que Colima ha tenido y que han velado porque la educación en la entidad sea de calidad, como lo hizo Griselda Álvarez Ponce de León y los demás gobernadores que con sus acciones de gobierno fortalecieron al sector educativo, pero al igual que el caso de los ediles, el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez se ha preocupado por generar acciones de gobierno que priorizan a la educación en la entidad y para muestra los programas y obras realizadas durante este sexenio, que serán en definitiva de gran beneficio para muchas generaciones.

Y sabe usted amable lector, lectora, ¿Por qué los ex alcaldes y alcaldesas, así como los ex gobernadores y la primera gobernadora de México Griselda Álvarez lo hicieron? En primer lugar, porque fueron obedientes del mandato Constitucional contenido en el Artículo Tercero, en segundo lugar, porque su compromiso con el desarrollo de la entidad a través de la educación, era prioridad en su agenda y por último, porque sabían perfectamente que impulsar e invertir en la educación, era no sólo la mejor inversión de su administración, sino que representaba formar parte de la construcción de la historia del nuevo Colima.

Durante la Pandemia vemos los esfuerzos que se realizan en todo el país, entre gobierno federal y estatal, maestros, alumnos y padres de familia, y cómo el personal de apoyo a la educación se preparan para recibir a los alumnos en los diferentes planteles, cuando las autoridades a nivel federal y estatal lo determinen en coordinación con el Sector Salud y estén las condiciones para regresar a las aulas.

Cierro mi columna con la siguiente reflexión: “La historia siempre recordará a los gobernantes que apoyaron a la educación, porque la educación es una tarea de todos, por ser un apoyo incondicional para que niños, adolescentes y jóvenes trasciendan y alcancen sus sueños, porque ellos son el verdadero tesoro de nuestro Colima”.